"En el último tiempo, han surgido en las redes sociales personas que se dedican —casi profesionalmente— a atacar, injuriar y degradan a quien ose buscar el diálogo, tender puentes, promover acuerdos. Son verdaderos 'comisarios' que recuerdan prácticas estalinistas o fascistas y que han envenenado el debate público, haciéndole un grave daño al país".
Fue parte de la respuesta que el escritor Cristián Warnken le dedicó al miembro del consejo directivo del Servicio Electoral, Alfredo Joignant (PS), quien a su vez le había dicho, de forma indirecta y por redes sociales, que no lo lograba "descifrar ni comprender".
Se trata de una polémica que se remonta a la entrevista que Warnken le realizó al ministro de Salud, Jaime Mañalich, en medio de su ciclo de conversaciones "En persona", impulsado por Icare y Emol. Tras la instancia, el músico Rudy Wiedmaïer escribió una columna criticándolo duramente. "Te recuerdo que no estamos en una película de Martin Scorsese ni en un libro de la Pimpinela Escarlata", decía el texto. "Hay compatriotas sufriendo el hambre y el desamparo absoluto mientras nosotros cómodamente escribimos".
Ese fue el artículo que Joignant compartió. "Extraordinaria columna de Rudy Wiedmaier sobre la lamentable degradación de Cristián Warnken", dijo el cientista político. El escritor, por su parte, le respondió señalando que lleva "más de dos décadas" entrevistando "a personas de las más diversas visiones políticas, religiosas, estéticas".
"Esa diversidad ha sido para mí una escuela de tolerancia, que me ha hecho entender que un adversario no es un enemigo a denostar o destruir, y que nadie es dueño de la verdad, afortunadamente", dijo. "Sorprende que una persona con formación universitaria y experiencia en medios de comunicación hable de mi 'degradación' (una palabra muy fuerte y agresiva) por haber entrevistado a un ministro de Salud en plena pandemia. Me parece que Joignant cruzó la línea de la intolerancia", añadió.
Una carta de apoyo
Con los días, la diferencia ha ido creciendo y sumando apoyos a uno y otro lado. Este domingo, se conoció una carta abierta en favor de Warnken firmada por 197 personalidades que expresan su "solidaridad" con el escritor por ser "blanco de desmedidos ataques y funas en las redes por sus comentarios contra la violencia social y en pro del diálogo y unidad de Chile, y especialmente por su última entrevista a un ministro de gobierno, cuestión que para algunos oponentes sería inaceptable".
En ella, además de criticar "las formas de violencia y destrucción que bajo la justificación de legítimas demandas sociales han estallado en Chile, comprometiendo la seguridad de las personas y devastando ingentes bienes públicos y privados", los firmantes señalan que "no solo la violencia física empaña y pone en riesgo la democracia en la que vivimos, también las insensatas descalificaciones y la agresión (a veces vulgar) en las redes y medios en contra de quien no comparte visiones radicalizadas". Ellas, aseguran, "forman parte de la cultura del odio irreflexivo que acondiciona las vías de la violencia".
La carta fue firmada por políticos como Ricardo Lagos Weber, Felipe Harboe, Soledad Alvear y Mariana Aylwin. Además cuenta con el apoyo del sacerdote Felipe Berríos y el urbanista Iván Poduje.
"La 'funa' a la que el profesor ha sido sometido bajo la protección de las redes sociales es algo que los demócratas no debemos tolerar. Ello vale para todos quienes han sido víctimas de estas formas de embestidas virtuales y degradación del lenguaje de la civilidad. Estos actos son aún más sorprendentes cuando provienen de personas que forman parte del Estado y autoridades precisamente llamadas a garantizar la imparcialidad y transparencia de los procesos democráticos", añaden.
La carta llama a "terminar con la virulencia verbal, irracional e injusta hacia quienes son sus blancos". "Es un mal camino para lograr el diálogo y la unidad que nos permita superar, como país, los adversos días que estamos viviendo".
Entre los firmantes se encuentran personeros del PPD, como Ricardo Lagos Weber y Felipe Harboe, y figuras ligadas a la DC, como el ex senador Ignacio Walker y los ex militantes, Soledad Alvear, Gutenberg Martínez y Mariana Aylwin. Además cuenta con el apoyo del sacerdote Felipe Berríos y el urbanista Iván Poduje.
