SANTIAGO.- "¿Qué quieren ser cuando grandes?", pregunta la abogada Solange Huerta Reyes, nueva directora del Sename, a los niños del Centro de Reparación Especializada de Administración Directa (Cread) Galvarino.
Allí fue donde en abril murió la pequeña Lissette, situación que puso al servicio en el centro de la crítica y bajo la lupa de una causa penal en curso. Ayer fue el espacio escogido por la ex fiscal para su primera visita a un centro dependiente directo de la institución, tras asumir su dirección hace pocas horas.
Hace 25 años Solange Huerta ingresó a trabajar al servicio público y lo hizo -como procuradora- en el INP. Hoy, tras pasar por el Ministerio Público y renunciar hace tres semanas a un cargo directivo en la Fiscalía Nacional, la ministra Javiera Blanco la llamó para hacerse cargo del Servicio Nacional de Menores.
En entrevista con
"El Mercurio", la nueva directora respondió por qué decidió asumir el liderazgo del servicio. "Desde la racionalidad, porque yo soy una persona muy racional (...) desde la racionalidad, esto nadie lo podría considerar un premio, esto como lo describe es una papa caliente".
Recordó que cuando la llamó la ministra de Justicia y "me dijo que pensó en mi nombre, la primera reacción fue '¡Guau, el Sename!'". Hace una pausa y luego se apuró en contestar: "Pero quién no podría decir que sí".
Sostuvo que puso sobre la mesa que se vendrían críticas. Pero, añade, "mi naturaleza es esta, asumir los desafíos y no ser cobarde frente a lo que se iba a venir; o sea, yo tenía claridad el día que dije que sí, que me iban a hacer pebre por Twitter y que iban a inventar una serie de cosas, que son mentiras, que son falsas". En ese sentido, aseguró que los cuestionamientos son porque "hay mucha desinformación, también en lo que ha dicho la prensa respecto del 27-F".
Consultada por las críticas de que su designación es "una mala señal", dado que durante la investigación del caso Maremoto decidió que la Presidenta Michelle Bachelet tuviera calidad de testigo y no de imputada, aclaró que cualquiera que cuestione su nominación puede expresarlo. "La gente puede opinar lo que quiera, siempre y cuando no sea injurioso o calumnioso (...) yo lo respeto".
"Denme tiempo"
Ante ello la ex fiscal aseguró que sólo necesita algo de tiempo para demostrar que tiene las capacidades y que no existe "imprudencia" en su nombramiento. "Denme tiempo y júzguenme por mis acciones;. Yo no soy de discursos, soy más bien de acción, y espero convencerlos", dijo.
Respecto del caso Maremoto, agregó que "en esa época se hicieron las mismas críticas y yo decía que era desde la ignorancia, pero parece que no es desde la ignorancia, sino que es desde que queremos confundir a la opinión pública de lo que pasó". Asimismo, negó que haya hablado con la Presidenta durante el proceso.
"En estricto rigor, nunca había conversado con la Presidenta hasta el día de hoy (ayer). De verdad le digo". Explica que las veces que le tomó declaración solo la saludó y le hizo las preguntas de rigor. "No era mi estilo en términos del ejercicio del cargo de fiscal generar interrelación ni con los imputados ni con los testigos".
Diagnóstico
Dobre los cambios radicales que efectuaría en el Sename, sostuvo que esprra hacer un diagnóstico pronto. A primera vista, dice, tiene la impresión de que el Sename tiene una estructura orgánica antigua, que no se ha modernizado, pero reitera que quiere juntarse con los funcionarios para que ellos le reporten su opinión.
En tanto, respecto de las muertes de menores en centros del servicio, informó que ya le envió un mensaje al fiscal regional Marcos Emilfork -su ex colega- para ponerse a disposición en la investigación. Sabe que si descubre situaciones que pueden ser delito, deberá denunciar y si existen irregularidades administrativas, también se impartirán sumarios, asegura.
"El Sename es un organismo que está golpeado. No es gratis salir en la prensa permanentemente con situaciones en las que están tratando mal en el servicio en el que estás trabajando, eso desmotiva", dice, y espera poder cambiar eso.