SANTIAGO.- Con el objetivo de presionar al Gobierno para que vuelva a abrirse al diálogo, este jueves se llevó a cabo el segundo
"cacerolazo de los patipelados", convocado por el
Colegio de Profesores.
Cientos de personas a lo largo de Chile escucharon el llamado de los docentes y se unieron a la movilización para exigir sus demandas, portando cacerolas, ollas, cucharas, botellas y palos.
La idea era generar ruido y así expresar el descontento del Magisterio con las propuestas del Ejecutivo, en el marco del paro de los profesores que ya va a cumplir su quinta semana.
Personas de distintas regiones reportaron en redes sociales su respaldo a la protesta, que agrupó a decenas de personas en diversas ciudades y centros neurálgicos del país. Vecinos de La Serena, Concepción, Puerto Montt, Iquique, Rancagua, Valparaíso, Valdivia, Tocopilla o Santiago atendieron la convocatoria de los docentes.
Según señaló en la antesala de la movilización el presidente del gremio, Mario Aguilar, una de las ideas del cacerolazo era instar al Gobierno a reabrir las conversaciones para terminar lo antes posible con el paro.
Sin embargo, la ministra de Educación, Marcela Cubillos, ha expresado en reiteradas ocasiones que, tras la última propuesta que fue rechazada por el Colegio de Profesores, el diálogo ahora está condicionado a que los docentes depongan la movilización y retornen a clases.
