La comisión de Constitución del Senado aprobó esta noche la reforma constitucional orientada a asegurar
escaños reservados para los pueblos originarios, y garantizar así su participación en la convención encargada de redactar la nueva Carta Magna.
En la instancia se impuso la propuesta de la oposición, por tres votos contra dos, que busca añadir 23 cupos a los 155 ya establecidos. Mientras que la idea del oficialismo de que fuesen 15 cupos, dentro de los escaños ya establecidos, fue rechazada por los integrantes de la comisión.
El proyecto fue votado durante la noche ya que el presidente de la instancia, senador Alfonso de Urresti (PS), advirtió sobre el escaso tiempo que resta para zanjar el debate.
Esto porque el 11 de enero deben inscribirse las candidaturas para quienes quieran ser parte de la convención constitucional, y aún falta que el proyecto pase por Sala del Senado, por la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados y la Sala de dicha corporación.
Durante el debate de hoy, el senador Francisco Huenchumilla (DC) calificó el momento como "histórico" y destacó que la indicación aprobada se basó en la fórmula que plantearon un grupo de dirigentes indígenas.
No obstante, adelantó una compleja negociación en el Pleno, ya que al tratarse de una reforma constitucional el proyecto requeriría de un quórum de 3/5 (26) para seguir avanzando, por lo que necesitaría del apoyo de parlamentarios de Chile Vamos.
"Me atrevo a decir que probablemente no van a estar los 26 votos que se requieren, entonces este es un camino que tenemos que recorrer, pero que no es muy largo, porque estamos con poco tiempo", expresó el legislador.
Postura similar a la planteada por el senador De Urresti: "Es un avance positivo, pero sigue siendo preocupante que la derecha y el Gobierno insistan en una fórmula y número de escaños que subrepresenta a los pueblos originarios, quienes en el último Censo quedan consignados como un 12,8% de la población que vive en Chile. Además han levantado reserva de constitucionalidad frente al quórum para aprobar esta norma, tratando de subir el mismo y dificultar su aprobación final, situación que es lamentable".
En tanto, desde el oficialismo el senador Rodrigo Galilea (RN) argumentó su voto en contra afirmando que puede existir un desequilibrio y una desproporcionalidad entre los pueblos originarios que se postulen a la convención.
Entre los puntos que incluye la indicación, se encuentra mantener el padrón actual, sin separar a quienes se reconozcan como de pueblos indígenas, estableciendo un distrito nacional y con un proceso de autoidentificación de los votantes. Es decir, el elector se identificaría ante su mesa como miembro de los pueblos originarios y se le entregará una papeleta especial.
En esa cédula estarían los mismos candidatos en todo el país, pero luego, a través de la corrección de mayorías, se haría el ajuste para que cada comunidad quede representada, según los cupos destinados a cada uno de los nueve pueblos originarios reconocidos (aymaras, quechua, licanantay, diaguitas, colla, rapa nui, yaganes, mapuche y afrodescendientes).