SANTIAGO.- "Me cuesta entender que si la Constitución comienza diciendo que todas las personas tienen derecho a vivir, se legalice la muerte en un aborto. Me parecen importantes las libertades de expresión y de culto. Tenemos derecho a que se respete nuestra expresión de fe y a que se respeten nuestros símbolos. La Constitución lo dice y lo debería decir una eventual próxima Constitución".
Así se refirió el administrador apostólico de la arquidiócesis de Santiago, monseñor Celestino Aós, a una de las soluciones que se han propuesto para salir de la crisis social que atraviesa Chile: la de elaborar una nueva Carta Magna, iniciativa que el religioso comparte. "La situación que estamos viviendo estalló por situaciones de injusticia que colmaron el vaso", aseguró en entrevista con el periódico católico Encuentro.
Aós manifestó coincidencia en la necesidad de un "nuevo pacto social", pero precisó que "tenemos que ponernos de acuerdo sobre qué queremos decir con pacto social". "En definitiva, no es un encuentro para imponernos hegemónicamente los unos sobre los otros, sino para escucharnos, para discernir juntos y llegar a puntos de consenso", aseguró.
"La tragedia, no sólo de Chile, sino que del mundo, es que mientras una parte de la humanidad despilfarra recursos, como comida, agua y otros bienes, hay otros hermanos y hermanas que se mueren de hambre. Si queremos avanzar hacia una sociedad nueva, no va a ser descartando, como dice el Papa Francisco, a los más desvalidos", añadió.
En ese sentido, defendió que se deben realizar reformas significativas. "Si no se hacen cambios profundos, estaremos hablando de maquillaje y volveremos a repetir la misma historia y el estallido va a ser igual de fuerte o mayor. La sociedad y los que están sufriendo están muy alertas, y no van a tolerar algo que no se sostiene", comentó.
"Las flores no nacen en un día"
El sacerdote llamó a la Iglesia Católica a pensar en la forma en que puede aportar a solucionar el momento de conflicto. "Tenemos derecho a dar una mirada cristiana, pero creo que nuestras parroquias y locales deben abrirse para un diálogo no sólo de los católicos", dijo, proponiendo que "la Iglesia tiene infraestructura en poblaciones y puede aportar".
Sobre una autocrítica con respecto al rol que pudo tener la institución en agravar el malestar, Aós señaló que "debemos preguntarnos como seres humanos cómo llegamos a esto, pues lo importante es mirar al futuro y pensar qué tenemos que hacer para que esto no vuelva a repetirse, para que no vuelva a haber abusos y para que no haya violencia". "Esta es nuestra autocrítica, nosotros no nos erigimos en jueces", dijo.
"Es indudable que hay que cambiar la Constitución y ciertas estructuras, pero también es indudable que tenemos que cambiar a la persona que está dispuesta a ir a quemar un bien público o a insultar al otro", afirmó también el presbítero. En dicha Carta Magna, dijo, es "relevante" abordar el "reparto de bienes".
"No puede ser que uno esté cobrando una miseria y el otro un sueldo tremendo. En algunos países se ha conseguido aplicar un porcentaje o proporción, por ejemplo, de diez veces entre el salario más alto y el menor, pero no puede ser que sea de 40 ó 200 veces más que el mínimo. Hablamos de un mejor reparto de los bienes", aseguró.
Se trata, a su juicio, de un "proceso" que tomará tiempo. "Tengamos un poco de paciencia. Las flores no nacen en un día. Es un proceso. Pretender que Chile va a cambiar todo y hacerlo todo en un día, más en un momento de nerviosismo, no, hay que hacerlo pero se requiere tiempo y paz", concluyó.
