Habían solo dos guardias trabajando la madrugada del martes cuando ocurrió el asalto.
Cristián Quiroz, El Mercurio
SANTIAGO.- A $15.954 millones aumentó el botín sustraído por seis encapuchados la madrugada del martes 19 de septiembre según el último arqueo realizado por la empresa Esertval.
Ahora ya definido el monto, las diligencias están enfocadas en dar con los sujetos que ingresaron a la bodega de Independencia, y que al parecer se encontraron con una serie de situaciones que facilitaron su actuar.
Así lo que ha sido catalogado como "el nuevo robo del siglo" -tras el asalto al Aeropuerto- abre una serie de interrogantes que ahora el fiscal Patricio Cooper junto a las unidades especializadas de Carabineros, como el OS-9 y Labocar, deberán resolver.
Según información dada a conocer por El Mercurio, la empresa no cumplió con los protocolos de seguridad requeridos por la normativa, siendo considerada una falta gravísima que
un vigilante deje su lugar de trabajo, en este caso para ir a comprar justo a esa hora (alrededor de las 04:30) cigarros. Además,
uno de ellos no portaba su credencial.
En ese sentido, también llama la atención que
sólo habían dos guardias custodiando una bodega con esa cantidad de dinero en su interior.
Junto con lo anterior se constató que este año se han realizado 649 fiscalizaciones a empresas de valores en todo el país y se han cursado 77 infracciones.
La compañía afectaba por el robo fue revisada en siete oportunidades, de las cuales dos terminaron con multas.
Además la investigación hasta ahora demostró que
las cámaras de seguridad lograron captar imágenes solo en el exterior de la empresa pero no adentro. Mientras que
la alarma falló.
Es por lo anterior que el persecutor de la zona Centro Norte anunció que se citará a declarar a más de 50 personas, incluyendo los dueños de la firma.
También se considerará a los dos guardias que trabajaban a esa hora, entre los que está el que salió a comprar y fue tomado como rehén cuando volvió a la oficina y con el que ingresaron hasta la bodega los antisociales. Ellos entraron con vehículos y carros de supermercados para sustraer los billetes, mientras los dependientes permanecían esposados, golpeados y encerrados en una oficina por la casi hora y media en que actuaron los delincuentes.
Al ser consultado sobre si podría existir colaboración previa de los guardias para que se perpetrara este hecho, el fiscal Cooper señaló que "ningún tipo de hipótesis" puede ser descartada y agregó que "había ciertos conocimientos básicos sobre la empresa, por el modus operandi en la forma en que se efectuó el ilícito". Además aseguró que podrían haber "algunas desprolijidades" en las operaciones de Esertval.
