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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 01:34
Aylwin acompañado de un nieto en Cerro Castillo. | Archivo El MercurioPatricio Aylwin despierta en el Palacio de Cerro Castillo, donde pasa las horas previas a su asunción como Mandatario. El futuro Presidente llegó a Viña del Mar en la tarde del día anterior, en compañía de su esposa, Leonor Oyarzún, hijos, nietos y algunos colaboradores cercanos.
Parlamentarios, futuros ministros de Aylwin, políticos nacionales y extranjeros rinden un homenaje al exjefe de Estado Salvador Allende. Frente a su tumba, en el cementerio Santa Inés de Viña del Mar, habla el líder PS Clodomiro Almeyda y el vicepresidente de la CUT, Arturo Martínez. En sus palabras reiteran el compromiso con el legado del "presidente mártir".
Dan Quayle, vicepresidente de EE.UU., dialogando con la prensa. | Archivo El MercurioEn Santiago, el vicepresidente de Estados Unidos, Dan Quayle, y el embajador de su país, Charles Gillespie, llegan a la casa de Augusto Pinochet, quien el día anterior —a las 19:48 horas— había dejado por última vez en su calidad de Presidente el Palacio de La Moneda. A las afueras de su residencia, en avenida Presidente Errázuriz, un centenar de personas se apostan para vitorearlo: "Augusto, Lucía, misión cumplida", era uno de los cánticos.
Se retira la delegación estadounidense en una limusina, que es golpeada por algunos de los presentes. El hasta ese momento canciller, Hernán Errázuriz, informa que en la reunión EE.UU. "reconoció la forma ordenada y ejemplar" en que se efectuó la transición a la democracia, y "el buen pie económico en que el país" se encontraba.
El mandatario electo realiza su primera actividad oficial, junto a otras 50 personas, participando de una misa privada en el hall del primer piso del palacio en Cerro Castillo.
Pinochet es visitado por su secretario general de Gobierno, el coronel Cristián Labbé, y luego por su ministro del Interior, Carlos Cáceres. Ninguno formula declaraciones a la prensa.
Gabriel Valdés durante la ceremonia del cambio de mando. | Archivo El MercurioLa cabeza provisional del Senado, el abogado Ricardo Martin, abre la sesión donde se incorporan oficialmente a los 28 senadores elegidos en los comicios de diciembre de 1989. En la ocasión el dirigente de la DC y representante de la X Región, Gabriel Valdés, es elegido Presidente de la Cámara Alta. Para él, las puertas de ese espacio no se abren "para que intentemos imponer, unos a otros, las cuotas de culpas en los errores de los años que se fueron. Nace para el reencuentro, para unir y no separar".
El comandante en jefe del Ejército sale de su residencia en un auto descapotado, vestido en tenida militar blanca. Recorre lentamente las calles Presidente Errázuriz, Gertrudis Echeñique y Apoquindo, donde es aplaudido por el público presente. Según relata la prensa, "en el sector del Golf (...) un grupo de huasos montados a caballo lo esperó para brindarle un esquinazo".
El auto que transporta a Pinochet llega a la Escuela Militar rodeado de reporteros gráficos. Minutos antes, en el paso nivel de Américo Vespucio, las juventudes de Renovación Nacional y la Unión Demócrata Independiente le aclaman.
El general Pinochet sobrevuela el lugar en un helicóptero Puma, que lo traslada desde Escuela Militar a Valparaíso. Según el libro "Los hombres de la transición", escrito por el periodista Ascanio Cavallo, la idea había sido del coronel Labbé quien "quería que el hecho físico fuese una elevación, que todos tuviesen que mirar hacia el cielo en la despedida, que en el concreto acto final hubiese una abstracción mística".
El entonces Presidente de Argentina, Carlos Menem. | Archivo El MercurioDistintas personalidades del mundo político y civil ingresan al Salón de Honor del Congreso Nacional, en Valparaíso. Entre ellas los parlamentarios electos; doce mandatarios internacionales, incluyendo los de Argentina, Brasil y Uruguay; el vicepresidente de los Estados Unidos, Dan Quayle; autoridades eclesiásticas y militares, entre otras. Mientras tanto, en los prados de Cerro Castillo, Aylwin posa para los retratos oficiales junto a sus futuros ministros y edecanes.
Sale del palacio el automóvil que conduce a la futura primera dama, Leonor Oyarzún, quien diez minutos después ingresa junto a su familia al Salón de Honor.
Acompañado del futuro ministro del Interior, Enrique Krauss, Aylwin sale del palacio rumbo a la ceremonia que lo oficializaría como Presidente de Chile. En el camino es escoltado por motoristas de Carabineros y recibe apoyo de gente que se apostó a su paso.
Lucía Hiriart se presenta en su último acto como primera dama.
El Congreso Nacional durante aquel 11 de marzo de 1990. | Archivo El MercurioAylwin llega al Congreso junto a su gabinete, que aguarda en un salón especial junto a la entrada del Parlamento. A las afueras se empiezan a generar algunas manifestaciones contra Pinochet, lo que se describe como "momentos de tensión en el recinto".
A pesar de que estaba previsto que llegara diez minutos antes, Pinochet arriba más tarde de lo estimado al Salón de Honor, donde se registran fuertes expresiones de repudio contra él. Iniciada la ceremonia, el presidente del Congreso Pleno abre la sesión en nombre de Dios e indica que si no hay observaciones, se da por aprobada el acta de la última sesión.
Se le solicita al secretario del Senado, Rafael Eyzaguirre, que vaya a buscar a Aylwin, quien ingresa seguido por su gabinete y el jefe de protocolo Carlos Klameer. Al llegar, procede a dar cuenta del oficio que proclama al nuevo Presidente de la República, leyendo el documento del Tribunal Calificador de Elecciones, incluido el recuento final.
Aylwin saluda tras recibir la banda presidencial de manos de Pinochet. | AFPPatricio Aylwin presta juramento de rigor y recibe la banda que lo convierte en el 31° Presidente de Chile: el primero elegido de forma democrática en casi 17 años y el primero de la Concertación.
Se inicia la toma de juramento al gabinete. Belisario Velasco, subsecretario del Interior, es quien lee los decretos. El Presidente Aylwin le toma el juramento respectivo a su equipo ministerial compuesto por 20 hombres, todos vestidos de trajes oscuros.
El orden del juramento fue: Enrique Silva Cimma (RR.EE.); Patricio Rojas (Defensa), Carlos Ominami (Economía), Alejandro Foxley (Hacienda), Ricardo Lagos (Educación), Francisco Cumplido (Justicia); Carlos Hurtado (Agricultura), Luis Alvarado (Bienes Nacionales), René Cortázar (Trabajo); Jorge jiménez (Salud), Juan Hamilton (Minería), Alberto Etchegaray (Vivienda), Germán Correa (Transportes), Enrique Correa (Segegob), Edgardo Boening (Segpres), Sergio Molina (Odeplan), René Abeliuk (Corfo) y Jaime Tohá (Comisión Nacional de Energía).
Aylwin y su gabinete abandonan el Salón de Honor. A las afueras del edificio del Congreso un oficial le pidió la venia para que las tropas de las Escuelas Matrices de las Fuerzas Armadas le rindieran honores. Después, por primera vez, recorrió las calles porteñas escoltado por los cazadores del Ejército. Las calles llenas lo aclaman hacia el Palacio Castillo.
Aylwin es saludado por su par brasileño, José Sarney. | Archivo El MercurioVuelve Aylwin al palacio de Cerro Castillo, como el primer Presidente desde la vuelta a la democracia. Cinco minutos más tarde ya se encontraría recibiendo a su par brasileño, José Sarney.
Tras ser protegido de los manifestantes en Valparaíso, el entonces comandante en jefe Augusto Pinochet ingresa a Cerro Castillo en compañía del vicecomandante en jefe del Ejército y otros miembros del estado mayor. Allí le expresan su apoyo al nuevo Presidente, y comentan la solemnidad del acto que escasos minutos antes vivieron.
En su escritorio presidencial, Aylwin le estrecha su mano al jefe de la Armada, el almirante Jorge Martínez, y recibe al comandante en jefe de la Fuerza Aérea, el general Fernando Matthei. Posteriormente, recibe la felicitación de un arzobispo de Valparaíso y de la delegación oficial de Carabineros, para incorporarse a un almuerzo junto a parte de su gabinete.
Pinochet arriba en su helicóptero a la Escuela de Caballería del Ejército, ubicada en Quillota. En el lugar lo esperaban su señora, hijas, exministros, exsubsecretarios, exjefes de servicios, el alto mando institucional y los oficiales de la unidad militar. "Hemos concluido una exitosa jornada y cerrado un importante ciclo de la historia patria"; dijo antes de entregarle a cada uno un recuerdo conmemorativo de la transmisión de mando.
Patricio Aylwin emprende camino a Santiago, junto a su familia y gabinete. En el trayecto es escoltado nuevamente por motoristas de Carabineros.
Patricio Aylwin viaja en descapotable tras el cambio de mando. | Archivo El MercurioEl nuevo Presidente llega a Santiago a bordo de un auto descapotado. Miles de personas lo reciben en su paso por la Alameda. Si bien algunas pancartas y carteles llamaban a los ciudadanos a celebrar el advenimiento de la paz, se registran algunos hechos violentos en la capital que llaman al despliegue de Carabineros.
Acompañado de la primera dama, Aylwin llega por primera vez al Palacio de La Moneda como jefe de Estado. Juntos salen a saludar por uno de los balcones, agitando sus manos a una entusiasta multitud que se congregó en la Plaza de la Constitución. "La tarea que tenemos por delante exige el esfuerzo, la entrega, la generosidad de todos. Esta criatura que está naciendo, esta libertad que estamos reconquistando, tenemos que cuidarla, y la vamos a cuidar en la medida en que sepamos respetarnos los unos a los otros, en que no volvamos jamás… en que no volvamos jamás a convertirnos unos chilenos en enemigos de otros chilenos", expresó en su primer mensaje.
Aylwin saluda junto a la primera dama, Leonor Oyarzún, desde un balcón de La Moneda. | Archivo El MercurioPinochet regresa a Santiago en helicóptero y aterriza en la Escuela Militar. De vuelta en casa sale en repetidas ocasiones a su balcón, acompañado de su esposa, para saludar a sus adherentes.
Aylwin se reúne en el Salón Pedro de Valdivia de La Moneda con presidentes de los partidos, excepto Renovación Nacional. Junto al ministro del Interior, Enrique Krauss, habló brevemente con los dirigentes de la Concertación y el PC.
Pinochet se despide de sus adherentes con un megáfono. | Archivo El MercurioPinochet ofrece un cóctel en su casa, donde llegan exministros y funcionarios de la dictadura. Al lugar llegan simpatizantes y sale cuatro veces al balcón: "Gracias; ya no hablo más de política, así es que hasta luego", dijo cerca de las 22:30 horas con megáfono en mano.
La comitiva presidencial ingresa a la calle Arturo Merino de Providencia donde reside el nuevo Presidente, precedidos por motoristas y aguardados por cientos de vecinos. Quince minutos más tarde, Patricio Aylwin —sin vestir su banda— saldría a saludar de mano a quienes esperaron por él. "Hay mucho que hacer", repetía caminando de esquina a esquina. Posterior a ello entraría a su casa, donde se apagarían las luces a las 00:00 horas.
