Italia no está acostumbrada a la calma política. En ocho décadas de democracia, el país vio pasar 68 gobiernos, la mayoría efímeros y marcados por alianzas frágiles.
Giorgia Meloni rompió el patrón, y tres años después de jurar como primera ministra, siendo la primera mujer en alcanzar el cargo, lidera el tercer mandato más largo desde la fundación de la República y apunta a batir récords de permanencia.
Su fórmula combina pragmatismo, disciplina y un entorno político favorable. La coalición derechista que la llevó al poder en 2022 se mantiene unida por necesidad más que por afinidad, mientras que la oposición de centroizquierda no logra articular una alternativa sólida.
En paralelo, Meloni moderó su discurso, reforzó su presencia internacional y mantiene un respaldo cercano al 30%, en un escenario europeo donde pocos líderes pueden presumir de tanta estabilidad.
Tranquilidad y estabilidad
La República de Italia, fundada en 1946 de las ruinas de la II Guerra Mundial, vio nacer 68 gobiernos en ocho décadas, dando muestra de una inestabilidad casi congénita, la cual, sin embargo, ahora atraviesa una fase de rara tranquilidad.
El 22 de octubre de 2022, Giorgia Meloni, jefa de los ultraderechistas "Hermanos de Italia", llegaba al poder tras ganar las elecciones con su coalición con la Liga de Matteo Salvini y la Forza Italia (FI) de Antonio Tajani.
Giorgia Meloni. | AP
Un total de 1.094 días después, su gobierno es ya el tercero más largo de la democracia, superado solo por dos de Silvio Berlusconi: el segundo (2001-2005), con una duración de 1.412 días, y el tercero (2008-2011), con 1.287.
Los expertos creen que este hito responde a la propia naturaleza de la coalición derechista, inevitablemente unida para poder persistir, pero también a la debilidad de la oposición de centroizquierda.
La unión de la derecha italiana
El gobierno de Meloni es un tridente encabezado por su partido, que obtuvo un 26% de los votos, y asentado en dos "patas": la menguante Liga de Salvini (8,8%) y una FI (8,10%) que trata de sobrevivir tras la muerte de su fundador, Berlusconi.
Berlusconi en un mitín de Forza Italia en 2017 | EFE
Los problemas y zozobras de estas dos formaciones impiden que sus líderes sueñen tan siquiera en retar a Meloni.
"La derecha se mantiene unida porque para sus miembros resulta más conveniente permanecer juntos que provocar una crisis", explicó a EFE el politólogo de la Universidad "La Sapienza" Oreste Massari.
Gobernar sin oposición
En tanto, en la vereda del frente de Meloni, la oposición no levanta cabeza.
El Partido Demócrata (PD) de Elly Schlein no logra superar el 21% en los sondeos y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) está en caída libre, en torno al 14%.
Elly Schlein, secretaria general del Partido Demócrata. | AFP
Ambas fuerzas, además, están a menudo enfrentándose entre ellas, mientras que partidos centristas como la Italia Viva de Matteo Renzi rozan la irrelevancia.
Dejar atrás el fascismo
Antes de las elecciones de 2022, cuando su victoria era ya predecible, Meloni tuvo que rechazar el fascismo en un vídeo en varios idiomas, debido a los orígenes posfascistas de su partido. Pero eso ya es pasado.
Meloni tras ganar las elecciones. | AP
"Meloni se adaptó, pese a sus posiciones soberanistas y populistas en la oposición, a las reglas internacionales y europeas", apuntó Massari.
"Se ha vuelto más institucional, aunque a veces vuelve a mostrarse agresiva", agregó.
Alta abstención electoral
Las últimas elecciones regionales no solo dieron casi siempre el triunfo a la derecha, sino que revelaron la existencia de una alta abstención.
"Hay cierta desafección política, pero es más aguda en la izquierda. El electorado tiene problemas en encontrar una alternativa de centroizquierda", opina la politóloga Vera Capperucci.
Resultados de Meloni a la cabeza de Italia
Los asuntos internos en Italia está en orden. La economía, aunque débil, crece y acabará el año con un aumento del 0,5%, según diversos observadores. Pronto aprobará sus Presupuestos de 2026 y presume de haber reducido la llegada de inmigrantes desde África, una de sus grandes promesas.
La mandataria también exhibe como un logro haber devuelto a Italia al plano internacional. Por ejemplo, en Estados Unidos mantuvo buenas relaciones tanto con Joe Biden como con Donald Trump.
Meloni junto al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. | AFP
"Ha sabido aprovechar la debilidad en otras cancillerías europeas como en París", sostuvo Capperucci.
Por consecuencia, actualmente todos los sondeos apuntan a que la aprobación de Meloni resiste y hasta sube. "Creo que por ahora podrá dormir tranquilamente", auguró Massari.