El Presidente francés, Emmanuel Macron, se dirigió este lunes al país en un discurso televisivo para dar explicaciones por haber promulgado la impopular ley de pensiones, que eleva la edad de jubilación de los 62 a los 64 años.
El Mandatario afirmó que la ley de pensiones "era necesaria" y la única respuesta posible ante el aumento progresivo del número de jubilados y de la esperanza de vida en ese país.
"¿Esta ley ha sido aceptada? Obviamente no. Pese a los meses de consultas no se pudo encontrar un consenso y lo lamento", dijo Macron, admitiendo que el "enfado" de la población. "Algunos tienen la impresión de poner su parte y no ser recompensado", comentó Macron, afirmando que "nadie puede permanecer sordo" a esta "ira" de los manifestantes.
Dijo que esa "demanda de justicia social y de renovación de la vida democrática" hay que escucharla y señaló que "la respuesta no puede estar en el inmovilismo ni en el extremismo".
Por ello, propuso el nuevo "pacto social" junto con empresarios y sindicatos, para discutir "sin límites ni tabús" una serie de "temas esenciales" entre los que mencionó los salarios, la mejora de las condiciones de trabajo y la distribución de la riqueza.
"La puerta siempre estará abierta", señaló el jefe de Estado, pese a que en los últimos tres meses su Gobierno rehusó reunirse con los sindicatos, que rechazaban de manera frontal la reforma de pensiones.
En su esperado discurso –que duró apenas 13 minutos y era su primer mensaje a la nación desde el comienzo de la crisis por la reforma de pensiones en enero–, Macron hizo también un alegato en favor de la conquista de una "independencia" francesa, que garantice el futuro del país al margen de fuerzas externas.
Dijo que esos objetivos solo se conseguirán a través del trabajo y la reindustrialización, que permitirá también crear empleos mejor pagados. Buscando dejar atrás la crisis de las pensiones, el Presidente anunció grandes áreas de trabajo para su Gobierno, empezando con una batería de acciones de planificación ecológica antes del verano para hacer frente a los desafíos climáticos.
Mencionó también la necesidad de trabajar en materia de justicia con medidas para mejorar los tribunales, para luchar contra la delincuencia y la inmigración ilegal. Igualmente, señaló que hay que paliar la creciente desvinculación social de la política e instituciones a través de la eficacia y la participación ciudadana; y prometió iniciativas para asegurar que todo el mundo "tenga la certeza de que nuestros hijos vivirán mejor", con énfasis en materias como la salud y la educación.
"Macron dimisión": Las protestas no dan tregua
En paralelo a la intervención de Macron, se registraron caceroleos en distintas ciudades de Francia, en protesta contra la reforma de las pensiones.
"Aquí cortamos las cabezas de los reyes", decía hoy uno de los carteles de una manifestación convocada en el distrito XX de París, donde se reunieron centenares de manifestantes mientras el Presidente francés justificaba su impopular reforma.
"Nadie aquí ha escuchado el discurso (televisado) de Macron, porque Macron no escucha al pueblo, nosotros tampoco escuchamos su discurso. No tengo ni idea de lo que está diciendo ahora", declaró a EFE la diputada izquierdista Danielle Simonnet, en medio de un ensordecedor ruido de cacerolas.
Las mismas imágenes se vieron en otros puntos de París y de Francia, donde había algo más de 250 "conciertos de cacerolas" simultáneos convocados frente a los ayuntamientos por la asociación Attac.
En la plaza Gambetta del distrito XX de París había jubilados, familias con sus hijos pequeños, estudiantes y trabajadores, con pocas insignias de partidos políticos o sindicatos.
La heterogénea concentración coincidió en gritar al unísono "Macron dimisión" durante el casi el cuarto de hora que se prolongó el discurso del jefe de Estado.