El gobierno argentino calificó este martes como "un acto casi de guerra" el "secuestro" de un gendarme argentino en Venezuela y exigió su liberación, luego de que Caracas confirmara el arresto del cabo primero por supuestamente haber ido "a cumplir una misión".
"Nosotros lo tomamos como un acto casi de guerra porque nos tomaron una persona diciendo que era un espía cuando realmente era un ciudadano que fue a visitar a su familia", dijo este martes la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, a la emisora local Radio Rivadavia.
Por su parte, el canciller argentino, Gerardo Werthein, dijo a Radio Mitre que
"secuestrar ilícitamente a un ciudadano argentino que va a visitar a su familia ya cruza todos los límites".
"Exigimos la inmediata liberación del gendarme", añadió.
El viernes la cancillería argentina anunció que Nahuel Agustín Gallo, cabo primero de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) de 33 años, había sido detenido en Venezuela tras ingresar desde Colombia para visitar a su pareja y al hijo de ambos, que cumple dos años en enero.
La mujer, María Gómez, dijo a la prensa local que ella está en Puerto La Cruz (oriente de Venezuela) con el niño "por razones personales" desde hace siete meses y que se comunicó por última vez con Gallo el 8 de diciembre. "Todos estamos angustiados", declaró a la radio el lunes.
El ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, reconoció también el lunes que el gendarme había sido arrestado, sin dar detalles. "¿Qué venía a hacer a Venezuela? (...) Venía a cumplir una misión", expresó en rueda de prensa.
Esas son "mentiras para justificar el secuestro ilícito de un compatriota argentino", acusó el canciller argentino.
Bullrich dijo que el gobierno venezolano está "tomando rehenes, secuestrando gente con el objetivo de negociar un salvoconducto de este régimen", agregó Bullrich.
Werthein también denunció que la embajada argentina en Caracas tiene "francotiradores enfrente", todas las calles cortadas y "dificultades para alimentar a estos señores que están asilados" desde marzo, en referencia a los seis colaboradores de la líder opositora venezolana María Corina Machado refugiados en la sede diplomática.
El viernes pasado, la cancillería argentina condenó además la "detención arbitraria e injustificada" de un empleado local de la embajada argentina en Caracas, a quien Bullrich identificó como un chofer que entraba y salía del edificio.
El gobierno argentino recomendó el sábado a sus ciudadanos evitar o posponer viajes a Venezuela.
La embajada argentina está custodiada por Brasil desde el 1 de agosto, luego de que Venezuela rompiera relaciones con el país sudamericano por su posición sobre las cuestionadas elecciones del 28 de julio en las que Nicolás Maduro fue proclamado presidente reelecto en medio de denuncias de fraude.