La noche del jueves, SpaceX lanzó nuevamente un vuelo de prueba de su cohete Starship desde la base en Boca Chica, en el sur de Texas, en la frontera con México.
Sin embargo, solo unos minutos después del lanzamiento del cohete con el que Elon Musk buscar llegar a Marte, explotó en miles de pedazos en la atmósfera.
Incluso, esto provocó que autoridades de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos obligaran al cierre temporal de cuatro aeropuertos de Florida por los escombros en el cielo.
A través de X, la empresa que es propiedad de magnate Elon Musk declaró que "SpaceX confirma que la etapa superior de la nave Starship para el vuelo 8 se perdió después de perder los motores y el control de la marea unos 20 segundos antes de completar su ascenso".
"En una prueba como esta, el éxito depende de lo que aprendamos, y el vuelo de hoy nos ayudará a mejorar la fiabilidad de Starship. Realizaremos una investigación exhaustiva, en coordinación con la FAA, e implementaremos acciones correctivas para realizar mejoras en las futuras pruebas de vuelo de Starship", mencionaron en una publicación.
Si bien el propio Musk no hizo ninguna publicación en su cuenta personal, sí respondió a unas imágenes del lanzamiento capturadas por el fotógrafo de vuelo espacial, John Kraus.
"Fue un lanzamiento y un aterrizaje hermosos. El progreso no siempre es lineal y sé que el equipo de SpaceX seguirá mejorando Starship a medida que la humanidad avanza hacia Marte", escribió el fotógrafo en X.
Ante esto, Elon Musk se limitó a contestar "los cohetes son difíciles", en tono de broma.
El desarrollo de Starship ha sido complejo para SpaceX, ya que en la séptima prueba que se realizó en enero, ocurrió lo mismo y los escombros fueron a parar al Caribe.