SANTIAGO.- Fueron semanas intensas para el Partido Socialista y parte del origen del conflicto se puede trazar hasta el 26 de mayo pasado, cuando los militantes concurrieron hasta las urnas para elegir a los 30 miembros de su Comité Central Nacional y los 80 representantes regionales. Este sábado, serán ellos quienes tengan la responsabilidad de elegir la nueva directiva del partido en uno de sus momentos más oscuros.
Y es que los problemas comenzaron pocas horas después del cierre de las votaciones, cuando el ex ministro y actual senador por Maule, Álvaro Elizalde, aseguró que su lista se había impuesto en los sufragios. Su contrincante, la diputada Maya Fernández, lo refutó y se dio por vencedora, en una polémica incierta que duró 16 días.
Finalmente, el Tribunal Supremo de la colectividad vino a confirmar el escrutinio final de votos apenas el 12 de junio. Allí, comunicó que 21 escaños corresponderían a la lista de Elizalde y nueve a la de Fernández. Sin embargo, la discordancia continuó. Si bien la opción liderada por el senador recolectó más votos en total, Elizalde obtuvo menos votos individuales que Fernández: mientras él alcanzó 1.327 sufragios, la ex presidenta de la Cámara obtuvo 4.573.
Los resultados de la elección no determinaron directamente la nueva directiva del partido, sino que los miembros del comité central que la votará. Al tener más escaños que Fernández, se presume que Elizalde podrá conseguir una victoria simple en la instancia partidaria que hoy definirá el nombre de su líder, en una reunión que comenzó a las 10 de la mañana.
Pero el contexto que atraviesa el partido hace difícil la utilización de la palabra "simple". Las tensiones entre las listas son apenas una parte de los problemas que ha debido enfrentar el PS en el último tiempo. Uno de ellos: la eliminación de veinte comunas de la elección debido a problemas en el padrón electoral, incluyendo la de San Ramón, señalada por un reportaje como una lugar donde la política y el narcotráfico tejieron vínculos.
El factor San Ramón
Con un escueto comunicado el pasado 19 de junio, el PS respondía a la polémica que desató el reportaje emitido por Canal 13 el día anterior, que mostró presuntas irregularidades en el padrón electoral del partido en San Ramón, como repetición de domicilios asociados al narcotráfico y evidencia de participación indirecta de ex militantes que habían sido separados del partido por el mismo motivo.
La lista de Maya Fernández pidió anular la votación obtenida en las mesas de San Ramón. Los parlamentarios de la tienda dijeron sentir "vergüenza" y "dolor" por la situación vivida. Elizalde, actual líder del partido, anunció una auditoría completa al padrón a nivel nacional y defendió la transparencia de las elecciones.
La crisis escaló hasta el Gobierno. La vocera, ministra Cecilia Pérez, realizó un emplazamiento directo a la colectividad: "Sin duda que es un llamado a reflexión como país, porque son muchos los casos conocidos de países cercanos que frente a la incipiente relación entre el narcotráfico y la política optaron por hacerse los sordos y los resultados ya son conocidos", afirmó.
Por eso, solicitó a la dirigencia del partido "no hacerse los lesos" y "ejercer realmente un liderazgo democrático". También pidió al PS realizar "una investigación profunda y dar cuenta a la ciudadanía del resultado".
Finalmente, el 21 de junio el Tribunal Supremo del PS se pronunció y resolvió anular las elecciones en San Ramón y en otras 19 comunas, determinando que hubo "graves incumplimientos" en el proceso. Ordenó, además, una "intervención urgente" en la comuna del sur de Santiago.
La incógnita de la directiva
Pero eso tampoco apaciguó las aguas. Este jueves, a dos días de que sesionara el Comité Central, la lista de Fernández emitió una declaración advirtiendo que no integrará la directiva del partido si Elizalde resulta reelecto como presidente sin "un acuerdo unitario".
"No estamos disponibles para dotar de legitimidad lo que consideramos una errada decisión política, que no hará otra cosa que profundizar la crisis que vive hoy el PS", aseguraba el documento.
Los firmantes aseguran estar dispuestos a que se cree una "mesa integrada y de unidad", en la que incluso puede no estar la diputada Fernández. La instancia, a su juicio, debe "estar consciente de la gravedad de la situación y adoptar un programa de acciones tendientes a revertir la actual situación orgánica y de prestigio partidario".
La senadora Isabel Allende, parte del comité y de la lista vencedora, devolvió la advertencia: "Si la disidencia PS se resta de la directiva, habrá una fractura importante", aseguró a El Mercurio. También aclaró que este sábado "el pleno designará una nueva mesa" y que "la encabezará Elizalde".
"A Maya se le ofreció la primera vicepresidencia, porque fue la figura con más votos. Allá ellos si quieren aceptar. Les corresponden dos vicepresidencias y si quieren tres, ningún problema", señaló.
Se espera que la formación definitiva de la nueva directiva y el nuevo equilibrio interno de fuerzas del PS sean resueltos durante la reunión que comenzó a las 10 de la mañana.