Un grupo de venezolanos acampa en la playa de Cavancha, donde son fiscalizados.
Aton
En las últimas semanas más de mil migrantes han ingreso ilegalmente al país por pasos no habilitados, la mayoría de ellos han confiado y pagado a los denominados "coyotes" quienes luego los dejan abandonados. En Iquique las autoridades están alerta, pues muchas de estas personas deambulan por la ciudad sin acceso a protección social y deben solicitar ayuda a transeúntes.
De acuerdo a cifras entregadas por la Subsecretaría del Interior esta mañana, en agosto el 80% de los detenidas por ingresar por pasos clandestinos eran de nacionalidad venezolana y en lo que va de septiembre la información disponible "se acerca al 90%".
Esta realidad fue abordada durante la mañana por el subsecretario de Interior,
Juan Francisco Galli, quien participó en el balance semanal policial, donde atribuyó esta "presión migratoria (...) claramente a la crisis social y económica que vive Venezuela que hace que mucho de sus ciudadanos tengan que correr el riesgo de traspasar al menos, tres, cuatro fronteras antes de ingresar a nuestro país".
Tras ello, reforzó las críticas el Gobierno a las indicaciones de la oposición que permiten que extranjeros regularicen su situación una vez en territorio chileno y no en los consulados en el exterior, antes de ingresar al país, como busca el Ejecutivo.
"El proyecto de ley que se vota hoy y mañana en el Senado apunta a dotarnos de las herramientas para que podamos administrar correctamente un fenómeno migratorio que hoy en el siglo XXI será constante, y eso implica que aquellas personas que quieren migrar deban declarar su intención con anterioridad y no en la frontera como establecía una indicación ingresada y aprobada en la comisión de Hacienda que yo espero que se rechace", afirmó.
"El llamado a todas esas personas que quieran residir en nuestro país es que no lo hagan ingresando clandestinamente, porque van a ser objeto de un proceso de expulsión. Chile se ha mostrado abierto a la migración, pero a una migración segura, ordenada y regular"
Subsecretario Juan Francisco Galli
Agregó que "lo más relevante es una indicación que dio una señal incorrecta que permitía la regularización de todo extranjero hasta 90 días después de aprobado el proyecto de ley,
lo que generó lo que denominamos el 'efecto llamada', porque lo que hizo es que todo extranjero que estuviera pensando siquiera en migrar a nuestro país lo hiciera antes de la ley para aprovechar esta ventana de oportunidad".
Galli dijo que como Gobierno "esperamos que esa indicación se rechace, creemos que es una mala política pública y, para decirlo con total claridad, aquellas personas que ingresan a Chile clandestinamente, es decir, por pasos no habilitados sin hacer control migratorio cometen un delito y además van a ser objeto de un proceso de expulsión".
"Por lo tanto, el llamado a todas esas personas que quieran residir en nuestro país es que no lo hagan ingresando clandestinamente, porque van a ser objeto de un proceso de expulsión. Chile se ha mostrado abierto a la migración, pero a una migración segura, ordenada y regular", concluyó.