El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió este lunes que su país continuará "atacando sin piedad a Hezbolá" en todas las partes de Líbano, al día siguiente del bombardeo más letal lanzado por el movimiento islamista en territorio israelí desde que comenzó la escalada.
Tras casi un año de enfrentamientos transfronterizos entre Israel y Hezbolá, aliado del movimiento palestino Hamás,
el ejército israelí intensificó sus bombardeos en Líbano el 23 de septiembre y una semana después emprendió una ofensiva terrestre.
El movimiento islamista proiraní lanzó el domingo un bombardeo contra una base de entrenamiento de la brigada Golani en Binyamina, en el norte de Israel, que dejó cuatro soldados muertos y fue el ataque más letal ocurrido en territorio israelí desde el 23 de septiembre.
Según United Hatzalah, una organización de rescatistas voluntarios, el bombardeo con drones hirió a más de 60 personas.
Netanyahu declaró este lunes que su país continuará "atacando sin piedad a Hezbolá" en todas las partes de Líbano, incluida Beirut, durante una visita a la base.
El movimiento chiita reportó que sus milicianos enfrentan a las fuerzas israelíes en "violentos combates" en la localidad libanesa Aita al Shaab, cerca de la frontera.
Además, Hezbolá reivindicó un bombardeo con cohetes contra una base naval cerca de Haifa, en el norte de Israel, un ataque contra un cuartel próximo a Netanyahu, una localidad costera al norte de Tel Aviv y el lanzamiento de una andanada de proyectiles contra Safed.
El ejército israelí, en tanto, dijo que interceptó proyectiles procedentes de Líbano y dos drones que se acercaban desde Siria.
Los bombardeos "nos apuntan"
En Aito, en el norte de Líbano, el Ministerio de Salud reportó que 21 personas murieron en un bombardeo israelí que golpeó un pueblo de una región montañosa de mayoría cristiana que nunca había sido atacado.
Un fotógrafo de la AFP vio restos de personas frente al edificio, ubicado en la entrada del pueblo y que quedó completamente destruido.
El Ministerio de Salud libanés denunció el lunes que Israel "continúa tomando por blanco a los equipos médicos, de rescate y paramédicos".
Anis Abla, de 48 años, director de la Defensa Civil de Marjayoun, cerca de la frontera, relató que las misiones "cada vez son más duras".
"Los bombardeos que se suceden nos apuntan (...) Cada vez estamos más cansados", expresó.
Tras haber debilitado a Hamás en Gaza, Israel desplazó el grueso de sus operaciones a Líbano, y afirma que el objetivo es permitir el regreso de unos 60.000 israelíes desplazados del norte del país por los disparos de proyectiles del grupo islamista.
Al menos 1.315 personas han muerto en Líbano desde el 23 de septiembre, según un recuento de AFP, y cerca de 700.000 fueron desplazados, según la ONU.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) pidió el lunes la protección del sistema de salud libanés, tras reportar bombardeos israelíes que alcanzaron a personal médico.