Las autoridades brasileñas investigan este jueves las motivaciones detrás del ataque con explosivos anoche contra el Tribunal Supremo en Brasilia, que encendió las alarmas a pocos días de que el país acoja la cumbre del G20.
El hombre que intentó ingresar al Supremo Tribunal Federal (STF) la noche del miércoles con explosivos adheridos al cuerpo murió en el ataque y su cadáver fue retirado este jueves por la mañana frente al edificio, cubierto en una bolsa negra, constató la AFP.
La policía lo identificó como
Francisco Wanderley Luiz, de 59 años, un excandidato a concejal por el Partido Liberal del expresidente
Jair Bolsonaro en las municipales de 2020.
Tras el ataque, Bolsonaro llamó al "diálogo" y a la "pacificación nacional".
La Plaza de los Tres Poderes, que aloja también el palacio presidencial de Planalto y la sede del Poder Legislativo, estaba parcialmente vacía este jueves y el acceso estaba restringido.
El atentado se produjo antes de que Brasil acoja la semana que viene en Río de Janeiro la cumbre de líderes del G20 y una visita de Estado del Presidente chino, Xi Jinping, a Brasilia.
"La Policía Federal está trabajando rigurosamente para dilucidar rápidamente los motivos de las explosiones", dijo en un comunicado el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski.
El ataque ocurrió menos de dos años después de una asonada contra el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el mismo lugar.
El mandatario izquierdista aún no se pronunció sobre el ataque. El jueves tiene previsto recibir a varios embajadores en la sede ejecutiva.
"Hago un llamado a todas las corrientes políticas y a los líderes de las instituciones nacionales para que, en este momento de tragedia, den los pasos necesarios para avanzar en la pacificación nacional", escribió Bolsonaro en la red social X en un mensaje conciliador.
La sociedad brasileña está muy polarizada desde antes de las presidenciales de 2022, dividida entre una izquierda detrás de Lula y una derecha conservadora que apoya a Bolsonaro.
El vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, calificó de "triste y grave" el hecho y pidió "extrema rapidez y rigor" en la investigación.
"Es un atentado contra una institución de la República, el poder de la República", dijo a periodistas a la salida de una reunión en Bakú, Azerbaiyán, donde asiste a la COP29 sobre el cambio climático.
Más explosivos
Lula ya se había retirado del Palacio de Planalto cuando ocurrieron las explosiones, en torno a las 19:30 horas locales (misma hora en Chile), dijo un portavoz de presidencia.
Las fuerzas de seguridad hallaron más artefactos explosivos en una casa donde había estado el sospechoso, en la zona oeste de la capital, dijo el jueves un portavoz de la policía militar de Brasilia, el mayor Raphael Van Der Broocke, a Globonews.
Las dos deflagraciones ocurrieron en un intervalo breve. Primero estalló un vehículo en un estacionamiento cerca del edifico donde sesiona la Cámara de Diputados.
Después, "un ciudadano se aproximó al Supremo Tribunal Federal, intentó entrar, no lo logró y ocurrió la explosión en la puerta", dijo en conferencia de prensa la gobernadora en funciones de Brasilia, Celina Leao.
La policía dijo que el automóvil pertenecía a Francisco Wanderley Luiz.
El sargento Rodrigo Santos explicó que varios agentes estaban haciendo una ronda cuando vieron un auto en llamas, con humo.
"El individuo salió corriendo del interior del vehículo". Fue la misma persona que después murió, confirmó a medios locales.
El auto tenía "una especie de bomba, varios explosivos fraccionados, atados con ladrillos", agregó el sargento, que contó que personal del Congreso salió con extintores y ayudó a apagar el fuego.
Investigaciones sensibles
Las sedes de los poderes en Brasilia fueron escenario de una asonada el 8 de enero de 2023, una semana después de la vuelta al poder del izquierdista Lula tras derrotar en las urnas a Bolsonaro.
Miles de bolsonaristas, disconformes con la derrota de su líder, asaltaron entonces los edificios, en unos altercados que recordaron al asalto del Capitolio en Washington DC por partidarios de Donald Trump dos años antes.
Los actos del 8 de enero "fueron muy relevantes, muy significativos, tristes también, obviamente cambiaron todos los patrones de seguridad de todos los poderes, de todos los edificios de los tres poderes", dijo el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco.
Entre varias investigaciones sensibles, el poderoso juez del supremo Alexandre de Moraes está a cargo de una por intento de golpe.
Moraes también mantuvo suspendida este año en Brasil la red social X, del magnate Elon Musk, durante 40 días en represalia por la negativa de la plataforma a cumplir órdenes judiciales contra la desinformación.