"Se entiende por afrodescendientes chilenos al grupo humano que, teniendo nacionalidad chilena en conformidad a la Constitución Política de la República, comparte la misma cultura, historia, costumbres, unidos por la conciencia de identidad y discurso antropológico, descendientes de la trata trasatlántica de esclavos africanos traídos al actual territorio nacional entre los siglos XVI y XIX y que se autoidentifique como tal".
Así define y describe la Ley 21.151, publicada en el Diario Oficial el 16 de abril de 2019 -que además los reconoció como pueblo tribal-, a este grupo cuyo cupo reservado en la Convención Constituyente se ha convertido en la piedra de tope en la discusión de la
Comisión Mixta.
El martes se aprobó en esa instancia 18 los escaños reservados -9 supranumerarios y los otros restantes dentro de los 155 cupos del acuerdo al que se llegó el 15 de noviembre-, pero el miércoles tras otro largo debate el escenario cambió. La última oferta del oficialismo fue de 17 escaños para pueblos originarios y un escaño para el pueblo afrodescendiente, pero que estos se voten de manera separada.
La "nueva piedra de tope"
Para el Ejecutivo existen una serie de complicaciones en la idea de incluirlos, y esta mañana, la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, planteó los argumentos. "Llegamos a esta comisión mixta se ha ido bajando, acercando las posiciones y ayer acordamos 17 escaños reservados para pueblos indígenas, bajo esos 155 y donde estamos teniendo problemas es en el escaño reservado que solicita la oposición para pueblo afrodescendiente, el pueblo que está en Arica, que es un pueblo no originario, no indígena propiamente tal, sino que un pueblo tribal, reconocido por el Estado de Chile, pero que está sin Censo, no sabemos cuántos son, no tenemos registros, no tenemos capacidad de calificarlos propiamente tal y tenemos un sin número de complicaciones", sostuvo a T13 Radio.
Esta idea de que no son pueblo originario fue la misma que caldeó los ánimos durante la discusión de esta madrugada, dichos que fueron planteados por el diputado UDI, Juan Antonio Coloma. "Pueden tener otra característica, de pueblo tribal reconocido por el Estado, pero el senador Huenchumilla tendrá que reconocer que por asegurarle un cupo al pueblo afrodescendiente está negando, en los hechos, la posibilidad de asegurar 17 escaños reservados a los pueblos originarios", sostuvo.
Las palabras fueron en respuesta a la postura del senador DC, Francisco Huenchumilla, quien respondió a la propuesta oficialista, señalando que "no puedo éticamente mandar al matadero a los afrodescendientes haciendo que se vote separadamente".
El parlamentario afirmó que al votarlos aparte "estoy anunciando la crónica de un rechazo y de un fracaso, y entonces me voy con mis 17 pueblos originarios y nos importa para nada la historia y el sufrimiento de esos afrodescendientes que llegaron aquí en todas las condiciones históricas que conocemos".
Características demográficas
El grupo de personas afrodescendientes están asentados principalmente en la comuna de Arica, en el radio urbano y en el aledaño valle agrícola de Azapa. Sin embargo, también hay registros de afrodescendientes en Pica, Matilla, La Tirana, Ovalle y Valparaíso.
Según registros del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), su población superaría las 10.300 personas, las que representan el 4% de los habitantes de Arica, siendo, luego de los aimaras, la segunda minoría en esa zona de la frontera norte.
Demandas Constitucionales
Existe una serie de demandas y aspiraciones sobre las que este grupo de personas se ha pronunciado en medio del debate por un escaño reservado en la Convención Constitucional, que se traduzca en una figura que les permita concretar reconocimiento, demandas históricas, soberanía alimentaria y rechazo a la discriminación y racismo -entre otras- en la nueva Carta Magna.
"Nosotros queremos tener, al menos, un escaño en la Convención Constitucional, aunque deberíamos tener dos por nuestra cosmovisión dual hombre-mujer, pero ese representante que tendremos debe estar acreditado e inscrito en, al menos, tres organizaciones afrodescendientes", explica a El Mercurio, Cristián Báez, director de la ONG Lumbaga, que alude al nombre de un antiguo asentamiento en un barrio de la ciudad de Arica.
Cuando hablan de soberanía alimentaria, aluden "a la protección de territorios que habitamos, como el valle de Azapa, un territorio donde ha avanzado la instalación de semilleras y donde nosotros tenemos productos (nativos), como los tomates, que abastecen al norte y centro del país, incluyendo Santiago", sostiene Báez.
Por su parte, Milene Molina, encargada de la oficina de afrodescendientes de la Municipalidad de Arica -única comuna del país con este servicio-, señala que reconocimiento constitucional se derivarán otros temas, "como las reparaciones históricas que se refieren a que no estemos invisibilizados en el país, que se reconozca nuestra historia, que se enseñe en los colegios. El respaldo legal que tenemos (Ley 21.151) hay que llevarlo a la realidad diaria".
Iniciativas para avanzar en su inclusión
En mayo de 2018, autoridades del INE, parlamentarios y representantes de este grupo comenzaron negociaciones para dejar de calificarlos en la categoría "otro" y ser llamados como pueblo "afrodescendientes", de modo que esto pueda estar concretado para el Censo 2022.
Otras iniciativas han buscado contribuir a aumentar el conocimiento cultural sobre este grupo. Así lo hizo la Universidad de Chile, a través del radioteatro, actividad que surgió inmediatamente después que se promulgara la ley que les entregó reconocimiento constitucional.
Allí, las voces de más de 30 mujeres chilenas de ascendencia africana fueron las protagonistas de "Paisajes disonantes", donde se recogieron sus historias para dar cuenta de las dimensiones culturales, históricas y políticas de este grupo.
Entre las tareas de inclusión, también se ha trabajado en un inédito programa de salud para este grupo, gracias a un estudio revelado por la municipalidad de Arica, donde se detectó que la hipertensión, artritis y artrosis figuran entre las enfermedades más frecuentes de este grupo.
La iniciativa también está considerando la elaboración y uso de tarjetas de atención especiales y exclusivas para personas de este grupo, que son atendidas en recintos de salud urbanos y rurales de esa comuna.
"Se está trabajando en sensibilizar a los funcionarios de salud en incorporar el compromiso de ese tipo de atención especializada. El objetivo es detectar enfermedades y dolencias, hacer un seguimiento y cada seis meses realizar un reporte por sector, número de personas y enfermedades. No ha sido un proceso fácil y se viene gestando desde 2018", señalaron desde el municipio ariqueño.
A lo anterior se están sumando, en el contexto de la pandemia de covid-19, las atenciones por problemas de salud mental.