Varios países del mundo y líderes internacionales expresaron este lunes su inquietud por la situación que se vive en Afganistán ante la victoria de los talibanes, tras dos décadas de guerra en ese país, debido a la vulneración de los derechos humanos que puede sufrir la población local y por el peligro que eventualmente corren quienes se encuentran allí.
En ese contexto, tanto gobiernos como organizaciones han expresado sus preocupaciones al respecto, incluyendo eventuales violaciones a los DD.HH., un resurgimiento del terrorismo e incluso transferencia de armas.
En esa línea, la mayoría ya ha concretado o se mantiene gestando repatriaciones de sus ciudadanos, mientras que otros países, como en el caso de Chile, han anunciado labores para evacuar del país a mujeres que por los roles de liderazgo que han ejercido, se encuentran en inminente peligro.
El Gobierno, liderado por Sebastián Piñera, dio a conocer que se encuentra trabajando para organizar evacuaciones de mujeres activistas de derechos humanos desde Kabul. "Cancillería trabaja con países amigos y ONG para ayudar a evacuar de Kabul a mujeres líderes de organizaciones de derechos humanos", afirmó el canciller chileno,
Andrés Allamand, en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el Gobierno de Perú por ejemplo informó que sus dos únicos ciudadanos registrados en Afganistán fueron evacuados el sábado de Kabul por vía aérea y que ahora se encuentran en buen estado en Nueva Delhi, bajo la protección de la Embajada peruana en India.
"Con relación a los últimos sucesos ocurridos en Afganistán, y en el marco de la atención a la protección y asistencia al nacional en el exterior, se informa que los únicos dos peruanos registrados en dicho país fueron evacuados de Kabul vía aérea, el pasado sábado 14", indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores en Twitter. La Cancillería agregó que ambos ciudadanos arribarán "en breves días" al Perú, aunque por ahora permanecen "en buen estado" en India.
En tanto, el Gobierno de Argentina indicó que sigue "con preocupación" el desarrollo de los acontecimientos en Afganistán y que provee asistencia a cuatro argentinos que se encuentran en Kabul.
Según se detalló, uno de ellos es Gilberto Velázquez Franco, miembro de Naciones Unidas, quien debe salir el martes rumbo a Kazajistán. También están Melisa Rolls y Rodolfo Yamila, pertenecientes a una organización no gubernamental, quienes tienen pasaje comercial para este martes a Estambul.
Y se indicó que Andrés Arevalo, un piloto casado con una brasileña y con dos hijos de esa nacionalidad, tenía previsto salir este lunes con otros pilotos en un avión privado rumbo a Uzbekistán. Todos ellos se encuentran en contacto con la Embajada argentina en Pakistán, que es la que administra los asuntos argentinos en Afganistán, afirmó Cancillería en Buenos Aires.
Mientras que México, a través de su representación en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se unió hoy a las voces de los países que temen que el terrorismo vuelva a resurgir en la zona.
"Nos preocupa también que se abra la puerta a que Afganistán sea una vez más refugio seguro para grupos terroristas", dijo la representante de México en ese organismo, Alicia Buenrostro, tras subrayar que "el avance del talibán sobre los principales centros urbanos y ahora Kabul cambió drásticamente la dinámica de poder y ha tenido un impacto humanitario extremadamente preocupante".
La diplomática hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para "evaluar muy seriamente las
transferencias de armas que podrían ser desviadas o acabar en manos equivocadas".
Respeto a los DD.HH.
A su vez, el Gobierno de Uruguay expresó su preocupación por el "rápido deterioro" de la situación en Afganistán.
"Los recientes enfrentamientos armados y la ocupación de las ciudades más importantes del país por el movimiento talibán, incluyendo su capital, Kabul, han generado una gran inquietud en la comunidad internacional por la seguridad e integridad de las personas que allí residen y han motivado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", según el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El documento añade que "es esencial" que las partes en conflicto respeten en forma "estricta y completa" las obligaciones del derecho internacional humanitario, especialmente aquellas que se refieren a la protección de la población civil.
A lo anterior se sumó el Gobierno brasileño, quien instó a los actores involucrados en el conflicto en Afganistán que respeten los derechos, especialmente de mujeres y niñas, y que garanticen el acceso sin restricciones de la ayuda humanitaria.
Brasil, en un comunicado divulgado por su Ministerio de Relaciones Exteriores y en el que expresó preocupación por las graves violaciones de derechos humanos, igualmente pidió un esfuerzo de la ONU para establecer canales de diálogos y que el Consejo de Seguridad del organismo actué para garantizar la paz en la región.
En esa línea, cabe recordar que esta mañana el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió este lunes ante el Consejo de Seguridad de la ONU que la comunidad internacional actúe unida para preservar el respeto de los derechos humanos y evitar que el país se vuelva a convertir en un refugio para el terrorismo.
Europa consternada
Ahora bien, al igual que en gran parte del mundo, los países europeos han mirado con consternación cómo dos décadas de una campaña occidental liderada por Estados Unidos en Afganistán colapsaron en cuestión de horas.
Gran Bretaña y otras naciones europeas ya han afirmado que no reconocerán ningún gobierno formado por los talibanes y quieren que Occidente trabaje en una postura en común.
Malcolm Chalmers, subdirector general del Royal United Services Institute de Londres, dijo que Gran Bretaña, que durante gran parte de la guerra contribuyó con el segundo mayor número de tropas a la misión, "está especialmente molesta porque la administración Biden no consultó más sobre la decisión de retirarse este verano".
"El hecho de que no hubo un enfoque de alianza coordinado para la retirada hace que sea aún más importante ahora coordinar una respuesta occidental, comenzando con la cuestión del reconocimiento" de un gobierno talibán, agregó Chalmers.
En tanto, el Primer Ministro británico, Boris Johnson, dijo el domingo que "no queremos que nadie reconozca bilateralmente a los talibanes" y agregó que "queremos una posición unida entre todos los que piensan de manera similar, en la medida de lo posible, para que hagamos todo lo posible para evitar que Afganistán vuelva a convertirse en un caldo de cultivo para el terror".
Igualmente, el portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel, dijo el lunes que cualquier pregunta sobre si puede haber un diálogo con los talibanes debe discutirse internacionalmente.