A solo 45 días de haber asumido como presidente, Javier Milei enfrenta en su gobierno el primer paro general. A las 12.00 horas, miles de personas se manifestaban en la Plaza del Congreso en Buenos Aires.
A pesar de convocar a múltiples gremios y el alto número de adherentes, el vocero presidencial, Manuel Adorni envió un mensaje de "tranquilidad" a los ciudadanos durante la jornada de protesta y dijo que "se trata de un día normal".
El Gobierno recibió las manifestaciones con un amplio despliegue policial y la aplicación del plan "antipiquetes", para mantener el orden de la ciudadanía en un día laboral para millones y garantizar la libre circulación, el que incluye un cordón de seguridad por parte de oficiales de la policía argentina.
En línea con lo anterior, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo que las personas pueden trabajar, y que solo tendrán "problemas mínimos". Además compartió un vídeo en sus redes sociales donde se ven los comercios abiertos: "El país no para".
Sin embargo, el paro ya cobra consecuencias. En algunas ciudades del país vecino, los manifestantes se encuentran cortando las rutas de manera intermitente. Más agresivo fue el gremio de camioneros, el que se instaló en uno de los accesos a Misiones, donde obligaban a los autos a detenerse y unirse "a la fuerza". De hecho, algunos choferes denunciaron públicamente que los sindicalistas amenazaban con quemar los camiones si intentaban continuar su recorrido.
Un panorama más complicado es el que ven algunas aerolíneas, las que se vieron obligadas a cancelar sus vuelos frente al paro.
La empresa aérea JetSmart informó que debió suspender todos los vuelos que realizarian este miércoles, lo que se traduce en una afectación a más de cinco mil pasajeros.
"JetSmart informa que, debido a las medidas gremiales anunciadas a partir de las 00 horas de este miércoles 24 de enero, la aerolínea se ha visto en la obligación de cancelar la totalidad de sus vuelos programados para ese día, con afectación para 5.000 pasajeros", reveló a través de un comunicado.
Situación similar enfrenta Aerolíneas Argentinas, la que informó "la cancelación de 267 vuelos y la reprogramación de otros 26 correspondientes al miércoles 24 de enero como consecuencia de la adhesión de los gremios aeronáuticos".
Esta medida "afecta a más de 17 mil pasajeros que tenían programados viajes entre las 12 y las 24 hs de ese día". Agregando que esto le costará a la empresa cerca de $US2,5 millones, considerando gastos de personal, de reprogramaciones y cancelaciones.
Al adherirse a la manifestación, los servicios de transporte: colectivos, trenes y líneas de metro tendrán un horario de cierre prematuro, y dejarán de funcionar a las 19.00 horas, lo que complica principalmente a las personas que utilizan el transporte a la hora de retornar a sus hogares.
Por su parte, los bancos, recolectores de basura, correos y otros servicios cerraron sus puertas al medio día.