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Alberto Fernández y sus horas más oscuras: Entre llamadas, visitas de amigos y un pedido al médico

El diario trasandino La Nación reconstruyó con gente del entorno del ex presidente cómo se vivió la situación el sábado en su departamento, después de que él se enteró de que se harían públicas las acusaciones de violencia.

08 de Agosto de 2024 | 11:17 | La Nación, GDA
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Alberto Fernández ha estado recluido en su departamento en Buenos Aires.

AFP
Julio Vitobello y Alberto Iribarne, dos viejos amigos de Alberto Fernández, entendieron que la situación era preocupante, el sábado por la tarde, y partieron de urgencia hacia el departamento en el que vive el ex presidente argentino en Buenos Aires. Poco antes, Fernández se había enterado de que estaban por salir a la luz las acusaciones de violencia física de Fabiola Yañez en su contra. Desesperado, habló con algunos amigos, a los que le dijo que no podía soportar la situación. Los amigos conversaron entre sí y coincidieron en que alguno debía ir a verlo.

Vitobello, que fue secretario general de la Presidencia de Fernández, e Iribarne, ex embajador en Uruguay, son de su círculo más cercano. Fernández hizo amistad con ellos en las filas del Partido Justicialista porteño en los años '80, cuando se expandía la renovación peronista. Luego profundizaron los lazos durante la década menemista. El sábado, a la hora de la siesta, cuando ellos entraron a la torre River View, ya había llegado al departamento donde vive el ex presidente su medio hermano, Pablo Galíndez. Según dicen cerca del ex presidente, tan mal lo vieron que llamaron al ex jefe de la unidad médica presidencial Federico Saavedra para una intervención de urgencia que lo estabilizara psicológicamente.

La Nación reconstruyó lo que sucedió en esas horas en base al relato de gente del entorno del ex presidente que cuenta haber seguido de cerca las noticias de lo que estaba pasando en el barrio de Puerto Madero. Todos coinciden en que el sábado fue el día más crítico, el del colapso de Fernández, desatado por el aviso del abogado Juan Pablo Fioribello de que saldrían a la luz viejos mensajes que Yañez le había escrito a María Cantero, secretaria histórica del ex presidente, contándole sobre hechos de violencia de Fernández sobre ella.

Incluso la propia Yañez habría sido destinataria de duros mensajes de su ex pareja ese día. Ella denunció ante la Justicia, este martes, que él le hizo "terrorismo psicológico". Relató que sufría, de parte del ex presidente, un "acoso telefónico diario" destinado a "amedrentarla" y que esa persecución seguía hasta la actualidad y la tenía muy asustada.

El domingo, Fernández permaneció encerrado en el departamento que le prestan su amigo "Pepe" Albistur y la diputada Victoria Tolosa Paz. En esas horas hubo otros dirigentes y viejos conocidos que se interesaron por la situación del ex presidente, como el ex vicejefe de Gabinete Juan Manuel Olmos y quien fuera el intendente de la quinta de Olivos Daniel Rodríguez, un ex bombero de la Policía Federal que acompaña a Fernández desde que fue jefe de Gabinete de Néstor Kirchner en 2003.

Rodríguez podría ser un personaje clave para el futuro avance de la investigación judicial sobre la denuncia de violencia de género que le hizo Yañez a Fernández. Fuentes que fueron asiduas visitantes de la quinta presidencial entre 2019 y 2022 -en el último tramo de 2023 Rodríguez se peleó con el ex presidente-, cuentan que el intendente tenía conocimiento de la mala relación entre el mandatario y la primera dama, y que -tal como informó La Nación- en alguna oportunidad presenció una situación violenta que lo habría llevado a interceder. Hoy está claro que también María Cantero, la ex secretaria de Fernández, sabía de las acusaciones de violencia por los chats con fotos que la propia Yañez le envió.

Esos mensajes de texto, audio e imágenes que Yáñez le mandó a Cantero y que la Justicia conoció en el marco de la causa por el manejo de los seguros -luego de requisar y revisar el teléfono de la secretaria de Fernández- fueron el primer aviso que la ex primera dama le hizo al entorno del ex presidente de su relato de lo que había atravesado.

En la quinta de Olivos a nadie le extrañó cuando en el último año del mandato del Frente de Todos ella se mudó con su hijo Francisco a un chalet distinto al que había compartido con Fernández.

Esa fue, justamente, la peor etapa en el Gobierno de un Fernández al que se le iba la presidencia entre los dedos: en 2023 tuvo que renunciar a la reelección y quedó relegado en la interna del peronismo, que pasaron a dominar por completo Sergio Massa y Cristina Fernández. La relación política y personal entre Alberto Fernández y su vicepresidenta nunca tuvo cauce -salvo el único momento de la sorpresiva designación en 2019- y por estos días, tras la apertura de la inesperada causa por violencia de género, el kirchnerismo argumenta que el ex mandatario sentía que se jugaba su masculinidad al aceptar la conducción de una mujer.

En su estadía en México, Cristina Fernández no dijo una sola palabra sobre Alberto Fernández, pero hablaron Mayra Mendoza y Anabel Fernández Sagasti, dos camporistas que la acompañaron a la gira, que concluyó el martes por la noche con un encuentro con la presidenta electa Claudia Sheinbaum. Massa también mantuvo silencio, pero se pronunciaron su esposa, Malena Galmarini, y las mujeres del Frente Renovador.

Aunque lo que le dolió a Alberto Fernández -cuenta un dirigente que habla con él- fue ver las firmas de algunos amigos en un proyecto de declaración de Unión por la Patria, en la Cámara de Diputados, que propone "expresar profunda preocupación" por la denuncia de Yañez y que dice: "Corresponde reafirmar nuestra convicción política respecto a que en estos casos siempre le creemos a la víctima".

El ex presidente superó "el brote" que tuvo el fin de semana, dijo una fuente que vio su evolución. En las primeras horas del lunes ya dio señales de reacción y a algunos dirigentes y amigos, como el legislador porteño Claudio Ferreño, les dijo que no "se merecía" lo que le estaba pasando. El martes, contestó públicamente por primera vez: respondió a la denuncia de Yañez con un comunicado de prensa en el que sostuvo que "es todo falso" y que se defendería de las acusaciones en los tribunales y no a través de los medios de comunicación.

"Lo vamos a sobrellevar"

El cambio de ánimo de Fernández, desde el pozo en el que cayó el fin de semana, también se hizo notar con mensajes que envió a quienes le escribieron este miércoles. "Lo vamos a sobrellevar", dijo, apelando al plural, en contacto con la agencia Noticias Argentinas. El expresidente pretende presentarse -al menos con su círculo de confianza- como blanco de una supuesta operación política, mientras traza los primeros lineamientos de su estrategia judicial. "Es un abogado y se va a encerrar en las leyes para defenderse", dijo una fuente de su entorno.

Nadie parece hoy dispuesto a poner las manos en el fuego por el ex presidente. Al menos no públicamente. La relación entre el ex gobernante y la ex primera dama siempre fue motivo de conversación en el gobierno anterior. Aunque entre los ex funcionarios juran y perjuran que no sabían nada de los supuestos maltratos.
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