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Después del paso del Papa por Chile: ¿A qué se debió el bajo número de asistentes a las actividades y misas?

El calor, el cambio de quincena del verano, los atentados a las parroquias y hasta el alza del precio de los pasajes desde Argentina son algunas de las razones que esgrimen expertos para explicar por qué llegaron menos fieles de los esperados.

19 de Enero de 2018 | 08:18 | Por Consuelo Ferrer Durán, Emol
SANTIAGO.- “Hay menos gente de la que esperábamos. Estábamos esperando un número de gente mayor”, afirmó la mañana del jueves el director ejecutivo de la visita del Papa Francisco a Chile, Javier Peralta, mientras los asistentes llegaban a Iquique para encontrarse con el Pontífice.

Sus palabras, emitidas a radio Cooperativa, sintetizaron lo que las imágenes aéreas ya habían evidenciado: los recintos que estaban preparados para recibir a la multitud, sobre todo en Temuco e Iquique, se veían mucho más vacíos de lo esperado.

Peralta, después, confirmó a ADN que a la misa de campus Lobito llegaron 90 mil personas, a pesar de que existían 380 mil cupos. A Temuco llegaron cerca de 200 mil personas, la mitad de la cifra que se proyectaba inicialmente.

Un fenómeno chileno


Quienes también llegaron de visita a Chile fueron los biógrafos del Papa y periodistas del Vaticano, los que manifestaron haber notado un apoyo menor en las calles y eventos al observado en otros países de América Latina.

“Sorprende mucho, porque estamos en un país católico que parece que ya no es tan católico”, dijo a La Tercera la periodista argentina y autora de “Francisco, vida y revolución”, Elisabetta Piqué.

"Estuve en Colombia, Ecuador, Bolivia, Paraguay y Brasil, y el panorama era muy distinto"

Editor de Vatican Insider
En la prensa internacional, la visita del Papa a Chile era vista con curiosidad por el difícil momento que atraviesa la Iglesia Católica en el país, después del golpe de casos como el de abuso sexual del sacerdote Fernando Karadima, o de adopción ilegal de Gerardo Joannon.

“Estamos en América Latina y yo no he visto muchísima gente en las calles. Yo estuve en Colombia, Ecuador, Bolivia, Paraguay y Brasil, y el panorama era muy distinto”, añadió, por otra parte, Andrea Tornielli, editor de Vatican Insider.

Al encuentro con jóvenes en el Templo Votivo de Maipú también llegó la mitad de los 400 mil asistentes que se esperaban, hecho que era previsible pues la entrega de entradas se realizó de manera más lenta debido a una baja demanda. Por lo mismo, la organización extendió la invitación a personas de todas las edades.

El verano y las redes sociales


"Se juntaron condiciones que pudieron haber mermado el número de público: el calor, las vacaciones, el cambio de quincena. Eso es una realidad", explica a Emol la directora ejecutiva de Voces Católicas, Soledad Errázuriz, aunque defiende que la importancia de la visita no radicó en el número de asistentes sino en los mensajes entregados por el Pontífice.

Menciona, además, una teoría con respecto a la masificación de las redes sociales, sobre todo al comparar la participación que hubo durante la visita de Juan Pablo II, hace casi 31 años.

"Gracias a las tecnologías y las redes sociales, uno prácticamente ve de manera cotidiana al Papa, entonces puede ser que se pierda un poco esa novedad de lo distinto, de lo lejano, que sí existió con Juan Pablo II", afirma.

Menos argentinos cruzaron Los Andes


Para Peralta, hay una “percepción distinta” con respecto a la asistencia, ya que en Santiago “fue más de lo esperado”. “En Temuco, lo que nos pasó es que sobredimensionamos la presencia de extranjeros (...) Pero preferimos estar sobrepreparados que subpreparados”, afirmó.

La presencia de argentinos fue otro de los factores que no se comportó de acuerdo a lo esperado: según el periódico Clarín, el pasado fin de semana sólo un 10% más de viajeros cruzaron la frontera, con respecto a la misma época del año pasado.

"Estaba sobrestimada la cantidad de argentinos que iban a venir"

Embajador argentino en Chile
“Estaba sobrestimada la cantidad de argentinos que iban a venir”, dijo José Octavio Bordón, el embajador de Argentina en Chile.

Entre las razones puede estar, para el Diario Popular, en el alza del costo de los pasajes desde la nación trasandina hasta Chile: el año pasado, viajar en bus desde Argentina costaba cerca de 50 dólares menos.

Temuco e Iquique, dos casos distintos


Para la teóloga de la U. Católica, Sandra Arenas, lo que se dio en Santiago no se puede comparar con lo que sucedió en Iquique y Temuco. “Era mucho más fácil y probable que se cumplieran las expectativas en la capital, porque adhirieron ciudades aledañas y una gran cantidad de mendocinos”, explica a Emol.

Para la académica, las imágenes aéreas obligaron a los católicos a “bajar el discurso triunfalista de que había mucha gente”. “Se notaba que quedaron muchos espacios vacíos y creo que influyeron dos cosas: los atentados y el clima de violencia previo, y el movimiento laico de Osorno”, afirma.

El temor a presenciar un nuevo disturbio habría disuadido a las personas de participar de la misa en Maquehue, plantea. “Era esperable que, teniendo la mejor de las tribunas con el Papa presente, acontecieran cosas. Había un clima que no era tan sano como para ir a celebrar”, comenta.

En Iquique, en cambio, el caso es diferente. “En nuestro norte grande, donde se reúnen miles y millones de chilenos con fiestas y bailes religiosos, como La Tirana, la feligresía está mucho más cercana a la religiosidad popular que a la institucional”, explica.

“Es un llamado de atención”, comenta Arenas, citando a San Alberto Hurtado al afirmar que ahora cabe para el catolicismo “hacernos la pregunta de si Chile es o no un país católico”.

“Las estadísticas dicen que ha disminuido considerablemente la cantidad de católicos y han emigrado al protestantismo o a la increencia. El proceso de secularización es algo de lo que la Iglesia chilena no ha sabido hacerse cargo y se hace necesario intentar mediar un discurso evangélico mucho más relevante”, concluye.
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