Con preocupación ven en la Policía de Investigaciones (PDI) los efectos que podría tener la pandemia y los confinamientos decretados en los delitos cometidos de manera on line.
Así lo señaló a Emol el comisario Cristian González, subjefe de la Brigada del Cibercrimen, respecto algunos fenómenos que se han detectado en los últimos meses.
Uno de ellos tiene relación a los casos de abuso sexual impropio o "grooming", los que ocurren cuando adultos abordan a menores de edad mediante el engaño. Los responsables se suelen presentar como más jóvenes, con nombre, fotos e intereses falsos. Todo con el fin de acercarse a la víctima, obtener su confianza y posteriormente algo más, como videos o imágenes de connotación sexual.
De acuerdo a los registros de la PDI, las denuncias por estos hechos cayeron en un 20%. Si en los primeros meses de 2019 las brigadas recibieron 123 casos, en el mismo periodo de este año la cifra fue de 99. El comisario aborda los datos llamando a la "cautela".
"El tema de no denunciar puede estar muy reflejado con la pandemia. Muchas personas no están denunciando porque no han develado lo que les ha pasado. Niños que quizás pueden estar sufriendo un delito no han tenido contacto con profesores, psicólogos, compañeros, a los que pueden dar cuenta de lo que ocurre", explicó González.
Y continuó: "Hay que mirarlo con mucha cautela. No quiere decir que el delito no está ocurriendo, sino a que puede haber una cifra negra (...) Estamos preocupados de que, cuando pase el periodo de pandemia y se vuelva a una cierta normalidad, se revelen muchos casos de este tipo de abuso y otras agresiones sexuales".
Ante ello, el comisario recalcó la posibilidad de realizar denuncias online. Tanto el Ministerio Público como la PDI han dispuesto números y correos para dar cuenta de un delito sin tener que concurrir físicamente a las dependencias de las instituciones. En el caso de la policía civil incluso se coordinan videollamadas para tomar los detalles del caso.
Pornografía infantil y juegos online
Distinta situación se ha constatado con el tráfico de videos e imágenes íntimas de menores de edad, ya que, a través de monitoreos en distintos sitios y plataformas, el Cibercrimen detectó un aumento en las descargas de material de pornografía infantil.
"Hemos visto un aumento en el flujo de este material y eso va de la mano con los horarios. Antiguamente, el tráfico de pornografía infantil se daba habitualmente en la noche, que era cuando los agresores estaban en la casa. Ahora se ve en todo horario", manifestó el comisario.
99Denuncias por grooming llegaron a las brigadas del Cibercrimen entre enero y junio de este año.
González dice además que tanto el perfil de quién está detrás del "grooming", como aquel que manipula pornografía infantil, se ha vuelto cada vez más amplio.
"No hay uno determinado. Implica toda razón social y económica. Hemos detenido a personas con título universitario, posgrado, autodidactas y de diferentes zonas geográficas (...) Antes se veía un agresor de entre 30 y 45 años, soltero. Pero ahora ha bajado mucho la edad. Hay aprehendidos de hasta 18 años", acotó sobre el "grooming".
Respecto los responsables del segundo delito detalló que "muchas de estas personas tienen familia, hijos, y un mundo escondido que empezaba cuando todos estaban durmiendo. Hay agresores sexuales más avezados que viven solos y tienen gran cantidad de tecnologías, pantallas, y cada vez acumulan más archivos".
González agregó además que estos últimos se diferencian por edad de atracción sexual: adolescentes, pre adolescentes, pre escolares, lactantes; utilizando además códigos para comunicarse a través de internet.
Así también, el subjefe del Cibercrimen llamó a estar alerta con los juegos online, que cuentan con salas o espacios para conversar con cualquier usuario conectado y cuyo uso ha aumentado en pandemia. "Los juegos en línea están siendo una plataforma donde están entrando los depredadores sexuales", acotó.
"Hemos visto que los niños están conversando con personas desconocidas. Quizás desde esa plataforma no van a pedir fotos, pero sí se genera la confianza para entregar un número de teléfono. Luego los contactan por Whatsapp y ahí comienza la otra etapa del grooming que es la seducción", cerró.