SANTIAGO.- "Este partido nace únicamente en función de la nueva Constitución, cumplirá con las formalidades que la ley exige, pero tendrá fines instrumentales. El objetivo básico es ofrecer un espacio a personas independientes que no se sienten interpretadas por los actuales canales de representación y también a quienes quieran ser candidatos para ser constituyentes".
Así se define a sí mismo el Partido por la Dignidad, anunciado este lunes y liderado por tres reconocidas figuras: el médico y denunciante de Fernando Karadima, James Hamilton; la periodista María Olivia Monckeberg; y el ex miembro de Los Prisioneros, Claudio Narea. En sus filas también estaría el astrónomo José Maza y Ricardo "Farfán" Venegas de Quilapayún.
"Despertaron los abusados, las mujeres, los eternamente postergados, los pueblos originarios, las diversidades sexuales. Despertaron quienes durante siglos tuvieron que resignarse a ser parte del 'baile de los que sobran'", describen en su página web. Allí, pasan una después de otra imágenes de las masivas concentraciones que se han localizado en la rebautizada "Plaza de la Dignidad". "Hasta que se haga costumbre" es su lema.
Pretenden inscribirse con las primeras cien firmas el próximo lunes. "Gracias a todos por el tremendo apoyo", dijo Hamilton a través de su cuenta de Twitter. El apoyo, en efecto, ha sido significativo. En pocas horas, tanto Hamilton como el nombre del partido se convirtieron en tendencia en Twitter y la iniciativa recibió el apoyo de variados personajes del mundo público, incluyendo diputados, pero sobre todo de la ciudadanía.
"Si pudiste contra la iglesia, hoy podemos todos juntos contra el Estado", "Jamás he participado en un partido político, este será el primero", "Una persona que luchó por años y logró justicia es más creíble que 155 diputados", le dicen por redes sociales. También le dicen otras cosas: "El partido de la Dignidad es el primer partido populista nacido de la crisis social".
Un partido que critica a los partidos
El juicio es del doctor en Ciencia Política Kenneth Bunker. Lo dice, asegura, analizando las intervenciones públicas que han hecho sus miembros y revisando el manifiesto publicado por el propio partido. Una de esas afirmaciones, en boca de Narea: "Es injusto que los partidos políticos vengan a ordenarnos y a decir cómo hacer las cosas".
"Me parece que la opción de Hamilton de crear un nuevo partido político criticando otros partidos políticos es populista, porque es esencialmente la definición de populista: hacer la distinción entre la élite y la gente de masa, y tomar el lado de la masa, criticando a las élites de ser autocomplacientes. En el fondo, eso es lo que está haciendo Hamilton y es populista, y los riesgos del populismo ya los conocemos", dice Bunker en conversación con Emol.
"Es esencialmente la definición de populista. Es hacer la distinción entre la élite y la gente de masa, y tomar el lado de la masa, criticando a las élites de ser autocomplacientes. En el fondo, eso es lo que está haciendo Hamilton y es populista"
Kenneth Bunker
"Capaz que no parezca un populista porque ha hablado poco, pero todo lo que está haciendo apunta directamente a eso", insiste Bunker. Otras características que las ciencias políticas y sociales le han atribuido al populismo: arrojarse la representación del pueblo, declarar como traidores a quienes se le opongan, acumular poder para sí mismos.
"La paradoja es crear partidos criticando a los partidos, y solo asumiendo su carácter instrumental", opina por su parte de la presidenta de Chile 21, Gloria de la Fuente. "Sin duda estas son organizaciones en crisis, pero en vez de golpearlas hay que estar atentos a mejorarlas y transformarlas. Son clave para la democracia, ¿o se inventó otra cosa?", planteó en Twitter.
A su juicio, los partidos —que acaban de recibir apenas un 2% de respaldo en la última encuesta CEP— son "importantes para la democracia". "Hay que cambiarlos, pero no cuestionar su existencia ni transformarlos solo en instrumentos. En el contexto actual es entendible, pero para el futuro puede ser un problema", añadió.
La polémica se centra en un tema que ha sonado fuertemente en la discusión para una eventual convención constituyente en medio de una histórica crisis social: la representación de independientes, que este martes fue aprobada en general por el Senado a través de pactos electorales, pero todavía sin una fórmula consensuada.
Un sistema "frágil"
"Le aviso al sistema de partidos, y en particular a quienes tienen representación parlamentaria, que si siguen actuando como carteles e insisten en seguir bloqueando el ingreso de otros actores (independientes), esta iniciativa y otras les pasarán por encima", advirtió la académica de la U. de Valparaíso, Javiera Arce, en la red social.
Para la cientista política, la creación del Partido por la Dignidad se explica por la crisis generalizada que sufren los partidos políticos y por la baja posibilidad que los independientes tendrían hoy de poder participar en una instancia constituyente si no se define un mecanismo que garantice su integración, precisamente por la falta de consenso entre los conglomerados.
"Ante la amenaza de desaparecer, los partidos están buscando resquicios legales para evitar que otros actores nuevos puedan reemplazarlos. La fragilidad del sistema de partidos está a la vista y la misma CEP dijo que tenían un 2% de confianza institucional. ¿Qué hacemos? ¿Bloqueamos o abrimos para sobrevivir? Ellos están bloqueando, y ese fenómeno se conoce como partido cartel", explica a Emol.
"En una crisis de representatividad, obligar a la gente a votar por partidos es un suicidio. Hamilton, en ese diseño, arrasaría en todo Chile, y también lo haría una lista de independientes que se llamara Baila Pikachú"
Javiera Arce
"En Chile han habido partidos carteles, el tema es que ahora están trabajando como un sistema de partidos carteles y, unos más que otros, están empecinados en seguir cerrando el sistema de partidos", dice. Se refiere a la propuesta de la UDI de incorporar la paridad de género a través de listas bloqueadas y cerradas de candidatos.
"En una crisis de representatividad, obligar a la gente a votar por partidos es un suicidio. Hamilton, en ese diseño, arrasaría en todo Chile, y también lo haría una lista de independientes que se llamara Baila Pikachú. Ante el bloqueo del sistema de partidos, no queda otro camino que hacer un partido y competirles de igual manera, y eso está peligroso porque puede pasar lo que ocurrió en Venezuela, Bolivia o Ecuador, donde se devastaron sistemas de partidos completos", añade.
El camino de crear "partidos instrumentales" es, para el abogado y doctor en Ciencia Política Javier Sajuria, algo "obvio". "La propuesta para listas de independientes en la convención constituyente exige firmas equivalentes al 0,4% de votantes en la elección anterior. La ley exige un 0,25% para formar partidos", explicó en Twitter.
Bunker hace una precisión: "Para competir en elecciones nacionales, un partido tiene que alcanzar 0,25% en al menos ocho regiones o en tres regiones contiguas y se inscriben a nivel de región. El 0,4 es equivalente al distrito, es un número mucho más pequeño, aunque obviamente que es más difícil", dice.
Institucionalidad ante la crisis
Otra persona que ha seguido de cerca la discusión sobre cómo estará compuesto el futuro órgano constituyente, en caso de que en abril se imponga el "Apruebo", y que ha puesto especial foco en la representación para pueblos originarios es Pedro Cayuqueo. Sin embargo, el escritor mapuche asegura que esa lucha "debe ser un camino para dirigentes y dirigentas de nuestros pueblos".
"Yo, en lo personal y si de aquí a fin de año no me arrepiento, seguiría el camino de los independientes", asegura a Emol. La semana pasada, en una entrevista, admitió tener ganas de participar de la instancia, pero todavía no decide nada. Lo que sí ha podido atestiguar es que el camino que se está trazando para que esos independientes participen "no está claro aún".
Cayuqueo se explica fácilmente la aparición del partido de Hamilton. "El surgimiento de nuevas fuerzas políticas me parece una evolución natural de la crisis social y política que vive el país. Chile cambió el 18 de octubre, la nueva Constitución será la foto congelada de un momento político completamente distinto al existente en la previa del estallido social y es ingenuo pensar que ello sucederá sin un reordenamiento de los partidos e incluso de las coaliciones", explica.
"Chile cambió el 18 de octubre, la nueva Constitución será la foto congelada de un momento político completamente distinto al existente en la previa del estallido social y es ingenuo pensar que ello sucederá sin un reordenamiento de los partidos"
Pedro Cayuqueo
"La inscripción del Partido por la Dignidad es también una señal esperanzadora, al existir ciudadanos que, pese a la severa crisis de legitimidad del sistema político, buscan de todas maneras canalizar institucionalmente sus aspiraciones, formando este partido instrumental", agrega. Le parece "positivo", aunque admite que su "crítica tan radical a las élites" les puede costar que los califiquen de populistas. "Pero olvidamos que al populismo de Ibáñez le debemos en Chile la modernización de la administración pública y aquello no fue poca cosa", añade.
Por ahora, dice, "las chances son pocas para los independientes". "Entiendo que es ese el diagnóstico que realizan los dirigentes del Partido por la Dignidad", asegura. A medida que el proyecto avance en el Congreso, afirma, habrá "más luces al respecto".
En medio de esa discusión, algunos partidos han mostrado su disposición a incluir a independientes en sus listas, como es el caso de la DC, donde la coordinadora de la campaña por el "Yo Apruebo", Carmen Frei, se reunió este lunes con personas que no militan en el partido y que les gustaría formar parte de la instancia. Según fuentes de Emol, la idea se baraja en otros conglomerados, como el PPD.
Para Cayuqueo, "el peor escenario sería que la participación de independientes quedase limitada a espacios que los partidos, los mismos del 2% de confianza ciudadana según la CEP, puedan conceder en sus listas". "Eso sería lamentable", concluye.