José "Pepe" Mujica gobernó Uruguay entre 2010 y 2015.
AFP
"Estoy podrido de los periodistas. Pero no es culpa de ustedes", dice José "Pepe" Mujica al abrir la puerta de su modesta casa, para muchos un verdadero "santuario", al final de un sendero de tierra en el campo en las afueras de Montevideo.
Es quizás el uruguayo más famoso del mundo, pero eso no lo inmuta. "No soy ningún fenómeno, soy un tipo común con alguna excentricidad (...) un bicho raro", afirma en una entrevista con la AFP el exmandatario de 89 años, mil batallas y un flamante triunfo: el de su delfín Yamandú Orsi en las presidenciales del domingo que le permiten a la izquierda volver al poder en este país de 3,4 millones de habitantes.
En plena recuperación de un cáncer de esófago que lo tuvo al borde de la muerte, esta victoria tiene
"algo de grato sabor de premio de despedida", confiesa el exguerrillero que gobernó Uruguay entre 2010 y 2015 con un discurso anticonsumo y de sobriedad que dejó una huella imborrable a nivel internacional. En esa línea, recalcó que no ocupará ningún puesto en el próximo gobierno.
Con todo, Mujica es crítico de varias figuras de la izquierda latinoamericana, a quienes ha acusado de querer perpetuarse en el poder. Así, consultado por su opinión sobre Nicolás Maduro y Daniel Ortega, el líder uruguayo aseguró que "ellos no son de izquierda, ellos son autoritarios", y por ende, se aleja de ellos.
"Tengo íntima discrepancia con los regímenes autoritarios. Lo que no avalo es la intervención de afuera. Los problemas de Venezuela los tienen que resolver los venezolanos. Y en todo caso hay que ayudarlos. Pero no meterse", afirmó, asegurando que "va a haber alguna evolución de adentro de Venezuela en algún momento".
Mujica, un exguerrillero que abrazó la democracia tras pasar 14 años preso, la mayor parte durante la dictadura (1973-1985), también deploró
el "autoritarismo" de Nicaragua bajo Daniel Ortega y su esposa
Rosario Murillo, que lucharon contra la dictadura de Anastasio Somoza (1937-1979), gobernaron en los años 1980 con el FSLN, y volvieron al poder desde 2007.
"Lo de Nicaragua no tiene gollete (sentido)", dijo. "Es increíble la revolución sandinista en qué desemboca, en la vieja esa (Murillo) llena de piedras y de cosas. Es monstruoso. (...) Era una revolución soñadora contra Somoza".
"A los cubanos los pongo aparte. No porque tengan razón. Es que definieron hace como 70 años la dictadura del proletariado y un partido único. Y nosotros tenemos relaciones con China y con Vietnam, y no nos hacemos ningún problema. Entonces banquemos esa situación. Yo no estoy de acuerdo con eso, porque no da resultado", dijo el exmandatario.
Y añadió:
"Lo que más me revienta es cuando juegan a la democracia y después le hacen fraude. Eso es insoportable".
"El autoritarismo en América Latina es un paso atrás. Lo vivimos históricamente cuando Estados Unidos se metía en todos lados", opinó Mujica. "Pero ahora nosotros hacemos frangolladas también".
Críticas a Evo, Cristina y la situación de Lula
José Mujica también cuestionó al expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019), enfrentado por el control de la izquierda oficialista con el mandatario Luis Arce, a quien acusa de querer "proscribirlo" de la carrera electoral utilizando el sistema de justicia.
"En la vida hay un tiempo para llegar y otro tiempo para irse (...) Lo de Evo es inconcebible", dijo, y también criticó a la argentina Cristina Fernández, dos veces presidenta (2007-2015) y vicepresidenta entre 2019 y 2023.
"Ahí está la vieja Kirchner en la Argentina, al frente del peronismo.
En lugar de ponerse de vieja consejera y dejar nuevas generaciones, no, está jodiendo ahí. ¡Cómo les cuesta largar el pastel! ¡Que lo parió!", exclamó Mujica.
El expresidente uruguayo también ve con preocupación que su "viejo amigo" Luiz Inácio Lula da Silva, que gobierna por tercera vez Brasil, no tenga sucesor en vista.
"Lula está a cerca de los 80 años. Y no tiene repuesto. Esa es la desgracia de Brasil", dijo Mujica.