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Evolución de la mujer en la última década: Trabajan y estudian más, pero brechas económicas y violencia se mantienen

La pobreza por ingreso para el género femenino bajó en 14 puntos y la participación laboral casi alcanza el 50%. Mientras la brecha de ingresos en 2010 estaba en un 33%, en 2018 solamente bajó hasta 27%.

10 de Enero de 2020 | 13:09 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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SANTIAGO.- En 2009, eran más de 2 millones las mujeres que dentro del país se encontraban en situación de pobreza basada en los ingresos, equivalentes a un 23,3% del total. En 2017, la cifra bajó en un 14,3%, llegando a un total de 836 mil mujeres. El porcentaje, según la encuesta Casen, quedó en 9%.

Y es que en los últimos años, la situación que vive el género femenino dentro de la sociedad chilena ha cambiado drásticamente. Así lo demuestra la "Radiografía de la mujer en la última década", elaborada por el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, en conjunto con el de Desarrollo Social.

El estudio abarcó áreas como empleo, salud, educación, violencia de género y participación política, y mostró que si bien hay variaciones importantes en algunas categorías, existen otras que evolucionan a menor velocidad. También se comprueba que las normas impuestas en favor de la equidad de género han tenido un impacto en las cifras.

La pobreza en los hogares liderados por mujeres, por ejemplo, en 2009 alcanzaba un 26% y en 2017 se redujo a casi la tercera parte, quedando en un 9,2%. Las jefaturas de hogar femeninas, en tanto, pasaron de un 33,1% a un 42,4% del total.

La participación laboral subió de un 44,3% en 2010 a un 48,9% en 2019, según datos del INE, y el número de mujeres sin ingresos propios pasó de un 43,3% a un 32,8% en ocho años. Sin embargo, la brecha de género en el ingreso de los ocupados sigue en torno al 30%: si a comienzos de la década estaba en un 33%, a finales bajó solamente a un 27%.

Violencia, educación y salud


En el grupo de mujeres de 15 años y más, el promedio de años de escolaridad tuvo una pequeña variación: de 10,3 años en 2009 pasó a 11,1 en 2017. Al mismo tiempo, se registró una disminución del porcentaje de mujeres que no estudian ni trabajan sino que se dedican a otras actividades, como tareas de cuidado, conocidas como NINIS: de un 23,4% pasaron a un 17,5%.

Las mujeres siguen siendo mayoría en el número de matrículas de la educación superior, aunque esa diferencia se consolidó. En 2011, 51,1% del total de estudiantes eran mujeres, y en 2019 la proporción de mujeres aumentó hasta un 52,5%.

El embarazo adolescente se redujo casi a la mitad: de un 8,2% en 2009, pasó a un 4,9% en 2017

También se registró una variación en la prevalencia del embarazo adolescente, que se redujo casi a la mitad: en 2009 existía un 8,2% de mujeres entre 12 y 20 años en dicha condición, y en 2017 la cifra bajó a un 4,9%. A finales de la década también son más las mujeres que se realizan exámenes relativos a salud sexual, como el papanicolau: de un 52,2% se pasó a un 57,6%.

Otra área analizada fue la de la violencia de género, donde el cambio también es marginal. A pesar de las múltiples campañas en contra de las agresiones hacia las mujeres, la tasa de femicidios consumados cada 100 mil mujeres solamente se redujo en un 0,09% entre 2010 y 2019 (de 0,57 a 0,48).

Según datos de la Subsecretaría de Prevención del Delito, la prevalencia de la violencia en general incluso tuvo un aumento entre 2012 y 2017: de 18,2% a 21%. La que más aumentó fue la psicológica, que pasó de 16,8% a 20,2%. También creció la violencia sexual de 1,8% a 2,1%. Solamente la violencia física registró una baja de 5,8% a 4,3%.

A pesar de lo preocupante de las cifras, se puede explicar en parte por los esfuerzos que el Estado ha hecho por incentivar las denuncias. Antes, aunque la violencia existía, muchas mujeres elegían no dejar constancia de ello.

Mayor participación


Un área en la que se ve un cambio drástico es en la representación política y participación. Un ejemplo claro es el Congreso Nacional, donde el número de candidatas al Congreso pasó de un 15% en el Senado y un 17% en la Cámara, a un 41% en ambos espacios.

En este caso, la variación se explica por la puesta en marcha de la ley de cuotas en las últimas elecciones parlamentarias, que obligó a los partidos a poner al menos un 40% de candidatas mujeres. La medida tuvo un impacto, aunque menor, en los puestos elegidos: las senadoras subieron de un 16% a un 26% y las diputadas de un 14% a un 22%.

También subió la proporción de mujeres en los directorios de empresas públicas (SEP), que pasaron de 27,4% en 2014 a 48% en 2020. Aunque no existe una ley expresa para esta área, los recientes gobiernos se impusieron la meta de elevar la participación en los mismos rangos que exige la ley para el Parlamento.

En tanto, en los directorios IPSA también ha habido un aumento. En 2011, solamente un 1% de los directores eran mujeres, cifra que subió a un 8,5% en 2017.
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