La fiscalía mostró imágenes del sargento Ávila portando una cámara el día en que ocurrió el operativo.
Captura Poder Judicial.
SANTIAGO.- "Una hora después" de la muerte de Camilo Catrillanca se habría producido el enfrentamiento que dejó con orificios de proyectiles el vehículo que se transportaba el equipo del Gope de Carabineros.
Así lo señaló el fiscal de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía de La Araucanía a cargo de la indagatoria por el deceso del comunero, Roberto Garrido en su exposición durante la formalización de los cuatro policías detenidos por el hecho ocurrido el miércoles 14 de noviembre en Temucuicui.
Para acompañar su exposición, el persecutor mostró una serie de videos grabados por otros policías que llegaron al sector, y que parten cerca de las 16:44 de aquella jornada. Según señaló, cerca de esa hora habría ocurrido el hecho.
"(Hubo ataque a Carabineros y) comenzaron una hora después de la muerte de Camilo Catrillanca. Y ¿por qué sabemos que comenzaron una hora después? porque las comunicaciones de la central de comunicaciones así lo demuestran", comentó.
"Lo relevante es que hasta las 16:55 no hay ningún reporte en las comunicaciones oficiales en cuanto de haber recibido ataques con armas de fuego", dijo el persecutor, quien añadió que "ningún ataque que justifique el empleo de armas de fuego".
"Esto descarta entonces estas primeras versiones y demuestra que hubo una intención de variar u ocultar esta investigación", sostuvo.
"Lo relevante es que hasta las 16.55 no hay ningún reporte en las comunicaciones oficiales en cuanto de haber recibido ataques con armas de fuego"
Fiscal Ricardo Garrido
"El tiro que recibió el señor Camilo Catrillanca es un impacto directo que ingresa a su cabeza causando un grave daño", afirmó en base a los resultados de informes ordenados para recalcar que el proyectil de casi cinco centímetros que impactó en la cabeza del joven de 24 años no fue por rebote.
"¿Y qué es lo primero que vemos? una cámara"
Por su parte, el fiscal José Calderara, a cargo obstrucción a la indagatoria, recordó los testimonios de los ex uniformados, quienes, en un principio, aseguraron no haber tenido una cámara.
"¿Y qué es lo primero que vemos? una cámara", indicó en referencia al video grabado por otro vehículo blindado. Según lo expuesto por Calderara, Ávila confesó posteriormente que la cámara había sido utilizada en un contexto personal, donde tenía videos íntimos con su esposa. Por ello, continuó, aseguró haber cortado la tarjeta de memoria con una tijera, tirando los restos por el inodoro.
El persecutor aseguró que ninguno de los indagados da una "declaración coherente". Aseguró que las primeras declaraciones "no son sostenibles", ya que el equipo se trasladaba, según respalda la evidencia, en grupo en todo momento y "no es razonable, no es justificable, no es creíble que ninguno se pudiera percatar de esta presencia tan evidente de la cámara de registro".
Finalmente, Garrido tomó la palabra y aseguró al tribunal sobre los imputados: "No solo defraudan el espíritu de su institución que es la protección del débil; atacan a una persona desarmada, por la espalada cuando se retiraba del lugar", y luego se conciertan para ocultarlo.
El Ministerio Público pidió para los cuatro ex policías la medida cautelar de prisión preventiva.