SANTIAGO.- El temor a que se propagara el virus al interior de los establecimientos educacionales era una de las principales aprensiones que manifestaban las comunidades escolares al evaluar si reanudaban las clases presenciales en medio de la pandemia.
Sin embargo, un catastro realizado por el Ministerio de Educación arrojó que en ninguno de los colegios que reabrieron en el país se presentaron brotes de covid-19.
De acuerdo a los datos de la cartera, finalmente fueron 903 los establecimientos de educación escolar que reanudaron las actividades presenciales durante 2020 en el país. De ellos, 768 colegios –es decir, el 85% del total–no presentó ningún caso de covid-19 dentro de sus comunidades educativas (estudiantes, docentes, asistentes de la educación y miembros del equipo directivo).
El 1%de todos los colegios que reabrieron tuvieron más de un caso de covid
En tanto, hubo 135 establecimientos que sí reportaron casos positivos, equivalentes al 15% del total.
De éstos, 124 colegios (el 14%) presentaron un único caso de covid-19 durante el retorno a las clases presenciales. Y solo 11 establecimientos reportaron más de un caso, lo que representa el 1% de todos los colegios que reabrieron.
Desde el Mineduc precisan que en esos 11 recintos que reportaron más de un caso de covid, “éstos fueron independientes y no representaron brotes”, por lo que “aquellos establecimientos que suspendieron las clases presenciales en todo el recinto lo hicieron de manera preventiva”.
Desde cuarentenas focalizadas hasta la suspensión de clases
En cuanto a las acciones que adoptaron los colegios tras detectar casos positivos, el catastro da cuenta de que el 76% aplicó cuarentenas focalizadas, sin suspender las clases. Así, el 47% instruyó confinamientos para el caso confirmado y sus contactos estrechos; mientras que el 29% lo determinó solo para el caso confirmado.
En tanto, el 23% decidió suspender las clases presenciales en alguna medida: El 15% suspendió las clases solo en el curso del caso confirmado; el 6% en todo el establecimiento; el 1% en un nivel completo; y el 1% pausó las actividades para todo el ciclo.
Al analizar las cifras, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, destaca que "la experiencia de los establecimientos que abrieron sus puertas en 2020 es coincidente con lo que muestran los estudios a nivel internacional, esto es que las escuelas son espacios seguros cuando se cumplen con las medidas y protocolos sanitarios exigidos".
El 23%de los establecimientos que registraron casos suspendieron las clases
En relación con ese punto, desde el Mineduc señalan que lo ocurrido en Chile es consistente con lo que se ha observado en otros países donde se han reanudado las clases presenciales.
Citan, por ejemplo, un estudio realizado en Estados Unidos y el Reino Unido (del European Centre for Disease Prevention and Control), el cual muestra que al reabrir las escuelas la transmisión entre estudiantes fue poco común, registrando solo un contagio por caso confirmado; mientras que la transmisión entre estudiante y docente fue nula, es decir, que el personal no se contagió a causa de los niños. La mayor fuente de contagios dentro de la escuela fue entre docente y docente, aunque ese riesgo no sería superior al observado al interior de los hogares o de otros espacios.
En España, en tanto, se halló un leve despliegue de los casos positivos hacia menores de edad, aunque la mayoría de los contagios rastreados por contacto estrecho entre jóvenes se produjo en eventos sociales, fuera del colegio.
Uno de los casos más llamativos es el de Alemania, donde un estudio (Isphording et al) arrojó que la reapertura de los colegios no solo no aumentó los casos, sino que tuvo un efecto negativo en el número de confirmados, especialmente entre los mayores de 34 años.
Eso podría deberse a las estrictas medidas sanitarias que se implementaron en las escuelas alemanas; a la alta trazabilidad y aplicación de tests y cuarentenas a quienes tuvieran contacto con un contagiado; y a una eventual preocupación adicional de los padres por evitar contagios, para no dejar al estudiante en casa, pudiendo enviarlo a la escuela.