SANTIAGO.- "Vengo a dar cumplimiento en lo que establece en la declaración pública que hice el viernes pasado". A las 7:55 de la mañana llegó el comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, al despacho de la ministra Romy Rutherford, a cargo de la investigación ligada al mal uso de dineros fiscales destinados a comisiones de servicio en el extranjero.
La audiencia la pidió él, luego que The Clinic difundiera un discurso donde se refería a uniformados involucrados en tráfico de armas y mencionara a otras ramas de las Fuerzas Armadas en la indagatoria que lleva Rutherford
"¿Es posible encontrar situaciones similares en las otras instituciones? Respuesta, sí. Lo que pasa es que estamos siendo investigados nosotros", dijo ante los miembros de la institución castrense.
Al día siguiente de publicado el audio, se desdijo en una conferencia de prensa: "Muy lejos de la intención estuvo dañar a las otras instituciones de las FF.EE. En este caso fueron mencionadas solo porque tenemos un reglamento en común de cerca 40 años de antigüedad, somos nosotros, el Ejército la institución que está siendo investigada y nos estamos haciendo cargo de ello".
Pero las explicaciones no terminaron allí. Hoy estuvo más de una hora hablando con la jueza. Terminada la visita, aseguró brevemente: "Vine a indicarles que no tengo ningún antecedente concreto o por el estilo que involucre a las otras instituciones. Este es un problema del Ejército y el Ejército tiene que resolverlo. No tengo ningún antecedente y eso fue lo que vine a indicarle a la ministra Romy Rutherford".
Esta semana, Martínez concurrió también al Congreso para referirse a los dichos filtrados. Ayer llegó hasta la comisión de Defensa de la Cámara de Diputados recalcando que al interior de la institución "no hay ruido de sables".
