Al menos 417 personas murieron, entre ellas 44 civiles, en los cinco días de ofensiva iniciada por las facciones islamistas respaldadas por Turquía en el noroeste de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La oenegé, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno tanto en zonas dominadas por los insurgentes como las dominadas por Damasco, señaló que entre las víctimas civiles hay siete niños y cuatro mujeres.
Asimismo,
murieron 219 miembros del Organismo de Liberación del Levante, grupo islamista que lidera la coalición que inició esta ofensiva, así como 137 soldados del Ejército sirio, incluyendo cuatro oficiales.
Hasta el momento, ninguna de las partes ofreció un recuento de las bajas en sus filas, aunque el Ejército sirio ha admitió que algunos de sus soldados murieron.
Siria y Rusia atacaron a lo largo de esta jornada diferentes puntos en Idlib -principal bastión opositor en el país- como la provincia de Alepo, incluida la capital homónima.
Los ataques de Damasco y Moscú se intensificaron para repeler el avance de los insurgentes islamistas, que iniciaron el pasado miércoles una ofensiva contra el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.
Hace dos días, las facciones islamistas entraron a Alepo, la segunda ciudad más grande del país.
De hecho, la misma ONG afirmó que las fuerzas del gobierno de al-Aad perdieron el control "total" de la ciudad.
A 40 kilómetros al norte de Alepo, combatientes proturcos "tomaron el control de la ciudad de Tal Rifat" y de varias localidades aledañas, una posición estratégica, según el OSDH, una oenegé con sede en Reino Unido que cuenta con una amplia red de informadores en el terreno.
El grupo (HTS) y otras facciones rebeldes aliadas "controlan Alepo, excepto los barrios bajo control de las fuerzas kurdas", dijo a AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH.