SANTIAGO.- "La política a veces es con llorar", dijo ayer el diputado de la DC, Gabriel Silber, un día después de renunciar a su candidatura para presidir la Cámara de Diputados durante este año, empujado por la denuncia anónima que comenzó a difundirse entre sus pares sobre su presunta participación en un caso de violencia intrafamiliar.
La frase del parlamentario graficó fielmente el estado en el que quedó él y su partido tras el episodio revelado a través de dos correos que daban cuenta de los supuestos problemas que habría tenido con su esposa, la ex vicepresidenta de la DC, Cristina Orellana, quien lo respaldó e incluso lo acompañó a la PDI para pedir que se investigue el origen de los mails.
De hecho, el
presidente del partido, Fuad Chahín, reaccionó señalando que "lo que nos corresponde como partido y bancada es poder proponer un nombre que concite la mayor unidad posible, que nos permita salir fortalecidos
en un momento absolutamente duro y difícil, porque Gabriel es una persona muy querida y apreciada dentro de la bancada".
Asimismo, recalcó que "cada partido tiene el derecho a elegir quién es el candidato que presenta cada una de las instancias que le corresponde de acuerdo a este acuerdo administrativo. Por lo tanto, para nosotros
no es aceptable que se pretenda vetar o influir respecto de la decisión que va a tomar autónomamente la DC".
Sin embargo, el efecto provocado por la difusión del rumor se extendió mucho más allá de las fronteras de la DC, ya que a juicio de los expertos éste dejó en evidencia la desorganización de la oposición. Asimismo, advierten que su decisión de bajar su postulación a la testera de la Cámara Baja representa un peligro para la democracia.
Así lo cree el doctor en Ciencia Política, Kenneth Bunker, quien señaló a Emol que "es un mal precedente que una carta anónima pueda forzar a políticos a tomar decisiones tan drásticas como la que se tomó. Creo que los políticos no debiesen verse amedrentados por cartas anónimas".
"Lo que se ha entendido es que Silber es inocente, incluso la pareja lo respaldó. Desde ese punto de vista no hay ninguna evidencia que pueda sostener que él es culpable de esto. Que él renuncie a una opción, fija un precedente para que sigan llegando cartas anónimas y esto pueda seguir pasando y eso sería bastante malo para la democracia", enfatizó.
A su juicio, "para eso están los conductos regulares y la justicia para investigar. Si bien no es una denuncia que hay que tomar con ligereza, tampoco es una denuncia que se deba tomar tan en serio para cambiar el rumbo de las decisiones preacordadas".
La misma opinión planteó el cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales. "Es un mal precedente porque- de acuerdo a las fuentes oficiales- no hubo una investigación previa. Sospechamos- eso sí- que la hubo pues de lo contrario el PDC no habría bajado tan rápidamente la candidatura de Silber".
"Dado que el tema es extraordinariamente delicado, la DC tomó la decisión más sana: ahorrarse un problema que pudo seguir creciendo y- de paso- dar una señal en una línea similar a lo que sucedió con Ricardo Rincón", indicó.
Los efectos en la DC, la ex NM y el FA
En cuanto a las consecuencias políticas que trajo este hecho, Morales aseguró que se trató de "un misil directo al corazón de la articulación opositora. La negociación por la mesa de la Cámara era el primer paso para construir un gran acuerdo de centroizquierda. Si bien es sólo un asunto administrativo, genera efectos políticos evidentes".
"Por cierto, el actor más perjudicado es la DC. No tiene una bancada muy nutrida y, por tanto, cuesta encontrar un reemplazante para Silber. A mi juicio, el reemplazante natural es Matías Walker. Tiene la característica de ser respetado por la oposición, valorado por el gobierno y con ascendencia en su bancada y en la directiva del partido", indicó.
En la misma línea, Bunker apuntó que "la DC ya llega alicaída a este momento y a pesar de que sigue siendo la primera opción de que pueda tener otro de sus diputados en esa posición como Lorenzini o Walker, creo que
tampoco le hace bien estar en el medio de estos escandalillos".
"Entonces, obviamente Silber es el principal perjudicado, pero también la DC, al entrar a un conflicto donde ellos mismos están acusando de una operación política sin siquiera tener ningún antecedente. Al ser un partido que se ha visto tan reducido en el último tiempo y con poco poder, yo creo que a ellos no les conviene este tipo de noticias", dijo.
Según el cientista político, otro que se vio afectado es el presidente de la DC, Fuad Chahín. "De alguna manera se le puede imputar a él la responsabilidad. Hay cosas que no puede controlar, pero como representante debiese tener un poco más de orden. Entra la duda sobre cuánto control tiene sobre los parlamentarios de sus filas", explicó.
En la otra vereda, según Morales "el FA y el gobierno aparecen como ganadores. El gobierno es un mero espectador de la crisis opositora y, por tanto, sólo le resta tomar palco. El FA, en tanto, ve esto como una oportunidad. Le sirve para mostrar que la oposición tradicional no cuenta con los estándares éticos mínimos para asumir un rol tan importante".
Según Bunker, la renuncia de Silber para el Frente Amplio "en parte les sirve estratégicamente para ganar tiempo y seguir negociando con la oposición, porque están un poco trabados en la comisión de Hacienda. Entonces, hay mucho más en juego que simplemente la testera de la Cámara de Diputados".
Eso si, a nivel de oposición, el analista advierte que el golpe "no es tan profundo, aquí lo principal es el precedente que fija movilizarse en base a cartas anónimas. Creo que va a pasar, no es un bochorno mayor a otros que ha pasado la Nueva Mayoría en el último tiempo. Hay una descoordinación que debiesen trabajar para minimizar estos episodios".