Los incidentes ocurridos el domingo en
Valencia, donde un grupo de vecinos atacó con insultos, barro y objetos contundentes a la comitiva liderada por los
reyes de España y el presidente del Gobierno,
Pedro Sánchez, no sólo evidenciaron la indignación de los damnificados por las intensas inundaciones de la semana pasada, sino también desataron
la molestia del Ejecutivo con la Corona por su reacción en el lugar.
Según reporta el diario español ABC, desde ayer comenzó a circular entre los círculos del Partido Socialista un informe sin autoría llamado "Aparición de grupos ultras en los altercados contra Pedro Sánchez y los Reyes, Felipe y Leticia". En el texto se apunta a los presuntos responsables de los ataques, al mismo tiempo que se reprocha a los monarcas su decisión de quedarse a dialogar con los enfurecidos vecinos, mientras que el Mandatario debió retirarse por seguridad.
"¿No te parece mal que, después de que pegaran a Pedro, los Reyes se quedaran hablando con los que le pegaron?", dice el texto, según el citado medio.
Por otro lado, de acuerdo con medios como El País y El Español, desde el Gobierno afirmaron que habían aconsejado a la Casa Real visitar solamente el centro de control de crisis instalado en la ciudad de Valencia, pero no ir al municipio de Paiporta (epicentro de las inundaciones en Valencia) ni las otras localidades afectadas por la tragedia, ante la posibilidad de manifestaciones violentas organizadas por "grupos de ultraderecha".
Sin embargo, desde La Moncloa (sede del Ejecutivo) aseguran que la Corona ignoró esta advertencia y organizó la visita encabezada por Felipe VI y la reina Leticia. Y si bien en una monarquía parlamentaria el Gobierno siempre tiene la última palabra, se optó por seguir con los planes de La Zarzuela, complementó El País.
El mismo medio aseguró que desde la administración de Pedro Sánchez admitieron que todas las actividades de este tipo se hacen de manera coordinada con la Casa Real, sin embargo, el "impulso político" para la visita fue de esta última. En esa línea, desde el Gobierno indicaron que, ante una visita tan relevante de los reyes, tenía que participar el presidente del Gobierno y no cualquier ministro.
"Desde luego, vistas las consecuencias, no ha sido un acierto.
Pero bueno, estas cosas pueden pasar, sobre todo si están organizadas por grupos ultraderechistas. Es la antipolítica pura, que aprovecha el lógico malestar de la población", recalcaron desde el Ejecutivo.
A nivel público, el ministro de Transportes, Óscar Puente, señaló en el canal La Sexta que "probablemente no era el momento más oportuno. Es posible que se haya errado en el cálculo".
La rabia de los vecinos quedó plenamente visible el domingo, cuando los reyes de España, Felipe VI y Letizia, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez y el jefe del gobierno de la región de Valencia, Carlos Mazón, fueron recibidos con gritos de "asesinos" y lanzamiento de bolas de barro, palos y otros objetos en Paiporta.
En medio de la tensión, Sánchez fue evacuado y Mazón se retiró poco después, pero los reyes, con la ropa y el rostro manchado de barro, se quedaron un rato intentando dialogar con la gente, protegidos por sus guardaespaldas que fueron zarandeados constantemente.
Finalmente se retiraron del lugar y cancelaron la visita a otra localidad dañada.
