Este lunes, el rector de la Universidad Diego Portales (UDP), Carlos Peña, abordó los resultados del Plebiscito constitucional, analizando las implicancias de la participación que hubo en los comicios y destacando la importancia que tendrán los partidos políticos de cara al proceso constituyente.
En entrevista con EmolTV, el abogado manifestó que "lo que pasó ayer no fue del todo sorpresivo, pero el resultado es enigmático... no sabemos qué esconde, desde el punto de vista político y social, ese número gigante y en consecuencia creo yo, la principal tarea de quienes comentan la actualidad política es intentar responder cuál es el significado de ese número".
En ese sentido, Peña consideró tres interpretaciones al resultado que finalmente culminó con la aprobación a la redacción de una nueva Constitución: "uno podría decir en primer lugar que lo que se expresó en ese gigantesco número es una especie de déficit de la modernización, consistente en que buena parte de las personas, si bien hoy día dispone de mayor nivel de bienestar relativo, siente que es uno que de pronto puede derrumbarse, dejándolo a la intemperie, particularmente con los fantasmas de la enfermedad o de la vejez, entonces se trata de una gran mayoría que reclama algún tipo de protección social".
Por otra parte, añadió, "me parece también que acá hay una
cuestión generacional de gran relevancia. De alguna manera lo que vivimos ayer es una culminación transitoria de un proceso generacional muy intenso que se vivió a contar de octubre del año pasado".
"Y la tercera es un cambio de tiraje de la política. Es evidente que este resultado plantea un enigma, o sea cómo es posible que el electorado que hace menos de tres años eligió a un gobierno de derecha, aparentemente hoy le da la espalda. ¿cambiaron las preferencias? yo creo que no, lo más probable es que ese electorado por algún motivo se desilusionó y no encontró satisfacción donde esperaba encontrarla", manifestó.
Efectos "perversos" para la democracia
En ese sentido, Peña indicó como uno de los datos clave de la jornada el resultado favorable de la Convención Constituyente. "Lo que ocurre ayer es algo que podría tener efectos perversos para la democracia. El dato fundamental es que al parecer la mayor parte de la ciudadanía, cerca de un 80% no confía en quienes hoy día son sus representantes, puesto que a la hora de entregar un mandato para deliberar acerca de las bases de una nueva Constitución prefieren entregarlo a una convención constitucional distinta a quienes son hoy día representantes".
Lo anterior, sostuvo, "representa un particular desafío a los partidos políticos, que consiste en internar acoger las expectativas de la ciudadanía, comprenderlas y luego acogerlas, para ponerlas en una narrativa que haga sentido a las mayorías".
Además, añadió, representa un "desafío de la democracia". Esto, según manifestó, "porque
una democracia sin partidos políticos simplemente no es posible. Una democracia de masas, como son las democracias contemporáneas, sin partidos políticos no es democracia y desgraciadamente creo yo".
"La sociedad civil anhela tener un papel directo en la conformación de las bases de la Constitución y ocurre que la sociedad civil se contiene de grupos de interés, muy legítimos, pero cada grupo expresa intereses parciales y la sociedad y la democracia no consiste en eso. El bien común no es la mera suma de ellos, si no que supone un cierto discernimiento, una cierta deliberación acerca del bienestar social y esa tarea de mediar entre los intereses particulares que asoman en la vida social y los intereses colectivos o comunes, en la democracia la hacen los partidos políticos", argumentó.
"Tenemos que hacer esfuerzos por devolver a los partidos el lugar central que tienen en la democracia, porque sean las elites políticas quienes logren intermediar los interesas y acoger las expectativas de la ciudadanía. Sin partidos no hay democracia, sin partidos lo que hay son líderes carismáticos, populismo, etc", culminó.
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