Un tema que se ha tomado la agenda política en los últimos días ha sido la serie de denuncias hechas por parlamentarios y figuras de la oposición sobre una supuesta llegada masiva a Chile de vuelos provenientes de Haití con personas de ese país acompañados de menores de edad, lo que supondría una nueva ola migratoria.
La advertencia proviene de diversas figuras y colectividades políticas. Según el diputado y presidente de la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara, Rubén Oyarzo (Ind.), en las últimas dos semanas "han llegado más de 10 charters al aeropuerto desde Haití, con más o menos 150 a 200 personas en cada vuelo, con la excusa de la reunificación familiar. Incluso, nos hemos enterado que están llegando niños sin sus padres con ese documento de reunificación familiar".
No obstante, el director nacional de Migraciones,
Luis Eduardo Thayer, echó por tierra estas denuncias y aseguró que solo se trata de un proceso de reunificación familiar, la cual puede ser solicitada por personas con residencia definitiva en Chile, al mismo tiempo que, aclaró,
solo el 0,3% de los ingresos de residentes extranjeros al país en 2025 corresponde a haitianos. El funcionario remarcó que, si se ve a haitianos "arribando colectivamente" al aeropuerto de Santiago, se debe a que, al no existir vuelos comerciales regulares entre Chile y Haití, las personas que llegan por reunificación familiar optan por vuelos chárter.
Pero, ¿qué está pasando en Haití? Lo cierto es que la ya permanente crisis política y social que vive el país desde hace años alcanzó un punto máximo de gravedad, con los grupos militares controlando hasta el 85% de la capital Puerto Príncipe, según datos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
En el último año, la cifra de muertos producto de la escalada de violencia en el país caribeño ha aumentado considerablemente, lo que incluso ha dificultado el trabajo en terreno de organizaciones internacionales como la propia Cruz Roja, Médicos Sin Fronteras (MSF) y la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), ente militar liderado por Kenia.
Todo esto ha provocado una serie de desplazamientos a nivel interno en Haití, pero también ha encendido las alarmas de aquellos haitianos que viven en el exterior y que buscan reencontrarse con sus familias en sus domicilios actuales.
Un duro escenario
Mientras la clase política intenta gobernar con un Consejo Presidencial de Transición (CPT) encabezado desde hace un mes por Fritz Alphonse Jean, la violencia sigue siendo el problema principal de Haití, con los grupos paramilitares controlando casi la totalidad de Puerto Príncipe, pese a los esfuerzos de las autoridades y la ayuda proveniente del exterior.
Y las cifras son alarmantes. De acuerdo con datos verificados por la ONU, la violencia armada dejó en 2024 al menos 5.626 muertos (un millar más que el año anterior), 2.213 heridos y 1.494 secuestrados.
5.626muertos dejó la violencia armada en Haití en 2024
"La situación de derechos humanos en Haití alcanzó un nuevo punto de crisis", aseguró hace dos semanas el alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos,
Volker Türk, durante la presentación del informe anual sobre la situación en el país caribeño.
De acuerdo con el funcionario, la violencia y la inseguridad se "agravaron dramáticamente", lo que ha ido de la mano con que las pandillas están ganando terreno en Puerto Príncipe y su periferia, y se están apoderando de infraestructuras vitales. Estas bandas criminales, afirmó Türk, se unen a veces para lanzar ataques y superan en cantidad y poder de fuego a las fuerzas del orden.
"Las pandillas matan gente común, castigan brutalmente a los que no obedecen sus reglas o a los sospechosos de colaborar con la policía o los grupos de autodefensa", agregó.
Para combatir este flagelo, desde hace diez meses se desplegó en Haití la
Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) liderada por Kenia, pero que también cuenta con el respaldo de países como Jamaica, Belice, Bahamas, El Salvador y Guatemala.
No obstante, la jefa del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Haití, Marisela Silva Chau, detalló que la MSS actualmente solo cuenta con 970 efectivos de los 2.500 prometidos, lo que representa un 38,8 % del total.
Otros flagelos
Silva Chau también compartió unos datos de Naciones Unidas que sitúan en un 1000 % el aumento de la violencia sexual en la nación caribeña en el último año.
"Hay que hacer algo urgentemente para prevenir la violencia sexual y brindar seguridad y tratamiento a las víctimas. Las familias y las propias víctimas requieren de asistencia psicológica para superar estas experiencias traumáticas", concluyó.
Eso se suma también a
la profunda crisis alimentaria que azota a Haití, donde la mitad de la población "no tiene lo suficiente para comer" según el último análisis de seguridad alimentaria que maneja la ONU, explicó el viernes pasado el portavoz de la secretaría general, Stéphane Dujarric.
Esta situación se debe en gran parte a que el Programa Alimentario Mundial (PMA), que tiene a su cargo el reparto de comidas en las áreas más pobres del país, tiene actualmente un desnivel presupuestario de 54 millones de dólares durante los próximos seis meses.
El aumento de personas desplazadas por la violencia pandillera en Haití no hace sino multiplicar las necesidades del PMA a ritmo mucho más alto que su financiación; así, el viernes pudo alimentar a 2.000 de las 6.000 personas recién desplazadas por los ataques en la ciudad de Mirebalais (centro del país), que se suman a las 15.000 desplazadas en la misma región la pasada semana.
En esa región, como en barrios enteros de Puerto Príncipe (donde 25.000 habitantes tienen niveles de inseguridad alimentaria "de emergencia"), el problema principal es el del acceso de los equipos humanitarios, muchas veces denegado por las propias pandillas, además de que no se reúnen condiciones mínimas de seguridad.
La situación de los desplazados y las complicaciones para la ayuda
Todo este escenario ha obligado a miles de personas a dejar sus hogares y desplazarse de la capital a otras ciudades de Haití o también a otros países, principalmente a República Dominicana.
Según Marisela Silva Chau, la cifra de desplazados internos en el país se ha triplicado en el último año, pasando de 300.000 a un millón, fruto de "la proliferación de las confrontaciones" entre las autoridades y las pandillas.
Asimismo, la ONG
Save the Children alertó que, solo en los primeros tres meses de 2025,
más de 78.500 personas, incluidos más de 40.000 niños, han sido desplazadas. Esto representa más del doble que lo registrado en el mismo periodo de 2024.
"A medida que el desplazamiento continúa aumentando, los albergues se están saturando por completo, dejando a los niños vulnerables a enfermedades, explotación y violencia sexual", subrayó la entidad.
Igualmente, Save the Children sostuvo que "a medida que la crisis se agrava, los gobiernos recortan fondos humanitarios cruciales, lo que limita aún más nuestra capacidad para responder plenamente a la crisis".
"Los trabajadores humanitarios están haciendo todo lo que pueden, pero no será suficiente a menos que se permita a las organizaciones humanitarias acceso sin restricciones y se incremente drásticamente la financiación humanitaria", precisó.
Según la ONG, en los primeros dos meses de este año, los incidentes que restringen el acceso humanitario ( como bloqueos de carreteras y violencia contra los trabajadores humanitarios ) aumentaron un 75% en comparación con el mismo período del año pasado, según un análisis de datos de la ONU.
La situación en Haití "está empeorando dramáticamente al mismo tiempo que los gobiernos están haciendo recortes drásticos a la ayuda extranjera, poniendo en peligro los programas de salud, nutrición, medios de vida y educación de millones de niños en todo el mundo", prosiguió el comunicado.
Este escenario de inseguridad también obligó a la organización
Médicos Sin Fronteras (MSF) a retirarse durante tres meses de dos centros de salud en Puerto Príncipe. La decisión se adoptó tras el ataque selectivo del 15 de marzo contra un convoy de esta ONG que viajaba del centro de urgencias de Turgeau al hospital de traumatología de Carrefour.
Los vehículos de MSF recibieron 15 disparos, añadió la información, que indicó que el incidente ha obligado al grupo a dejar de utilizar esta ruta.
La situación se complica en Haití, mientras sus habitantes continúan desamparados en busca de una solución.