El
categórico triunfo del Partido Laborista en las elecciones del Reino Unido, cambiaron el rumbo del país europeo luego de
14 años de gobiernos conservadores:
Keir Starmer asume como Primer Ministro con un
fuerte respaldo en la Cámara de los Comunes, donde su conglomerado se quedó con
412 escaños de 650.
Sin embargo, esta
ganancia de 214 escaños en relación a las elecciones de 2019 para los laboristas, se dio con un
porcentaje de votos prácticamente igual que hace cinco años (+1,7 puntos porcentuales). ¿Por qué entonces
cambió tan radicalmente el mapa parlamentario del Reino Unido? Esto ocurre porque en este país no se utiliza un
sistema proporcional (como es el caso de Chile en las elecciones parlamentarias), y hay sólo
un ganador por distrito electoral, sin importar la diferencia de votación.
Por ejemplo, el sistema no fue favorable para
Reformar Reino Unido, el partido de extrema derecha liderado por
Nigel Farage (ex Partido Brexit), que pese a ser el
tercer partido más votado a nivel nacional con 4,1 millones de sufragios, se quedó sólo con
cuatro escaños en el Parlamento.
En el caso del
Partido Conservador, el gran derrotado de la noche, no sólo hubo una
pérdida histórica de representantes (251 menos que en 2019), sino también una baja de casi
20 puntos porcentuales del voto popular, llegando al 23,7% del total. Uno de los beneficiados fue el
Partido Verde, que fue el segundo partido que
más subió su votación, aunque se tradujo sólo en tres escaños más que en 2019.