"Nosotros somos capaces de secuenciar esta variante, cosa que hay otros países no pueden y nos están pidiendo ayuda". Esas fueron parte de las declaraciones emitidas el pasado miércoles por parte del director (s) del Instituto de Salud Pública (ISP), Heriberto García, cuando el organismo contabilizada 15 casos con la nueva cepa británica.
A la fecha ya son 20 los nuevos contagios que, gracias a la secuenciación del virus, han permitido conocer a qué regiones pertenecen las personas con la nueva cepa, principalmente por las muestras que actualmente se toman desde el Aeropuerto de Santiago, y que son derivadas al ISP.
Sin embargo, la idea es continuar avanzando en las investigaciones, lo que se hace de la mano de la labor que están realizando en paralelo las universidades que forman parte del Consorcio Genomas Cov-2, que también aporta con secuenciaciones y entrega datos públicos, y que a la fecha dejan a Chile con 957 genomas detectados -poco más de la mitad hechos por el ISP, y el 40% por la Universidad Católica u otros investigadores-, para una población de más de 660 mil contagiados.
ISP: "Estamos muy bien posicionados a nivel mundial"
El ISP se ha instalado como un referente latinoamericano en la materia, levantando un sistema de vigilancia de la mano del Minsal y la seremi de Salud. En conversación con Emol, García detalló que el intercambio de información y las consultas a Chile han emanado desde algunos países del Organismo Andino de Salud - Convenio Hipólito Unanue (Oras - Conhu). En él, están suscritos en red de cooperación: Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela.
"Tenemos un trabajo conjunto, donde nos reunimos habitualmente, y han surgido las diferentes formas de tomar diagnóstico de otros países, pero todo coordinado en este conglomerado de Salud Pública Latinoamericano", destacó. Por ejemplo, Ecuador, hizo llegar algunas muestras al ISP para secuenciarlas, y Chile entrega información de sus procedimientos.
"Logramos secuenciar una cantidad tal de genomas, que en comparación a la cantidad de contagios que tenemos como país, nos deja muy bien posicionados a nivel mundial y latinoamericano".
Heriberto García, director (s) del ISP
Actualmente, "logramos secuenciar una cantidad tal de genomas, que en comparación a la cantidad de contagios que tenemos como país, nos deja muy bien posicionados a nivel mundial y latinoamericano", dice García.
En términos comparativos y guardando las proporciones respecto a la cantidad de población y contagios, el director señala que hasta el 23 de diciembre, las cifras de genomas secuenciados eran: Reino Unido, 130.000 de 2,4 millones de contagiados; Estados Unidos, 50.000 de 1,8 millones de contagiados; Brasil, 1.700 genomas de 7,5 millones, y "Chile, para esa fecha, teníamos 620 de 600 mil contagiados".
Pero, ¿qué es exactamente la secuenciación y qué relevancia tiene para el combate del SARS-CoV-2? Expertos lo explican a Emol.
El complejo proceso de secuenciación
"La secuenciación es el análisis genético de todo el genoma (totalidad del material genético) del virus, se analiza cómo está conformado, y eso te entrega un resultado, es como la información más íntima del virus", explica Mónica Lafourcade, microbióloga de la Universidad de Los Andes.
Esta tarea es de alta complejidad, y generalmente se hace a través de máquinas especializadas para ello, disponibles en los laboratorios. Y acá lo importante, el virus debe ir en una muestra y ser de calidad.
"El virus no va suelto, porque vive muy poco tiempo en una gotita de saliva, por lo tanto necesita estar inmerso en una muestra y ojalá en un medio de transporte. Siempre tiene que ser una muestra de buena calidad, y que la carga de virus de esa muestra sea alta", explica la especialista.
Las tres claves de importancia para secuenciar
Son tres las principales claves que dan cuenta de la importancia de la secuenciación del virus SARS-Cov-2, que nos permitan conocer cuáles son las variantes que circulan en nuestro país, y que orienten a una mejor toma de decisiones para enfrentar la pandemia.
La primera, es conocer "geográficamente las variantes que están circulando". Por ejemplo, dice Lafourcade, "si en alguna parte de Chile comienza a haber un brote de alta mortalidad, esto nos permite determinar si allí hay una variante nueva, si es más contagiosa, si genera más casos graves, etc.".
Lo segundo, es conocer si las mutaciones afectan nuestra capacidad diagnóstica, es decir los PCR. "Porque en los PCR buscamos material genético que codifican las partes del virus, y esa partes mutan, entonces puede que las PCR no nos sirvan". Además, aclara que hay diversas marcas de test PCR en Chile, por lo tanto es clave conocer su desempeño.
En la práctica, la idea es evitar un escenario como el siguiente: podría existir un paciente con síntomas que arroja continuamente negativo al PCR, pero puede que sea el test el que no esté detectando la variante.
En tercer lugar, secuenciar "sirve para organizar muy bien nuestra estrategia de inmunización. Vigilar mutaciones nos permite poder aterrizar si las vacunas que estamos usando, van a servir con posibles nuevas mutantes", enfatiza.
Actualmente, estamos usando vacunas con RNA mensajero que codifica para la proteína Spike, que es como una espiga que tiene el virus y que le permite adherirse a las células. "Pero si el virus muta y disfraza la espiga Spike, esa espiga será nueva y los anticuerpos que vamos a generar con la vacuna, no van a ser capaces de reconocerlos", detalla.
Los desafíos: Más coordinación y detección de mutaciones propias
Existen dos tipos de desafíos que confluyen hacia un mismo fin: hacer frente a la pandemia a través de políticas públicas óptimas. Para ello, se debe trabajar tanto desde el respeto de las medidas sanitarias, como de las investigaciones y la coordinación que existan en las distintas áreas competentes.
"Una cosa es encontrar lo que hay afuera, que es importante, pero también si nosotros tenemos brotes importantes como ahora, la única manera de encontrar variantes en Chile, es haciendo nuestra propia vigilancia genómica".
Rafael Medina, virólogo y profesor asociado Medicina UC
Para el doctor
Rafael Medina, virólogo y profesor asociado de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica, señala que ya han secuenciado cerca de 330 genomas, con muestras extraídas de la red UC Christus. Eso sí, considera importante que exista "una acción más concertada y con un músculo mayor a nivel nacional", además de "incentivar que los laboratorios de diagnóstico universitarios también puedan proveer muestras a centros que puedan hacer secuenciación".
¿La razón? Es imperativo centrar los esfuerzos en detectar variantes propias, no sólo desde el exterior. "Una cosa es encontrar lo que hay afuera, que es importante, pero también si nosotros tenemos brotes importantes como ahora, la única manera de encontrar variantes en Chile, es haciendo nuestra propia vigilancia genómica".
Para el director (s) del ISP, "si no nos cuidamos, claro que podríamos nosotros generar otra variante, espero que no. Yo creo que no es algo tan fácil, pese a que el virus va mutando en forma habitual. Si no tomamos medidas como corresponde, potenciamos a que el virus mute, y quizá el mismo comportamiento que tuvo Inglaterra en su verano, hizo que tuviera tanta incidencia este virus".
Desde el ISP destacan el aporte que han hecho las instituciones que forman parte del Consorcio Genomas Cov-2, "porque han generado que tengamos más secuenciaciones", destacando que el organismo debe coordinar junto a los ministerios, y "poniendo el concepto que Salud está en las políticas públicas, en este caso, en las de ciencia e investigación".
La doctora Lafourcade, por su parte, surgiere que sería interesante que se secuenciara el genoma del virus de los pacientes que se encuentran internados en UCI o UTI, "no necesariamente porque tenga una cepa distinta, sino que para estar alerta a si el virus muta y eventualmente cree una variable que esa mortal".
Esta tarea, según confirmó el director (s) del ISP, ya se está realizando en algunos hospitales, y estas percepciones, dice, vuelven a relevar la importancia que exista un consorcio universitario, que aporte en esta lógica de investigaciones aplicadas, "porque nunca van a lograr ser hechas por una sola institución", destacó García.