Han pasado poco más de dos años del inicio de la invasión rusa de
Ucrania y las posibilidades de lograr la paz son prácticamente nulas. De esta forma, mientras continúan los combates, los daños estructurales y sociales son evidentes, siendo
los niños uno de los grupos más afectados. Así al menos lo han denunciado las autoridades de Kiev, que se encuentran en una intensa campaña internacional para dar a conocer esta realidad.
Para ello está
Daria Herasymchuk, comisionada de la Presidencia de Ucrania para los Derechos del Niño y la Rehabilitación Infantil, quien ha realizado distintas intervenciones tanto a nivel interno como en el exterior para contar la realidad de los miles de niños que, según Kiev,
han sido secuestrados por las fuerzas rusas desde el comienzo del conflicto armado. Sin ir más lejos, la funcionaria visitó hace unas semanas Argentina y Chile, como parte de la campaña
"Bring kids back UA" ("Traigan a los niños de vuelta a Ucrania").
El objetivo, dice a Emol la funcionaria, es "unir a toda la comunidad mundial en torno a este tema, los niños ucranianos secuestrados, y mostrar que ese problema no es solo de Ucrania, sino un desafío para todo el mundo. Hoy son los niños ucranianos, pero mañana puede ser el niño de cualquier otro país del mundo".
En diálogo vía videollamada desde Kiev, Herasymchuk afirma que no puede dar una cifra exacta de menores secuestrados, ya que hay muchos territorios ocupados, "pero según nuestras estimaciones, podrían ser entre 200.000 y 300.000 niños".
La representante del Gobierno del Presidente Volodimir Zelenski precisa que, de ese total de víctimas, "tenemos información sobre aproximadamente 20.000 niños", cuyos datos personales las autoridades ucranianas conocen y que están registrados como desaparecidos.
Daria Herasymchuk, comisionada de la Presidencia de Ucrania para los Derechos del Niño y la Rehabilitación Infantil (foto: cortesía).
La delegada explica que los secuestros no comenzaron en 2022, sino en 2014, tras la ocupación rusa de Crimea, en el llamado "tren de la esperanza", donde un gran número de menores de edad fue transportado a otras regiones rusas para ser adoptados por familias de esa nacionalidad.
Ahora, para entender este complejo problema, Herasymchuk habla de seis escenarios de secuestro diferentes. Los tres primeros tienen relación con la separación de los niños de sus padres o tutores, ya sea porque los progenitores murieron; porque éstos fueron encarcelados o por decisión arbitraria de las autoridades al ver que los adultos no colaboran, quitándole la patria potestad de los menores.
El cuarto escenario es el más llamativo y tiene que ver con
los niños que se encuentran en las instituciones de tutela estatal, como hogares de menores. "Ucrania quería evacuar a estos niños, solicitar permiso a los rusos, pero éstos a propósito no lo permitían, no daban corredores verdes para evacuarlos e incluso disparaban para que Ucrania no pueda hacer nada", asegura la comisionada, quien cifró en cerca de 200 los niños afectados por esta modalidad.
La otra forma de secuestro es más compleja y tendría relación con las revisiones médicas forzadas de los niños en territorios ocupados. "Entonces, un niño que siempre era sano, después de pasar por un examen médico de repente le decían que tiene una enfermedad incurable o peligrosa y tiene que ser tratado en el territorio ruso. Parece que ellos hasta seleccionan a los niños que quieren secuestrar y llevarse", afirma la enviada presidencial ucraniana, quien complementa que el último escenario -y el más común- son los llamados "campos de veraneo", donde llevan a niños de vacaciones, pero nunca vuelven a sus hogares.
Una vez secuestrados -dice la delegada-, los niños son privados del contacto con sus familias y trasladados constantemente a distintos lugares para no ser localizados. Primero son enviados a territorios ucranianos ocupados, como Donetsk o Crimea y luego a Rusia o Bielorrusia. "Hacen todo lo posible para impedir que los encontremos y que la familia biológica ucraniana se reúna con el niño", afirma la delegada presidencial.
"Quieren que los niños ucranianos se incorporen a familias rusas. En su mayoría, los niños ucranianos son preparados para ser adoptados por familias rusas, que les conceden la ciudadanía rusa y pasaportes rusos"
Daria Herasymchuk, delegada presidencial
"Quieren que los niños ucranianos se incorporen a familias rusas. En su mayoría,
los niños ucranianos son preparados para ser adoptados por familias rusas, que les conceden la ciudadanía rusa y pasaportes rusos. Por eso la Federación Rusa tiene un trámite simplificado para la adopción de niños, un procedimiento simplificado para concederles la ciudadanía rusa y documentos rusos. Una vez que se trae a un niño, se le expiden inmediatamente los documentos, dependiendo de cómo haya sido secuestrado y de si tiene familia biológica etc.", agrega Herasymchuk.
"Si, por ejemplo, los padres del niño fueron asesinados, se les envía inmediatamente en adopción. Si los niños estaban en los llamados campamentos, se trabaja con ellos psicológicamente durante nueve a doce meses y se les prepara para una familia rusa de la misma
manera", complementa.
El llamado a Chile y Sudamérica
Daria Herasymchuk estuvo en Chile y Argentina hace unas semanas junto a un grupo de jóvenes ucranianos recuperados y devueltos a su país. La delegada encabezó diversas reuniones con autoridades académicas y políticas del país, quienes tuvieron la oportunidad de escuchar los relatos de los afectados.
La visita cumplió con los objetivos, ya que pocos días después del regreso de esta delegación a Kiev, tanto Chile como Argentina confirmaron su apoyo y se unieron a la coalición mundial para el retorno de los niños ucranianos.
Daria Herasymchuk junto a Ivan, un joven retornado desde Rusia que viajó a Chile para contar su testimonio.
Pero la enviada presidencial afirma que es necesario el apoyo de toda Latinoamérica, región que no se ha involucrado tanto en el conflicto, principalmente porque varios de los mandatarios locales tienen intereses con Rusia. "No basta con decir 'esto está mal'", recalca.
"Aquí no se trata de Ucrania y Rusia, sino de un país terrorista y de un país agredido que defiende la democracia para toda Europa. Aquí estamos hablando de la confrontación del mundo civilizado y de la vuelta a los tiempos precivilizados, de la humanidad y de la posición inhumana de toda una nación", asegura.