Las denuncias de opositores y dirigentes de la sociedad civil detenidos se multiplicaron este miércoles en Venezuela, en vísperas de protestas convocadas contra el presidente Nicolás Maduro, que el viernes 10 de enero asumirá un tercer mandato consecutivo.
La oposición, liderada por María Corina Machado, acusa a Maduro de "robar" las elecciones del 28 de julio y llamó a movilizaciones para el jueves en todo el país a favor de Edmundo González Urrutia, quien reclama la victoria en esos comicios.
Maduro, por su parte, anunció la captura de "un alto funcionario del FBI" y "un alto funcionario militar" estadounidense entre un grupo de siete "mercenarios" supuestamente vinculados a un complot planificado por Washington, un enemigo recurrente.
Desde la noche del martes se registró una ola de denuncias de detenciones.
"Solo esta semana nos han reportado a Foro Penal 18 nuevos detenidos presuntamente con fines políticos en Venezuela", indicó en la red social X Alfredo Romero, director de la ONG Foro Penal, que documenta los arrestos por razones políticas.
Figuran entre los capturados Carlos Correa, reconocido activista dedicado a la defensa de la libertad de expresión, y Enrique Márquez, un candidato opositor minoritario en los comicios presidenciales que impugnó sin éxito ante la corte suprema la convalidación que hizo esa institución de la reelección de Maduro. Las autoridades no se han pronunciado sobre estos casos.
González Urrutia denunció previamente el "secuestro" de su yerno, Rafael Tudares, cuando llevaba a sus hijos a la escuela.
Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia, confirmó la noche del miércoles el arresto de Márquez y lo vinculó en un supuesto "golpe de Estado" que contemplaba la juramentación de González Urrutia en una embajada de Venezuela en el exterior.
"Ese señor (Enrique Márquez) está vinculado con el gringo del FBI y está vinculado con el yerno del 'inmundo' (González Urrutia)", ironizó Cabello durante su programa semanal de televisión.
Maduro, en el poder desde 2013, anunció la víspera la activación de un "plan de defensa" con el despliegue masivo de militares y policías.
El centro de Caracas, donde se encuentra el palacio presidencial y la mayoría de las sedes de los poderes públicos, está tomado desde la semana pasada por centenares de agentes de seguridad fuertemente armados.
La reelección de Maduro -proclamado vencedor por el Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado de servir al gobernante del chavismo- es cuestionada por la oposición, que sostiene que González Urrutia arrasó con más de 70% de los votos.
Presenta como prueba las actas que emitieron las máquinas de votación, que González Urrutia llevó en maleta a Panamá en su gira internacional, para que este país las custodie en la bóveda de su Banco Nacional. El chavismo tilda esos documentos de "forjados".
"Son esas actas mi verdadera banda tricolor presidencial", dijo el opositor en su discurso en una ceremonia en Ciudad de Panamá, donde firmó un documento de entrega junto al canciller Javier Martínez-Acha.
Antes fue recibido por el presidente José Raúl Mulino.
Asilado en España desde septiembre, González Urrutia emprendió la semana pasada una gira que lo llevó a Argentina, Uruguay y Estados Unidos, donde se reunió con el presidente Joe Biden.
Después de su escala en Panamá, parte a República Dominicana, donde sopesa tomar un avión a Caracas junto a un grupo de expresidentes latinoamericanos que le apoyan con miras a asumir el poder en lugar de Maduro. El gobierno ha dicho que los trataría como una "fuerza invasora".