El Censo del 2017 cifró en 393 mil las viviendas que faltaban en el país y, aunque significó una disminución de 23% en el déficit habitacional respecto de la medición anterior, de 2002, expertos advierten que hoy este número podría ser mucho mayor. Uno de los rasgos de los últimos años es el alza de allegamiento, que se habría agudizado más con la crisis sanitaria. Así lo han evidenciado los operativos de entrega de canastas de emergencia, donde alcaldes de comunas vulnerables han planteado que cuando llegan a repartir cajas, en muchas ocasiones se encuentran con dos, tres o más familias viviendo en una propiedad.
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El Mercurio.