Uno de los países que tuvo una respuesta inmediata fue China, que impuso a EE.UU. aranceles recíprocos. Desde el gobierno chino condenaron el pasado sábado el "acoso económico" de EE.UU. al imponer gravámenes casi a nivel mundial.
A través de un comunicado publicado en el sitio web de Cancillería, criticaron que las medidas estadounidenses "infringen gravemente en los derechos e intereses legítimos de todos los países", "violan las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)", "perjudican el sistema comercial multilateral basado en reglas" y "afectan a la estabilidad del orden económico global".
Desde Japón, el primer ministro Shigeru Ishiba ha advertido que las medidas estadounidenses tendrán un "impacto significativo" en la economía mundial y aseguró que "seguirán instando" a que EE.UU. revise sus gravámenes.
Este lunes el mandatario de Taiwán, William Lai, advirtió el "impacto significativo" que tendrán los aranceles a su economía, pero llamó a la población a que "no entren en pánico".
Además, anunció que "Taiwán no tiene previsto tomar medidas arancelarias de represalia en respuesta a los 'aranceles recíprocos' de Estados Unidos. Las inversiones de empresas taiwanesas en EE. UU. continuarán sin cambios, siempre que se ajusten a nuestros intereses nacionales".
Europa
Por su parte, durante el fin de semana los líderes europeos intensificaron sus contactos, tan solo días antes de que este lunes se reúnan los ministros de Comercio de la Unión Europea en Bruselas para acordar la respuesta del bloque ante la guerra arancelaria.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió tras conocer los aranceles que "la incertidumbre se disparará y desencadenará un mayor proteccionismo".
También consignó que "nunca es tarde" para negociar, pero subrayó que la Unión Europea "esta lista a reaccionar" ante las medidas arancelarias estadounidenses.
Por su parte, el primer ministro británico, Keir Starmer, aseguró que "nadie gana en una guerra comercial" y que "el mundo tal y como lo conocíamos ha desaparecido".
En diálogo con el presidente francés, Emmanuel Macron, ambos dirigentes "coincidieron en que una guerra comercial no beneficia a nadie, pero que no hay que descartar nada", escribió el equipo de Starmer en un comunicado.
En tanto, el propio Macron calificó los aranceles de "brutales e infundados".
En esa línea, también consignó a través de su cuenta de X que "cuando la economía mundial experimenta el golpe de los aranceles impuestos por Estados Unidos, reiteramos nuestra voluntad de coordinar de manera estrecha nuestras discusiones en curso con el presidente Donald Trump".
Alemania también se ha pronunciado. El próximo canciller, Friedrich Merz, alertó que "la situación en los mercados internacionales de renta variable y renta fija es dramática y amenaza con deteriorarse aún más".
"Por lo tanto, es más urgente que nunca que Alemania restaure su competitividad internacional lo más rápido posible", mencionó Merz.
El primer ministro de España, Pedro Sánchez, acusó a Trump de provocar una "crisis injusta e injustificada" en el mundo.
Como respuesta, el gobierno español anunció como medida para su propia economía un plan de respuesta de 14.100 millones de euros para "proteger a sus empresas y trabajadores".
Además, Sánchez comenzará esta semana su gira de Estado por China, donde se reunirá con el presidente Xi Jinping. El español también visitará Vietnam, en un viaje en el que busca incrementar las ventas de empresas nacionales en estos países asiáticos, en medio de plena guerra comercial.
Rusia
Si bien Rusia, que junto con Cuba, Bielorrusia y Corea del Norte no fueron gravados con los aranceles de Trump debido a que no mantienen lazos comerciales con el país norteamericano, de igual forma el Kremlin se ha pronunciado sobre la guerra comercial que calificó como "tormenta económica internacional".
"Nuestras autoridades económicas están siguiendo muy de cerca esta situación y, por supuesto, están haciendo y harán todo lo necesario para minimizar las consecuencias de esta tormenta económica internacional para nuestra economía", dijo portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Peskov destacó que el precio del petróleo, principal producto de exportación del país, es "muy importante" para el presupuesto de Rusia, por lo que Moscú sigue atentamente la situación que es "extraordinariamente intranquila, tensa y emocionalmente recargada".
América
Por su parte, el pasado sábado, el primer ministro canadiense, Mark Carney, comparó los aranceles de EE.UU. con el Brexit y advirtió de que solo conseguirán debilitar a Estados Unidos.
"Estados Unidos se está dañando a sí mismo con estos aranceles. Llevará algo de tiempo para que se vea, de la misma forma que llevó tiempo para que los impactos del Brexit se vieran en la economía del Reino Unido", afirmó Carney en un evento electoral cerca de Toronto.
"Pero he visto esto antes y sé exactamente lo que va a pasar. Estados Unidos se va a debilitar", añadió Carney, quien entre los años 2013 a 2020 fue el gobernador del Banco de Inglaterra cuando el Reino Unido abandonó la UE en el proceso conocido como "Brexit".
En Latinoamérica, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva reveló que su países está barajando medidas en represalia contra Trump. Desde Colombia, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, definió como "un gran error" la creencia estadounidense de que "subiendo aranceles a sus importaciones en general, pueda aumentar su propia producción, riqueza y empleo".
Israel
Cabe señalar que según consignó EFE, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tiene previsto reunirse este lunes con Trump en Washington para tratar, entre otros asuntos, el nuevo impuesto aduanero del 17% que Estados Unidos le impuso a su país.
Hasta el momento, Netanyahu no ha emitido declaraciones públicas sobre los aranceles que planea imponer EE.UU. a su gran aliado Israel.
Sin embargo, desde Tel Aviv, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, declaró el pasado jueves que su gobierno apuesta por "continuar con el diálogo" con Washington para "reducir el daño" que estos aranceles puedan causar a la economía israelí.