SANTIAGO.- "
Impactado, molesto y dolido". Esa habría sido la reacción del ex párroco de El Bosque,
Fernando Karadima, luego de que durante la mañana de ayer el vicario judicial del Arzobispado de Santiago,
Jaime Ortiz de Lazcano, llegara hasta el hogar San José de Lo Barnechea para comunicarle la decisión tomada por el Papa Francisco:
despojarlo de su estado clerical.
La resolución del Pontífice profundizó la sanción canónica que el ahora ex presbítero había recibido el año 2011 por sus abusos sexuales y de poder contra menores de edad, vejámenes que nunca ha reconocido. "Retirarse a una vida de oración y penitencia", la prohibición del ejercicio público del sacerdocio y vedado de contactarse con feligreses de la parroquia El Bosque, fue la sentencia emitida por la Congregación para la Doctrina de la Fe hace siete años, castigo que con la expulsión quedó sin efecto.
"En caso de no observar las medidas indicadas, el inculpado podrá recibir penas más graves, no excluida la dimisión del estado clerical", rezaba su entonces sanción. Cuando se conoció aquel fallo, el arzobispo de Santiago de la época, Francisco Javier Errázuriz, fijó como residencia de Karadima el convento de las Siervas de Jesús de la Caridad, en Providencia. Según informó El Mercurio, de acuerdo a varios testigos comportamiento en el lugar se volvió "difícil de controlar".
En febrero del 2014, un pariente del hogar grabó un video de Karadima celebrando misa. Aunque desde la Santa Sede no consideraron que dicha eucaristía tuviera carácter público, igualmente fue amonestado por intentar contactar a integrantes de la Pía Unión Sacerdotal. "La situación es de la mayor gravedad (...). Arriesga la expulsión del estado clerical", dijo esa vez el vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro.
No habría sido el único hecho. Según El Mercurio, un religioso que pidió reserva de su identidad, reveló que cuando falleció su padre, en 2011, un ya sancionado Karadima le habría mandado saludos a través de un sacerdote con quien tenía prohibición de contactarse. "Si se comunicó para eso ¿para cuántas otras cosas más se habrá comunicado?", se preguntó el presbítero.
El 2 de mayo del año pasado, El Arzobispado de Santiago comunicó que "debido al desgaste natural", tras una larga estadía en la residencia, el ex sacerdote sería trasladado al Hogar San José, en Lo Barnechea. En ese lugar Karadima habría tenido restringida la circulación interna para evitar molestias de otros residentes, como también de familiares de estos.
Lea la nota completa
aquí.
