Este miércoles, al momento de informar las nuevas cuarentenas para las diferentes zonas del país, existía expectación con lo que ocurriera en la Región de Valparaíso, donde anoche comenzó a regir el confinamiento decretado para San Antonio. Avanzando geográficamente por el país, el ministro Jaime Mañalich anunció la medida para Alto Biobío, por lo que algunos pensaron que los anuncios para la zona centro ya habían terminado. Finalmente, el titular de Salud lo confirmó: este viernes, tanto Valparaíso como Viña del Mar entrarán en cuarentena.
La decisión fue celebrada por las autoridades locales, que la venían pidiendo hace semanas y que la valoraron, a pesar de considerar que llegó "tarde". Y es que la situación en la región hace días que preocupa a sus habitantes: según un estudio de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, se observa un "crecimiento exponencial de los casos en Valparaíso", zona que "preocupa especialmente".
En la región, asegura el estudio, "la letalidad ajustada por retraso supera el 3,5%". "Es una de las más altas del país y significa que las personas están falleciendo mucho más que en otros lugares en la región de Valparaíso", explicó el académico de la escuela, Cristóbal Cuadrado, a El Mercurio de Valparaíso. "El que tengamos una alta cantidad de contagios, una alta letalidad, una utilización del 90% de las camas UCI, la verdad es que está absolutamente justificado el tener una cuarentena", dijo también el secretario técnico del Departamento de Políticas de Salud y Estudios del Colegio Médico.
Según el último informe epidemiológico, hasta el 7 de junio se habían registrado 922 casos en Valparaíso y 992 en Viña del Mar, correspondientes al 38% de los diagnósticos confirmados en la región. En cuanto a los casos actuales, Valparaíso tiene 266 y Viña 236, con una tasa de incidencia de 84,2 y 65,3 contagiados por cada cien mil habitantes respectivamente. En las últimas 24 horas, se sumaron a este conteo 32 casos en Valparaíso y 28 en Viña del Mar. En esta comuna, además, se registraron cuatro muertes.
Por eso la cuarentena es vista por las autoridades como una ventana. "Tenemos que aprovechar esta oportunidad y en muy poco tiempo bajar los índices de contagio en la zona, los índices de casos activos, descomprimir nuestro sistema de salud, aumentar la capacidad de testeo", aseguró el intendente Jorge Martínez luego de que se anunciara la medida. Esta semana de confinamiento, que podría extenderse en el tiempo, puede definir el curso de la epidemia en la región.
Las cifras de la región
La mañana de este miércoles, cuando San Antonio se despertaba por primera vez en cuarentena, el jefe de la Defensa para la Región de Valparaíso, contraalmirante Yerko Marcic, fue a dar una vuelta. Allí constató "una circulación mucho menor de personas que lo que sería un día normal". "Eso es bueno", dijo en el punto de prensa. Es lo que espera que se repita a partir de la noche del viernes en las dos nuevas comunas de la región que entrarán en confinamiento, donde "la rutina ya no será la misma".
La cuarentena, dijo, "implicará restringir al mínimo el desplazamiento y todas las actividades que no son esenciales". "Es la medida más extrema que se pueda aplicar", advirtió. Detrás de la decisión, las cifras de la región preocupan: según el seremi (s) de Salud, Jaime Jamett, la tasa de letalidad en la zona es de 1,7 personas fallecidas por cada cien casos confirmados, un número más alto que el promedio nacional de 1,6. En cuanto a los nuevos casos confirmados, el 23% de los 954 exámenes de PCR tomados en la región en las últimas 24 horas resultaron positivos.
Otra arista que causa inquietud es la trazabilidad de los contagios, que no se ha podido establecer un 71% de los casos. Del total de confirmados, un 3,9% son casos importados y un 25% son casos secundarios. En tanto, en un 15% de los contagios la investigación concluyó sin poder definir un nexo a otro caso confirmado y un 56% se encuentra todavía en estudio. "La trazabilidad debe ser mejorada en forma apremiante", dijo el seremi (s). La meta, aseguró, es establecer la causalidad del 80% de los diagnósticos.
Según el último reporte de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi), la situación hospitalaria también es crítica. En las últimas 24 horas, se contabilizaron 29 pacientes hospitalizados en decúbito prono —o "boca abajo"—, la segunda cifra más alta a nivel nacional después de la Región Metropolitana. También se registraron seis nuevos pacientes intubados y dos fallecidos en UCI, ambos en ventilación mecánica invasiva.
Según el informe, la ocupación de las camas críticas en la región es de un 84% de las unidades disponibles. De acuerdo a lo informado por Jamett, en la región hay 98 personas hospitalizadas en UCI, quedando 22 camas de cuidados intensivos "con disponibilidad real y efectiva". Adicionalmente, se registran 659 funcionarios de salud contagiados y 97 en cuarentena.
