"La situación chilena: Coyuntura y escenario", así se titula la columna o "notas" que publicó el presidente de Imaginacción, Enrique Correa, en la página web de la consultora, donde hizo una reflexión a cuatro meses del estallido social y "proyecta escenarios futuros".
El ex ministro del Gobierno del ex Presidente Patricio Aylwin comenzó enfatizando que tras este período "el país no se derrumbó".
"Su economía ha tenido meses muy malos, sin embargo, no se ha quebrado y los factores claves o pilares de su solidez macroeconómica (sistema bancario sólido, Banco Central autónomo, apertura económica y política fiscal responsable) siguen sólidos, sin riesgo inminente que los amenace. La posición fiscal es menos sólida y más alejada de la regla fiscal que en años pasados, pero la caja del Fisco está bajo control", analizó Correa.
"Ni la economía está en recesión, ni las instituciones de Estado se han desplomado, lo que da muestra de la solidez del andamiaje político, económico y financiero chileno"
Enrique Correa
Asimismo agregó que "las instituciones políticas cuya reputación ha sufrido más daño, Presidencia de la República y Congreso, siguen funcionando con normalidad y la discusión de las leyes en el Parlamento sigue su curso, difícil a veces, pero avanza". Lo mismo, comentó, para el Poder Judicial y el Ministerio Público.
En ese sentido, recalcó que "ni la economía está en recesión, ni las instituciones de Estado se han desplomado, lo que da muestra de la solidez del andamiaje político, económico y financiero chileno", pero de todos modos el ex ministro advirtió que "todo esto no es suficiente".
En su análisis, el ex militante socialista asegura que hoy hay una diferencia "tenue" entre las manifestaciones pacíficas y las violentas y ejemplifica con lo que ocurre en Plaza Italia, lugar que a su juicio "por largos momentos, queda fuera del alcance de la policía y del Estado de Derecho".
"El país vive, o sobrevive, por las fortalezas acumuladas en esta década, pero no tiene garantizado su futuro mientras no se restablezca el orden público", apuntó Correa.
Es así que apunta directamente a su sector diciendo que "la violencia no ha sido condenada con energía por el mundo político, especialmente por el de oposición".
Según él "enfrentamos una crisis policial de envergadura. Carabineros no ha sido capaz de sobreponerse y derrotar a la violencia. Ha sido, hasta el momento, derrotado por ella" y, agregó que, "en los enfrentamientos y detenciones propias de los incidentes, ha surgido un número alto de violaciones a los Derechos Humanos. El tema es muy sensible para el país y para su imagen en el mundo, por su trágica historia de violación de derechos fundamentales durante la dictadura".
Correa revisó también otra "artista", que es "la desconfianza institucional". Si bien resaltó que estas "siguen siendo fuertes y funcionan", dijo que "pesa sobre ellas un clima de sospechas y desconfianzas. No despiertan adhesión y su reputación se ha derrumbado".
Peligroso la debilidad del apoyo al Presidente
Por otro lado, Correa advirtió que es "especialmente peligroso, por nuestra historia, es la extrema debilidad del apoyo al Presidente".
"Si bien la crisis es más general y el enojo más multifactorial, ella se concentra con mucha fuerza en el rechazo al Presidente Piñera. La continuidad de los presidentes en sus cargos por todo el periodo que fueron electos es un valor de la institucionalidad chilena. La posibilidad de que se derrumbe y se vea obligado a irse antes del fin de su mandato representa un alto riesgo para el país. Si ello ocurriera, el daño para Chile sería mayor", sostuvo.
Luego, al "hilar fino" sobre el origen social de la crisis, sentenció que este es "el desplome económico del sector más vulnerable de la clase media, la capa inferior del C3. Son los recién llegados de la clase media con la pobreza a la vuelta de la esquina. Satisfechos con su progreso al salir de la pobreza y con miedo, a veces con pánico, ante el peligro de retornar a ser pobres. Por varios años, los estudios y las encuestas mostraron a este sector con una ambivalencia de sentimientos: esperanza y miedo".
"Si ese es su origen, sólo una agenda social potente, ingresos mínimos más altos, mayores pensiones ahora, ayuda en la compra de medicamentos y mejores seguros de salud, debieran ser la clave de la solución", planteó el presidente de Imaginacción.
Los actores de la violencia
Para él hay tres actores "relevantes" que han sido "los causantes" de la violencia más dura manifestada en estos últimos meses.
El narcotráfico, los anarquistas y las barras bravas del fútbol, son para él los responsables, descartando de plano la presencia de agitadores extranjeros.
El lado positivo
Correa dice que hay ciertos elementos "ponderables (pocos)" y entre ellos enumera el acuerdo constitucional suscrito "por todo el arco político democrático, con excepción de los comunistas". En el mismo sentido destacó los acuerdos entre el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, los senadores de la comisión de Hacienda y el Banco Central.
Así, nuevamente insistió que "ruta constitucional, desempeño de la economía sobre cero y mantención del Presidente hasta el fin del período. Si Chile logra estos tres propósitos, las cosas irán mejor.Todo depende del orden público. Si no se restablece, los tres propósitos anteriores pueden quedar en entredicho".
El ex ministro continuó diciendo que "más precisamente, todo depende de cómo resolvemos la cuestión policial. Recurrir a los militares como última instancia no cuenta con la simpatía ni la aprobación militar. No ven razón los militares para que tengan que pagar altos costos institucionales por una institución en problemas que no pueden resolverlos por sí misma".
"Si no hay arreglo para un desempeño mejor de Carabineros, muchos quisieran armarse para guardar su seguridad y el de su propiedad o negocio. Si así fuera, este es el peor escenario para el mediano plazo chileno, bajar en su desarrollo un escalón o más. No sería un mejor país, sino uno peor", apuntó, y concluyó su reflexión indicando que "probablemente lo que ocurra es que, después de un duro vía crucis construyamos una nueva estabilidad, más cara y un país más inseguro o no tan seguro como el actual".
"Este podría ser el escenario que, no siendo óptimo, puede ser manejable. Puede ser también el escenario más probable", indicó.