De izquierda a derecha, los timoneles: Fuad Chahin (DC), Catalina Pérez (RD), Álvaro Elizalde (PS), y Heraldo Muñoz (PPD).
Emol.
Tres cambios ministeriales hubo hoy en La Moneda en un nuevo reajuste en el gabinete del
Presidente Sebastián Piñera. Fue una ceremonia marcada por las medidas sanitarias del covid: se trasladó desde el clásico salón Montt-Varas al patio de Los Cañones, se respetó la distancia social, no hubo el tradicional apretón de manos y las mascarillas destacaron.
Así, la cartera de la Secretaría General de la Presidencia quedó a cargo de Claudio Alvarado (sale Felipe Ward); en Desarrollo Social entró Cristián Monckeberg (sale Sebastián Sichel) y en Vivienda aterrizó Felipe Ward (sale Cristián Monckeberg). En tanto, Sebastián Sichel asumirá la presidencia del BancoEstado.
Y la oposición salió rápidamente a criticar el cambio,
calificándolo como un "ajuste" y destacando que el Mandatario desaprovechó la opción de hacer un gesto real en su equipo de trabajo, enfocándose en resolver conflictos internos al interior de Chile Vamos.
Álvaro Elizalde, presidente del PS, manifestó: "Estamos enfrentando la crisis sanitaria y económica más grande del último siglo, y el Presidente se pone a jugar a la sillita musical".
En ese sentido, agregó que "el cambio de gabinete corresponde más bien a un enroque para compensar a los partidos de la coalición de gobierno. Lamentablemente, no se hace cargo de las áreas críticas en que ha tenido un mal desempeño para enfrentar la emergencia".
En líneas similares opinó el timonel de la DC, Fuad Chahín, quien también calificó la decisión presidencial como una "verdadera silla musical y no cambio de gabinete". A su juicio, con esto, la real intención del Gobierno pasa por "resolver los problemas políticos al interior de Chile Vamos y no los que está sufriendo el país, producto de la pandemia (...) a mí me parece una falta de respeto para los ciudadanos lo que hoy ha hecho el Presidente de la República".
Por su parte, el timonel
PPD, Heraldo Muñoz, dijo a T13 que es importante poner énfasis en quienes están sufriendo durante esta emergencia, por lo que "
espero que estos cambios contribuyan a eso, o si no, sería un cambio totalmente irrelevante, un reacomodo político".
Desde Comunes, su presidenta Javiera Toro, planteó que "mientras Chile espera que se enmienden las malas decisiones que cuestan vida y hambre, el Presidente Piñera juega a las sillas musicales. Necesitamos un gobierno que ponga por delante las necesidades de las mayorías y deje de lado los cálculos políticos".
Críticas a la continuidad del ministro Mañalich
Por su parte, la timonel de RD, Catalina Pérez, sostuvo que "no veo ningún cambio significativo, sólo pequeños enroques que parecen obedecer más a una disputa de poder al interior de Chile Vamos que una mirada de las necesidades del país. Estamos atravesando una de las crisis más grande de la historia, los hospitales colapsan, las familias están pasando hambre, crece el desempleo y parece que el gobierno continúa mirándose el ombligo".
Adicionalmente, reafirmó las críticas que han venido generándose sobre el ministro de Salud, Jaime Mañalich, las que se acrecentaron luego que señalara que desconocía el nivel de hacinamiento que viven algunas personas. Ante ello, expresó su malestar "a que se reafirme en su cargo al ministro Mañalich, un ministro que ha actuado con soberbia, con desconocimiento de la situación del país y que ha significado un verdadero obstáculo para poder avanzar en las medidas adecuadas. El gobierno debe dejar de dar gestos erráticos y preocuparse de lo importante: asegurar la dignidad de las familias en Chile".
Quien también apuntó en ese sentido fue el líder del Partido Radical, Carlos Maldonado, quien destacó que "por momentos y materias, son cambios pocos relevantes para la magnitud de la crisis actual. Inexplicable la permanencia de Mañalich, que ha fracasado estrepitosamente en sus proyecciones y su gestión".
