Hace poco más de un año -el 14 de agosto de 2018- ingresó al Senado el proyecto de ley que "
fija el uso de diversos estándares UTC para regular la hora oficial en el territorio nacional", el cual aún se encuentra en primer trámite constitucional.
La iniciativa, promovida por los parlamentarios Guido Girardi (PPD), Francisco Chahuán (RN) y los PS Álvaro Elizalde y Rabindranath Quinteros, en su artículo segundo dispone que "la hora oficial de Chile continental, que corresponde a todo el territorio nacional, exceptuando la Isla de Pascua y la isla Salas y Gómez, corresponderá la de UTC-5 (Tiempo Universal Coordinado)". Es decir, la misma que tiene Lima, Perú.
El artículo tercero
propone derogar la Ley N°8.777 de 1947 que apunta que "la hora oficial será del meridiano del Observatorio Astronómico de Lo Espejo, adelantada en 42 minutos y 45 segundos, la cual corresponde al 20º huso horario, cuatro horas al Oeste de Greenwich".
Por último, un artículo transitorio dice que "una vez entrada en vigencia esta ley, el primer año deberá regir el UTC-4 en todo el territorio nacional. Cumplido el año, deberá al inicio del otoño siguiente adoptarse el horario correspondiente al UTC-5".
Según el documento, "mantener un huso horario desfasado de lo que geográficamente nos corresponde trae consigo una serie de consecuencias negativas sobre nuestra fisiología y, por ende, sobre nuestra salud, así como también en términos de rendimiento y seguridad, entre otros, lo que finalmente afecta la calidad de vida de los chilenos y chilenas".
Entre estos efectos destacan el aumento del riesgo de obesidad, hipertensión y diabetes; aumento de depresión y en el consumo de tabaco, alcohol y cafeína; y la exposición a mayor contaminación atmosférica al comienzo del día (la menor temperatura del aire causa la concentración de contaminantes a menor altura). Además, de un incremento en el ausentismo escolar.
Desde el Ministerio de Energía, responden a Emol que "si se adoptara el huso horario de Lima, en Santiago amanecería alrededor de las 4:30 AM y el sol se pondría poco antes de las 5 de la tarde; más hacia el Sur el efecto se va extremando con amaneceres, en el caso de Aysén antes de las 4 AM y atardecer a las 14:13 horas".
Con respecto a la decisión de alargar el horario de invierno de tres a cinco meses, afirmaron que "se tomó para aprovechar lo más posible las horas de luz natural, considerando la opinión de diversos expertos sobre los efectos positivos en la vida cotidiana. Este sistema ha funcionado por años, la gente está acostumbrada".
El martes el proyecto se discutió de forma general en el Senado y se acordó vuelva a las comisiones de Salud y Energía para nuevos informes. Tras esto, Guido Girardi comentó que éste "ha sido íntegramente hecho por el mundo científico, por la Academia de Ciencias y ha sido liderado por Ramón Latorre, premio nacional de Ciencias".
También por "John Ewer, un neurocientífico que tiene la característica de haber trabajado en el equipo que logró obtener el Premio Nobel de Medicina en 2017, justamente por haber trabajado en el tema de los ritmos circadianos".
"El mundo científico propone que mantengamos durante un tiempo GMT-4 para ir acercándonos al horario biológico y ya después de un periodo más largo tengamos GMT-5, que es lo que tiene Perú, para así en cierta manera
intentar que el despertar de los chilenos sea exactamente al mismo tiempo que salga el sol y evitamos deudas de sueño que tienen implicancias sobre la salud de las personas", añadió.
Por su parte, Francisco Chahuán señaló que "si alguna vez este tipo de medidas se justificó argumentando cuestiones económicas, de ahorro de energía o simplemente porque mejoraba la producción laboral, me parece que no es el camino correcto. Ya son muchos los países europeos y estudios científicos y biológicos que recomiendan eliminar los cambios de horarios, porque las ventajas de ahorro energético serían muy menores".
¿Cambios en la idiosincrasia?
La neuróloga experta en trastornos de sueño de Clínica Vespucio, Evelyn Benavides, explica que "lo ideal es tener un horario único y no ir haciendo cambios cada tantos meses en forma fija, porque lo ideal es mantener un ritmo del día y la noche estable, y que vayamos según los horarios de luz y oscuridad realizando las actividades. Eso mantiene una mejor salud en general".
"El cambio de horario no tiene ventajas, tiene desventajas. Lo ideal es no tener cambio de horario y mantener siempre la mayor cantidad de actividad en relación a la mayor cantidad de luz ambiental y bajar la cantidad de actividades y dormir cuando está oscuro", añade.
"El sur tiene el problema de las zonas extremas del planeta, que en el invierno tienen cinco o seis horas de luz y en el verano tienen 12 o 14, y eso no se mejora independiente del cambio de hora. Las personas en esas zonas adecuan su actividades según la cantidad de luz que tengan independiente del meridiano en que están".
Evelyn Benavides, neuróloga
Además, dice que junto con tener los cambios del día y la noche, las personas sanas están entre tres y cuatro días adaptándose al cambio, mientras que aquellas que tienen alguna enfermedad relacionada al sueño, niños y adultos mayores pueden durar hasta una semana.
"El GMT-5 es un problema porque implica que en la mayoría del país la gente va a tener sus actividades con luz a las 06:30-07:00 de la mañana, lo cual desde el punto de vista de la idiosincrasia chilena, donde los bancos empiezan a las 09:00, los colegios a las 08:00, no tiene mucho sentido. Lo ideal sería tener GMT-4 que hace que el inicio de la mañana sea alrededor de las 08:00, que es lo que normalmente nosotros hacemos", afirma.
En esa línea, detalla que "en otras sociedades que hacen sus actividades mucho más temprano que nosotros es útil, pero en Chile la mayoría de las actividades no empiezan a esa hora. Habría que adecuarse a la idiosincrasia del país en que estamos aunque matemáticamente caiga en el GMT-5".
"Lo ideal es tener luz entre las 08:00 y las 17:00 horas", concluye.