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El complicado momento del Grupo de Puebla: De las críticas por Venezuela a la denuncia contra Alberto Fernández

La agrupación liderada por Marco Enríquez-Ominami enfrenta el momento más complejo desde su fundación hace cinco años.

09 de Agosto de 2024 | 06:03 | Por Ramón Jara A., Emol
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Miembros del Grupo de Puebla en las elecciones venezolanas. De izquierda a derecha: Marco Enríquez-Ominami, Ernesto Samper, Elvis Amoroso (presidente del CNE) y Leonel Fernández.

AFP
No son días tranquilos para el Grupo de Puebla. La agrupación de líderes progresistas fundada y liderada por Marco Enríquez-Ominami y Alberto Fernández, entre otros, pasa por un momento de alta tensión marcado por las críticas y divisiones internas en torno a su rol en las elecciones presidenciales en Venezuela. A eso se suma la denuncia en contra del ex presidente argentino por violencia de género presentada por su ex pareja, una situación personal que de todos modos puede tener efectos políticos.

Desde su fundación hace cinco años, el Grupo de Puebla ha buscado ser un actor preponderante en la política iberoamericana, reuniendo en sus filas a diversas figuras regionales que representan el pensamiento progresista de la región.

Junto a los ya nombrados ME-O y Fernández, son miembros de la agrupación los presidentes Luis Arce (Bolivia) y Lula da Silva (Brasil), además de los ex mandatarios Fernando Lugo (Paraguay), Rafael Correa (Ecuador), Leonel Fernández (República Dominicana), José Mujica (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), José Luis Rodríguez Zapatero (España), Dilma Rousseff (Brasil), Ernesto Samper (Colombia), Martín Torrijos (Panamá) y Manuel Zelaya (Honduras).

Ahora, los últimos hechos han puesto a esta institución en el ojo del huracán.

Observadores en Venezuela


El Grupo de Puebla fue uno de los pocos invitados por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) a participar como veedor en las elecciones del país caribeño celebradas el pasado 28 de julio. Bajo el liderazgo de su coordinador, el chileno Marco Enríquez-Ominami, la agrupación contó con la representación de los ex presidentes Ernesto Samper, Leonel Fernández y José Luis Rodríguez Zapatero, quienes recorrieron los diversos locales de votación de Caracas y vieron in situ cómo se desarrolló el proceso.

"Estoy en Venezuela como observador de las elecciones reunido en el Consejo Nacional Electoral. Es importante acompañar procesos democráticos, por eso hay que ir a elecciones y no a eventos de proselitismo político como hicieron en Cúcuta. He visto un proceso en paz sin violencia", publicaba Enríquez-Ominami en su cuenta de X el 26 de julio, dos días antes de los comicios.

Pero las cosas cambiaron tras la votación. El CNE proclamó como ganador a Nicolás Maduro con el 52% de los votos, pese a no entregar las actas de escrutinio como lo ordena la ley electoral, provocando la indignación de la oposición venezolana y buena parte de la comunidad internacional, incluido el Gobierno de Chile, que hicieron un llamado a la transparencia.

La noche del 28 de julio, la reacción del Grupo de Puebla fue por X y bastante escueta: "Respetar el resultado electoral es fundamental para las democracias. Felicitamos a Venezuela por su proceso electoral, la voluntad del pueblo siempre es guía. Gloria al bravo pueblo".

El punto de quiebre lo marcaron los ex presidentes Ernesto Samper y Leonel Fernández, quienes tras participar como observadores en Venezuela emitieron una declaración conjunta la noche del lunes 29 en la que se sumaron a otros actores internacionales y pidieron al CNE que "garantice la transparencia del proceso electoral, publicando la totalidad de las actas de escrutinio, desagregadas por centros y mesas de votación".

"Estoy en Venezuela como observador de las elecciones reunido en el Consejo Nacional Electoral. Es importante acompañar procesos democráticos, por eso hay que ir a elecciones y no a eventos de proselitismo político como hicieron en Cúcuta"

Marco Enríquez-Ominami, líder del Grupo de Puebla
Otro que participó como observador fue el cofundador del Grupo de Puebla Celso Amorim, en su calidad de asesor internacional del Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Al igual que su jefe, el ex canciller brasileño hizo un llamado a Maduro a publicar las actas.

Marco Enríquez-Ominami, por su parte, publicaba el 29 de julio en redes sociales que "he sido prudente sobre controversia por resultados de la elección en Venezuela para colaborar con esfuerzos de gobiernos y organismos para contrastar resultados. El pueblo habló. Se sabrá su veredicto cuando se publiquen actas del CNE. Así se disiparán las dudas y habrá certezas". Horas después, el dirigente chileno abogaba por "menos declaraciones incendiarias y más soluciones para que la democracia dirima", pensando en obtener "una salida pacífica al conflicto en Venezuela".

Un día más tarde, y después de que el Centro Carter afirmara que las elecciones "no pueden considerarse democráticas", ME-O remarcó: "Tal como lo he señalado desde un comienzo, y como lo han indicado Brasil, México y la UE, sin que se transparenten actas y se auditen con órganos independientes, los resultados de la elección venezolana no pueden ser validados".

Estas declaraciones no fueron suficientes para evitar las críticas. El periodista Patricio Fernández -cuyo ingreso a Venezuela fue negado por las autoridades chavistas pese a ser invitado por el embajador chileno, Jaime Gazmuri- aseguró en radio Infinita que el ex candidato presidencial "tendrá que ir poniéndose fechas, porque si su paciencia llega a meses o años, su paciencia se va a parecer demasiado a complicidad".

Pero las mayores críticas se las ha llevado el español José Luis Rodríguez Zapatero. El ex mandatario -cuestionado por su cercanía de años con el régimen de Maduro- ha sido el único de los observadores que no se ha pronunciado sobre las elecciones.

Uno de los que emplazó al socialista a hablar y pedir que se publiquen las actas electorales fue su compañero de partido y también ex jefe de Gobierno, Felipe González, quien si bien remarcó que no tiene interés en confrontar a Zapatero, dijo a Europa Press que le interesa la recuperación de las libertades en Venezuela respetando la Constitución.

El silencio de Rodríguez Zapatero estaría dividiendo además al Grupo de Puebla. Según el portal mexicano La Política Online y el diario español El Mundo, el dirigente europeo estaría presionando a los miembros de la agrupación para que no exijan la publicación de las actas en Venezuela ni denuncien un posible "fraude".

Así como el ex mandatario español, varios miembros de la agrupación son cercanos a Nicolás Maduro, como el Presidente boliviano Luis Arce y el ex gobernante ecuatoriano Rafael Correa, quienes felicitaron al líder venezolano por su "triunfo". Asimismo, entre las filas del grupo progresista también figura Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y una de las máximas figuras del chavismo.

Hasta el cierre de esta edición, el Grupo de Puebla no se había manifestado nuevamente sobre la elección en Venezuela en ninguno de sus canales oficiales. La última declaración fue el escueto tuit de la noche del 28 de julio.

El factor Fernández


El ex presidente argentino Alberto Fernández también había sido invitado como observador en Venezuela, sin embargo, decidió no viajar tras acusar que el Gobierno de Nicolás Maduro le pidió no participar como veedor después de que emplazara al Mandatario en una entrevista radial a reconocer los resultados de los comicios cualquiera fueran.

La exposición mediática del ex gobernante peronista habría quedado hasta ahí, pero el martes su ex pareja, Fabiola Yáñez, presentó ante la justicia trasandina una denuncia por violencia de género, confirmando así los rumores que habían comenzado días antes.

La acusación surgió luego de que el juez Julián Ercolini inspeccionara el celular de la secretaria de Fernández, María Cantero, el cual fue requisado en el marco de una investigación por corrupción. En la pesquisa, el magistrado descubrió una serie de mensajes entre la funcionaria y la entonces primera dama, quien le indicaba haber sufrido violencia por parte del Mandatario.

Tras ello, Ercolini se comunicó con Yáñez para consultarle si estaba interesada en presentar una denuncia. La ex primera dama -que actualmente reside en España con su hijo- dijo que no, pero días después cambió de opinión. Fue así como en una sesión por Zoom la también periodista afirmó que su ex pareja la acosa "a diario" por teléfono y la somete a "terrorismo psicológico", lo que se suma a las agresiones físicas cometidas en el pasado.

Fernández -quien quedó con la prohibición de salir de Argentina- aseguró que "es todo falso" y que no se defenderá a través de los medios, sino que lo hará como corresponde, por la vía judicial. Desde el peronismo, en tanto, cuestionaron con dureza al ex mandatario y se desmarcaron inmediatamente de él.

Alberto Fernández es una de las máximas figuras del Grupo de Puebla. Amigo "íntimo" de ME-O, es junto al chileno uno de los fundadores de la agrupación y puente con varios dirigentes iberoamericanos. Tras su regreso a Argentina, había retomado la agenda internacional, tal como quedó demostrado con sus declaraciones sobre Venezuela.

Su situación judicial podría complicar al Grupo de Puebla, que de todos modos no se ha pronunciado al respecto. Al igual que con Venezuela.
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