SANTIAGO.- "No puede ser que mi universidad y la de todos los estudiantes se la estén tomando. Eso no puede ser. Ninguno está en contra del movimiento feminista, pero sí hay varios que estamos en contra de la toma, no puede ser que las estudiantes de acá pasen a llevar las decisiones del resto. Nadie decidió la toma". Así, Javiera Rodríguez, Consejera Superior de la UC y parte del Movimiento Gremial, se enfrentó a las estudiantes que durante este viernes decidieron tomarse la Casa Central de la Universidad Católica, sumándose a las movilizaciones feministas que se han registrado en diferentes universidades del país.
La estudiante de Periodismo siempre estuvo involucrada en la política.
En conversación con Emol cuenta que viene de una familia conservadora, por lo que cuando llegó a la universidad de inmediato comenzó a participar del Movimiento Gremial "de hecho ni siquiera me acerqué a otros movimientos porque sabía dónde estaban mis ideales políticos", asegura agregando que en su carrera al ser "mucho más de izquierda, era raro que los chiquillos de comunicaciones tuvieran una compañera que fuera gremialista, porque
yo era 'la facha de comunicaciones'. Nunca me trataron mal ni nada por el estilo, pero sí era algo especial entre los mismos compañeros de la Universidad".
Su vida política la inició en segundo año, cuando se postuló a delegada. Sin embargo, comenta que "mi vida política fue súper loser", pues ese año perdió la elección, al igual que cuando postuló a ser consejera territorial. "Alguien tenía que dar la batalla de las ideas en ese espacio, pero siempre me trataron con buena onda", asegura.
Sin embargo, gracias a que por tres años seguidos fue Matrícula de Honor, decidió postular a ser Consejera Académica, "gané con Felipe Cáceres como subconsejero e hicimos una gestión muy transversal en nuestro periodo, siempre velando por los estudiantes, sean de izquierda o derecha siempre trabajamos por ellos" y según cuenta, motivada en parte por los propios estudiantes de su carrera, "incluso por ellos que no pensaban lo mismo que yo", decidió postularse a Consejera Superior, elección que ganó por 73 votos.
Consejería y Toma feminista
Javiera comenta que como Consejera Superior le ha tocado estar "en este momento un poco difícil, porque yo soy mujer y siempre he estado comprometida, a pesar de que yo pertenezco a un movimiento súper conservador, yo sí entiendo cuáles son las dificultades de la mujer al enfrentarse a muchas cosas, desde la academia hasta cosas laborales, cosas incluso de trato y las entiendo y también las comparto".
De hecho, según relata, su gestión siempre estuvo enmarcada en proyectos que buscaban mejorar las condiciones de los estudiantes de la universidad y principalmente de las mujeres. Así destaca que incluso, a principios de abril se reunieron con la Ministra de la Mujer, Isabel Plá, "habíamos conversado con el Consejo Académico de que habían problemas para que la mujer se desarrollara profesionalmente. Le presentamos los problemas que tenían los estudiantes con los protocolos, los problemas de acoso y violencia y todo esto explotó tiempo después, pero de parte de nosotros siempre estuvo la intención propositiva de hacer algo y tuvimos la intención de trabajar esto de la forma más transparente, con la transversalidad que siempre nos ha caracterizado".
Es por ello que la estudiante de periodismo califica la toma feminista de la Casa Central como una pena, pues "me cuesta estar en la posición en la que estoy, porque al final
yo estoy con los alumnos que están en la toma y con los que están afuera y entiendo también todas las cosas que piden las chiquillas. Encuentro legítimo que se ponga urgencia al trabajo de los protocolos y al programa de violencia sexual, pero hay un límite y yo creo que hoy día se cruzó".
Tras enterarse de la toma, a Javiera se le vio en los medios enojada y ofuscada. En ese sentido, explica que "me enojé mucho porque encuentro que todas las intenciones de diálogo que habían surgido de las mismas mujeres al final se radicalizaron y se transformó en una toma que al final ni siquiera fue legitima".
"Muchos estamos exigiendo las mismas cosas, pero las instancias de trabajo se tienen que dar y esto traspasa cualquier esfuerzo por solucionar las cosas y más que nada lo que hace es separar a muchos estudiantes que quieren lo mismo que ellas", manifestó.
En ese sentido, la Consejera Superior de la UC asegura pese a sus ideologías políticas, sabe que "hay ciertas cosas de fondo que las niñas tienen todo el derecho a exigir. Hay cosas de fondo que obviamente la universidad tiene que mejorar y trabajar" y por lo mismo espera que exista un diálogo con las autoridades y "que la toma se deponga de la forma más pacífica posible".