SANTIAGO.- "Cuando uno planta un árbol, se demora dos o tres años en que empiece a producir", dijo el Presidente Sebastián Piñera este lunes en una radio local de la Región del Maule, durante su visita a la zona que vive preocupación tras el anuncio del cierre de Iansa en Linares, donde se perfilaba como el principal empleador.
"Vamos ayudarlos buscando alianzas estratégicas con exportadores, con otras empresas, para que algunos agricultores, los que quieran, puedan pasar de los cultivos tradicionales hacia frutales, que son de mucho mayor valor agregado. Esto es lo que ha hecho el Maule Norte, que se ha ido reconvirtiendo a una velocidad muy grande. Sin embargo, el Maule Sur no lo ha hecho", afirmó.
Se trata de una diferencia que los habitantes de la región conocen de cerca. Para el senador Juan Antonio Coloma, representante de la zona desde hace 16 años, se trata de un fenómeno que se explica por factores históricos.
"Hace 12 años, hubo una crisis muy importante con la planta (de Iansa) en Curicó —que finalmente cerró en 2016—, pero en ese momento hubo un esfuerzo de reconversión y se tradujo, por ejemplo, en plantaciones de cerezos", cuenta el parlamentario en conversación con Emol.
"¿Cuánto de eso puede ocurrir, de la misma forma, en el Maule Sur? ¿Cómo dirigir el eje de las preocupaciones de la autoridad hacia entender que hay un sector en la región que necesita una mano?", plantea.
Los números del Maule
En la región, el límite se dibuja de forma gráfica: todo lo que queda arriba del Río Maule es conocido popularmente como Maule Norte. Hacia abajo, está el Maule Sur. Fue también, hasta antes de la reforma electoral, una diferencia política: se trataba de dos circunscripciones senatoriales distintas. Las provincias del norte —Curicó y Talca— acumulan, en números, índices económicos más favorables que las que ostentan las del sur: Linares y Cauquenes.
Según el boletín de exportaciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) con respecto a la región, en mayo de 2018 las exportaciones alcanzaron 285,7 millones de dólares, lo que implicó una diferencia interanual positiva de 22,2%.
Todo ese monto se divide en dos sectores: Industria, con 177,1 millones de dólares, y Silvoagropecuario, con 108,5. En el primero, la delantera la lleva el norte, debido a que las exportaciones que concentran la mayor cuantía corresponden a la fabricación de celulosa, papel y cartón.
"Se perdieron años, a través de la remolacha, de que la gente reinvirtiera en productos más rentables económicamente y más exportables. Esa es la diferencia entre Maule Sur y Norte, que Maule Norte exporta mucha fruta, mucho vino, y esta zona de acá no"
Pablo Milad
Se debe a las dos plantas que tiene en la región la empresa Arauco, una en Licantén y otra en Constitución, ambas sobre el límite del río. En 2015, la región se empinó como el mayor productor mundial de celulosa cruda o kraft.
En cuanto al sector Silvoagropecuario, concentraron un 38% de las exporaciones regionales, siendo la fruticultura la de mayor peso: 99 millones de dólares, en el 34,9% de las exportaciones. En 2016, la región se consolidó como la segunda más importante para la fruticultura nacional, destacando en la producción de cerezas y manzanas rojas.
Pero las hectáreas plantadas no se distribuyen de forma equitativa. Según el Catastro Frutícola de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias del Ministerio de Agricultura de 2016, la zona norte concentra más del 70%.
Así, Curicó lidera con 29 mil hectáreas, Talca sigue con 17 mil, empatando con Linares —siendo la que más aumentó con respecto al periodo anterior, en un 26%— y cierra el listado la provincia de Cauquenes, con apenas 559 hectáreas.
La reconversión en el horizonte
"La diferencia económica la ha marcado principalmente la modernización del Maule Norte en cuanto a la reconversión de árboles frutales. La mayor cantidad de empresas frutícolas de Chile están en esa zona, por el hecho de que el clima es adecuado", explica a Emol el intendente de la región, Pablo Milad.
La autoridad también admite un desbalance en el desarrollo. "Maule Sur está un poquito más retrasado, pero vamos a trabajar para reincentivarlo con muchos proyectos de construcción, con reactivación económica, porque necesita la mano del gobierno regional y del central", añade.
A su juicio, la causa está en que "se perdieron años, a través de la remolacha, de que la gente reinvirtiera en productos más rentables económicamente y más exportables". "Esa es la diferencia entre Maule Sur y Norte: que Maule Norte exporta mucha fruta, mucho vino, y esta zona de acá no", comenta.
Por eso, el intendente apuesta por la reconversión de los terrenos. Su visión se complementa con la del senador Coloma. "Si uno mira en los caminos, hay mucho que se puede hacer: una mano en inversión turística, por ejemplo, que tiene un potencial impresionante", dice. En la zona sur se encuentran las termas de Quinamávida, Panimávida y Catillo.
"El Maule es uno solo. Tiene realidades distintas, producto en algunas ocasiones de la cercanía a Santiago en un país centralizado, que ha permitido que en esas partes el sector norte se haya desarrollado con mayor velocidad, pero hoy le toca al Maule Sur", concluye.
