El Partido Laborista británico triunfó por una holgada mayoría absoluta en las elecciones generales celebradas este jueves en el Reino Unido, al obtener 410 escaños de los 650 que tiene la Cámara de los Comunes (baja), según un sondeo a pie de urna divulgado por los medios locales.
En contraparte, los conservadores del primer ministro británico, Rishi Sunak, obtuvieron el peor resultado de su historia, al quedarse con un total de 131 escaños, su cifra más baja al menos desde la II Guerra Mundial, de acuerdo con estas proyecciones que normalmente suelen acercarse mucho a los guarismos definitivos.
De esta forma, el líder laborista Keir Starmer, abogado de 61 años, se transformará en el nuevo primer ministro británico, dejando atrás 14 años de gobiernos conservadores.
La contundente victoria del Partido Laborista ya había sido anticipada por diversas encuestas y expertos, y la duda quedaba en cuántos escaños obtendría en la Cámara de los Comunes. Las cifras finales serán difundidas a primera hora de este viernes.
El sondeo lo lleva a cabo la encuestadora Ipsos y pide a los votantes que rellenen una réplica de la papeleta para mostrar cómo votaron. Suele proporcionar una proyección fiable, aunque no exacta, del resultado final.
De acuerdo a los mismos resultados, el Partido Liberal Demócrata se quedaría con 61 escaños, mientras que el populista de derechas Reform UK obtendría 13; tienda que entraría por primera vez en el Parlamento en unas elecciones.
El avance laborista desbancaría en Escocia a los independentistas del Partido Nacional Escocés (SNP), que registran en esta encuesta sólo 10 escaños, de los 43 que tenían en la última legislatura.
Según los datos difundidos, el Partido Verde obtendrá 2 asientos en los Comunes; 4 los nacionalistas galeses de Plaid Cymru y 19 irían para otros candidatos independientes o de formaciones aún más minoritarias.
Si se confirman estos resultados, Starmer obtendría una cómoda mayoría, que sin embargo quedará algo por debajo de la histórica de Tony Blair en 1997, cuando los laborista obtuvieron 418 escaños.
Sunak bajo presión
Sunak estará bajo presión para dimitir tras el peor resultado registrado por su partido, aunque podría mantenerse en el puesto un tiempo para asegurar una sucesión ordenada.
En las próximas horas se irá anunciando el resultado del recuento en cada una de las 650 circunscripciones electorales del Reino Unido, donde los votantes eligen a un solo diputado de cualquier formación, en base al sistema electoral mayoritario uninominal.
Se espera que los primeros escaños se declaren a partir de las 22:00 GMT y que se conozcan unos 20 antes de las 1:00 GMT. Entre esa hora y las 3:00 GMT se anunciarán otros 325 y entre las 3:00 y las 5:00 GMT otros 275.
Los últimos resultados se conocerán en la mañana del viernes, día en que se producirá el cambio de Gobierno.
Viraje al centro
Starmer, que acercó a su partido hacia posiciones más de centro tras la derrota laborista en las elecciones de 2019 de su antecesor, Jeremy Corbyn, de corte más izquierdista, mantuvo un perfil bajo sabedor que las encuestas le eran muy favorables, con una campaña por el "cambio" menos radical que la de su predecesor.
El líder laborista prometió en su programa una gestión cautelosa de la economía, dentro de un plan de crecimiento a largo plazo que incluye potenciar los criticados servicios públicos, en particular el denostado sistema de salud.
"Lo importante es hacer crecer la economía y crear riqueza", dijo este semana Starmer.
Sunak deja el cargo menos de dos años después de haber sido nombrado primer ministro, en octubre de 2022, tras un desastroso mandato a nivel económico, de apenas 49 días, de Liz Truss, que había sustituido a Boris Johnson, envuelto en el escándalo de las fiestas en su residencia oficial durante el covid.
El Partido Conservador, con luchas internas y sumido en una profunda crisis, estaba en el poder desde mayo de 2010, primero con David Cameron como primer ministro, seguido por Theresa May y luego Boris Johnson.
El Brexit, en 2020, y sus consecuencias para la economía británica, el covid, el aumento del costo de vida, y un criticado funcionamiento del servicio de salud, con largas listas de espera, acabaron pasando factura a los conservadores.
