La
guerra de Ucrania se encamina a cumplir tres años en febrero próximo y aún no hay atisbos de que pueda terminar, por el contrario,
el escenario ha empeorado. La incorporación a esta trama de nuevos actores, como es el caso de
Corea del Norte, ha agudizado aún más la situación y encendido las alarmas por una posible expansión del conflicto a una zona donde la tensión se mantiene siempre en niveles altísimos.
Hace poco más de un mes, llegaban las informaciones de que Corea del Norte habría enviado unos 10.000 soldados a combatir en el frente ucraniano junto a las tropas rusas. La situación, obviamente, no gustó en Seúl ni en Washington, que advirtieron de graves consecuencias si se concretaba esta alianza. Es más, este hecho habría influido en la decisión de la Casa Blanca de autorizar a Kiev el uso de misiles de largo alcance de fabricación estadounidense contra posiciones en territorio ruso.
La alianza Moscú-Pyongyang
encendió las alarmas en Corea del Sur -cuya relación con el Norte está prácticamente en un punto muerto- e hizo que Occidente, alineado con Ucrania desde el inicio de la guerra, pusiera el grito en el cielo. Así las cosas, esta semana una delegación ucraniana liderada por el ministro de Defensa,
Rustem Umerov, llegó a Seúl para firmar un acuerdo para compartir información militar.
Y si bien Corea del Sur se ha resistido a enviar armamento a Ucrania pese a las presiones de los países occidentales, este nuevo escenario es una llamada en alerta en un territorio donde la tensión es algo constante.
Los intereses detrás del acuerdo Moscú-Pyongyang
Corría junio de este año y los ojos de Occidente estaban puestos en Corea del Norte, donde el líder Kim Jong-un firmaba un acuerdo de asistencia militar mutua con el Presidente ruso, Vladimir Putin, de visita por el país asiático. El pacto vino a reforzar la alianza entre ambos gobernantes, necesitados de estrechar vínculos mientras la guerra de Ucrania sigue su curso y Pyongyang aspira a incrementar su arsenal nuclear.
El llamado "Acuerdo Integral de Asociación Estratégica" fue el inicio de esta nueva alianza que se materializó en octubre con el envío a Rusia de 10.000 soldados norcoreanos, según indicaron desde el Gobierno de Ucrania, información que fue corroborada posteriormente por Estados Unidos y la inteligencia surcoreana.
Pero, ¿qué ganan Moscú y Pyongyang con esta maniobra? De acuerdo con DW, el secretario general de la OTAN,
Mark Rutte, aseguró Rusia
"es incapaz de seguir con su ataque contra Ucrania sin apoyo extranjero".
Ahora, un factor importante es la calidad de las tropas, según indicó a RTVE Inés Arco, investigadora del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB) especializada en Asia: "No es lo mismo que sean tropas de a pie, con poca experiencia, a que se trate de fuerzas de élite, que en el caso de Corea del Norte, están especializadas en sabotajes, asesinatos y el ataque de infraestructuras críticas".
No obstante, el gran detalle de las tropas norcoreanas es que no están preparadas para pelear fuera de su territorio. "El Ejército norcoreano está diseñado para luchar en la península de Corea y no para ser desplegado en el extranjero", señaló a DW Mark Cancian, asesor jefe del Programa de Seguridad Internacional del centro de estudios estadounidense CSIS.
"El Ejército norcoreano está diseñado para luchar en la península de Corea y no para ser desplegado en el extranjero"
Mark Cancian
"La última guerra en la que lucharon fue la de Corea. No han entrado en combate desde 1953", aseguró Inés Arco, quien recalcó que precisamente uno de los objetivos de Kim Jong-un es que sus soldados sumen experiencia: "Corea del Norte no ha tenido ocasión de probar a sus hombres y su armamento en un caso real. Ahora en Ucrania tienen esa oportunidad".
La investigadora añadió que Pyongyang también espera de Rusia otras cosas como dinero, alimentos y fuentes de energía, además de armamento y tecnología militar. De hecho, según la inteligencia surcoreana, Moscú proporcionó al régimen de Kim "equipos y misiles antiaéreos" a cambio de los más de 10.000 soldados.
Del mismo modo, Arco aseguró que Corea del Norte busca apoyo diplomático de Rusia, a sabiendas de que se encuentra en una posición de total aislamiento internacional.
La preocupación de Seúl y su acercamiento a Ucrania
En tensión constante con Pyongyang, este envío de tropas no dejó para nada indiferente a Corea del Sur, país sindicado por Kim Jong-un como su "enemigo número uno". Según Inés Arco, "a Seúl le preocupa que el ejército norcoreano coja experiencia sobre el terreno y pruebe su armamento en una guerra real".
De momento, las autoridades surcoreanas se han dedicado a alertar a la comunidad internacional. "Esta cooperación militar ilegal entre Rusia y Corea del Norte es una importante amenaza a la seguridad de la comunidad internacional, y podría presentar un serio riesgo a nuestra seguridad nacional", declaraba hace un mes el Presidente, Yoon Suk-yeol.
Esta semana, Yoon recibió en Seúl al ministro de Defensa ucraniano,
Rustem Umerov, y expresó su
"esperanza de que ambos países trabajen juntos" frente a las "amenazas de seguridad" derivadas de la cooperación militar entre Moscú y Pyongyang, según un comunicado enviado por Presidencia.
Fue así como ambos países acordaron "seguir compartiendo información sobre el despliegue de tropas norcoreanas en Rusia, así como sobre la transferencia de armas y tecnologías entre Rusia y Corea del Norte", añadió la Presidencia surcoreana.
Esta creciente cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte ha llevado a Seúl a reconsiderar su política de exportación de armas a Ucrania, ya que hasta ahora se ha mantenido al margen en esta materia, pese al llamado abierto hecho en octubre por el Presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y la presión internacional.
"En función de la implicación norcoreana, ajustaremos nuestra estrategia de apoyo en varias etapas", declaró el Presidente Yoon a principios de noviembre, indicando que un primer lote de armas, de concretarse, sería de naturaleza defensiva.
"A Seúl le preocupa que el ejército norcoreano coja experiencia sobre el terreno y pruebe su armamento en una guerra real"
Inés Arco
De todos modos, Rusia ya advirtió a Corea del Sur ante un eventual suministro de armamento letal a Ucrania: "Seúl debe ser consciente de que el posible empleo de armamento surcoreano para matar a ciudadanos rusos
destruirá definitivamente las relaciones entre nuestros países", dijo
Andréi Rudenko, viceministro de Exteriores ruso, a la agencia TASS.
El diplomático añadió que, en ese caso, Rusia responderá, "por supuesto, con todos los medios que consideremos necesario", lo que, "difícilmente reforzará la seguridad de la propia República de Corea".
Al mismo tiempo, llamó a Seúl a no dar "pasos imprudentes" y expresó su confianza en que apueste por sus intereses nacionales a largo plazo y no por situaciones coyunturales "dictadas desde el exterior".
La tensión está ¿Escalará la situación en la Península de Corea por culpa de la guerra de Ucrania? Eso pronto se sabrá.