"Para que las cuarentenas funcionen, deben asegurarse las condiciones para que las personas de todos los sectores sociales puedan dejar de salir a trabajar", afirma el tercer informe del Monitoreo Nacional de Síntomas y Prácticas covid-19 en Chile (Movid-19), impulsado por la U. de Chile y el Colegio Médico. En esta entrega, la encuesta caracteriza el cumplimiento de la cuarentena en la población de acuerdo a sus características socioeconómicas.
Un primer indicador claro es la diferencia que se genera por el nivel educacional, que suele determinar el "acceso a distintos tipos de ocupaciones, vínculos laborales y condiciones materiales, así como de la facilidad de modificación a modalidades de teletrabajo". En ese sentido, se identifica que las personas con educación media, técnica y profesional sí disminuyen sus salidas cuando la comuna donde viven se encuentra bajo cuarentena. En todos estos grupos, la caída en la frecuencia con la que salen a trabajar es de aproximadamente un 30%.
El escenario es distinto para las personas que solamente cuentan con educación básica o que no tienen estudios, las que "en general realizan trabajos que no pueden ser realizados a distancia y quienes más arriesgan su subsistencia si dejan de asistir al trabajo". Sin cuarentenas, estas personas salen a trabajar en promedio un número mayor de días que las de nivel educacional más alto —cerca de 4 veces por semana, versus 2,2 entre quienes tienen educación profesional—, y al entrar en cuarentena no ven reducidas sus salidas.
Otro indicador es el nivel de ingreso de cada comuna. Aquí se observa que en las comunas de ingresos altos, la disminución de las salidas a trabajar al entrar en cuarentena resulta 33,2% mayor a la de las comunas con ingresos bajos. En las de mejor nivel económico, los habitantes sin cuarentena salen a trabajar cerca de 2,5 veces por semana. El número baja aproximadamente a 1,6 cuando la comuna entra en confinamiento. En las comunas de ingresos medios, se reduce de 2,5 a 2; y en las de ingresos bajos la reducción no llega a 2.
También hay una diferencia por género: se observa una caída 22,7% mayor en las salidas a trabajar de los hombres en relación a las mujeres. En condiciones normales, las mujeres salen a trabajar 2,4 veces por semana y en cuarentena se reduce a 1,9 aproximadamente. En hombres, baja de 3,1 a 2,4.
El estudio sugiere ampliar la investigación sobre las razones que impiden a trabajadores de bajo nivel educacional, a personas que residen en comunas de menores ingresos y a mujeres realizar cuarentena sin ver mermada su subsistencia actual o a futuro. "Este conocimiento es fundamental para evaluar qué intervenciones serán efectivas en reducir las salidas a trabajar de distintos grupos sociales", asegura el documento.
La sensibilidad al mensaje
Adicionalmente, el estudio aborda la permeabilidad de la población a los mensajes entregados por la autoridades, midiendo el apego a las medidas restrictivas de acuerdo a los llamados hechos por el Gobierno en cada momento respectivo. Así, se observa un aumento en la actividad laboral durante la segunda mitad de abril, lo que coincidió con la mención de la "nueva normalidad" el 19 de ese mes, y posteriormente la propuesta del Plan Retorno Seguro el 24 de abril.
En los datos, se constata que la diferencia en las salidas a trabajar entre personas que estaban en cuarentena y aquellas que no es muy baja. La semana del 20 de abril, el efecto de las cuarentenas en las comunas sujetas a la medida —que en ese minuto eran cinco en la RM y cuatro en regiones— se redujo en un 78%. "La efectividad de las cuarentenas requiere de un mensaje consistente por parte de las autoridades, llamando a no salir y mantener distancia social", explica el estudio.
Luego del incremento de casos observado a comienzos de mayo en la RM y la ampliación de la cuarentena para todo el Gran Santiago el 15 de mayo, se observa una reducción de casi un 50% en las salidas a trabajar para las áreas bajo confinamiento. El efecto llega a ser 68,9% mayor que el observado la primera semana de abril. El efecto es notorio incluso en áreas sin cuarentena, donde también se observa una reducción en las salidas a trabajar. Esto sugiere que "el mensaje de la gravedad de la situación y de la necesidad de mantenerse en casa llevó a una disminución voluntaria de las salidas".
"Esto subraya la necesidad de que el mensaje de la autoridad debe ser muy consistente, porque las personas responden a este tipo de llamados", explica el secretario técnico del Departamento de Políticas de Salud y Estudios del Colmed y académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, Cristóbal Cuadrado.
El estudio concluye que "el mensaje de la autoridad sanitaria es clave". "Las personas responden a los llamados de la autoridad sanitaria. El llamado a Retorno Seguro y nueva normalidad se acompañaron de cambios en las conductas de las personas. Es importante destacar que los mensajes de la autoridad sanitaria tienen un impacto en la adherencia de la población a las medidas, por lo que resulta clave una comunicación de riesgo prudente y acorde al momento epidemiológico que vive el país", acotan.
El Monitoreo Nacional de Síntomas y Prácticas covid-19 en Chile (Movid-19) ha considerado la participación de 46.764 personas con al menos dos respuestas en el tempo durante las últimas siete semanas, incluyendo a personas de 326 comunas en todo el país.