Disminuir la movilidad –idealmente al 40%– en las zonas donde se decreta cuarentena es uno de los principales objetivos que han expresado las autoridades en la última semana, con el fin de contener la propagación del coronavirus. Para eso, ya se anunció la reducción de los permisos –de cinco a dos a la semana– y la revisión del funcionamiento de servicios que no son esenciales.
Pero junto con las medidas que apuntan a reducir los niveles de desplazamiento, el Ejecutivo se encuentra evaluando un método que permita monitorear de manera más precisa la movilidad al interior de las comunas para analizar si se está respetando el confinamiento, el que se basaría en el seguimiento de las señales de los teléfonos móviles.
Aunque el mecanismo aún no está definido, una fórmula que utilice los celulares de las personas genera suspicacias, por el eventual riesgo de que se vulnere la privacidad de los datos de los usuarios. El presidente del Consejo para la Transparencia (CPLT), Jorge Jaraquemada, advierte que "el uso de los datos de geolocalización de equipos de telefonía móvil con fines de vigilancia sanitaria pueden resultar muy invasivas en cuanto a la privacidad y la protección de los datos personales de los individuos".
En ese sentido, comenta a Emol que hay países que están optando por usar "herramientas de carácter descentralizado, en lugar de enfocarse en el uso de tecnologías de geolocalización". Menciona el caso de Alemania, donde "utilizan el bluetooth de los dispositivos móviles, asegurando a los individuos el control de su información personal".
Explica que en Chile, "la geolocalización o ubicación geográfica de las personas es un dato personal sensible, que forma parte de la vida privada, y se encuentra bajo un régimen especial de protección, prohibiéndose su tratamiento excepto habilitación legal expresa que lo autorice".
Por eso, dice que es necesario "conocer claramente cuál es la finalidad del uso de los datos" que harán las autoridades durante la pandemia, y "si será posible o no identificar o hacer identificable a personas determinadas", pues recuerda que "los datos asociados al proceso de telecomunicación están regulados por la Ley General de Telecomunicaciones, que establece como obligación a las empresas preservar la privacidad de los usuarios".
"Es importante, en este sentido, saber si la medida se limita al conocimiento de traslados masivos, sin identificar personas en específico, porque es algo muy distinto usar esta información para identificar y establecer movimientos específicos de determinados usuarios, permitiendo la realización de seguimientos particulares o dirigidos", señala.
La información del aparato "se desconecta del dueño"
Si bien la fórmula no ha sido informada, todo apunta a que podría ser similar al que actualmente están utilizando algunas universidades para hacer sus estudios de movilidad, en que consideran la información de una muestra de celulares, proporcionada por algunas compañías telefónicas específicas. "Lo ideal sería la totalidad (de las compañías) y con eso saber cómo se están moviendo las ciudades", señaló la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloría Hutt.
En ese sentido, el Gobierno ha descartado que el sistema que vayan a utilizar pueda vulnerar la privacidad de las persona, ya que la información que proveerían las empresas sería totalmente anónima. "Cada teléfono, cuando la persona va viajando dentro de la ciudad, va dejando una señal, se va conectando a distintas antenas; entonces uno puede seguir esa secuencia y reconstruir la trayectoria de ese celular, de ese aparto (...) uno no necesariamente tiene que asociarlo a la identidad del contrato", explicó Hutt, en entrevista ayer con T13 radio.
"Uno no necesariamente tiene que asociarlo (el celular) a la identidad del contrato; cuando se usa para esos fines, se anonimiza la información, se desconecta del dueño y se entrega la trayectoria del aparato"
Gloría Hutt, ministra de Transportes
Detalló que "entonces, cuando se usa para esos fines, se anonimiza la información, se desconecta del dueño y se entrega la trayectoria del aparato".
La autoridad sostuvo que "el uso de señales que dejan registrados los teléfonos es bastante habitual en el mundo". "A mí me tocó, en mi época de consultora, trabajar con datos de este tipo para generar información de viajes; cada vez se está usando más", señaló.
Comentó que, desde el ministerio, ya utilizan varias fuentes para hacer seguimiento de la movilidad, como los datos de la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT), las transacciones de la tarjeta Bip! y los datos de las autopistas, pero explica que "al tomar los datos de celulares, uno además tiene los datos de la gente que sale a pie", que es la forma en que se realiza "la mayoría de los viajes dentro de Santiago durante el día", señala.
Dice que para poder contar con esos datos requieren tener, necesariamente, la colaboración de las compañías telefónicas, ya que "no hay un contrato en que ellos tengan la obligación de entregar esa información", aunque dice que "en general, las empresas siempre manifiestan una buena disposición".
En la misma línea, la subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi, comentó en radio Universo que hay "muchas" formas de asegurar que la información de los teléfonos móviles sea anónima, "porque la data no se entrega con personas con identificación alguna, sino que como data, como puntos de referencia".
Agregó que los países han ocupado distintas metodologías, "algunas con identificación y otras sin identificación, como flujos de tráfico, puntos de movilidad que no identifican en absoluto a la persona, el origen de esa movilidad".
"Incluso centros de estudios aquí en Chile mostraron cómo están haciendo sus estudios, y es lo que se ocupa hace mucho tiempo para identificar el tránsito, dónde se ponen los buses, la frecuencia, no es nada muy distinto de lo que se ha ocupado bastante; es una tecnología que existe hace mucho tiempo y que ahora se está pensando en ocupar específicamente para temas de pandemia", señaló.